Harry
―¡Papá, no me puedes hacer esto! ¿Por qué asumes compromisos que luego YO debo cumplir? ―Estaba tratando de no perder la paciencia. Mi dedo índice señalando mi pecho― ¡No quiero vivir con una desconocida! ¡No quiero ser tutor de nadie!
Mi padre, sentado en el sillón frente a mí, entrelazó sus manos mientras sus codos descansaban en sus rodillas. Su expresión seria e inquebrantable me decía que esto no tenía marcha atrás. Pero quería intentarlo, por Dios Santo que sí.
―No te estoy pidiendo permiso, Harry. Esa chica es mi ahijada y ha quedado sin su padre. No tiene a nadie más. Yo no puedo cuidar de ella, pero tampoco puedo dejarla a su suerte. Así que ella se quedará contigo en esta casa que YO compré ― Se señaló a sí mismo, imitando el gesto que momentos antes yo había usado―. Sólo serás su tutor hasta que yo pueda ocuparme de ella y luego cumpla su mayoría de edad. Sólo te pido que la cuides 8 meses, me desocupo de mi trabajo y viajes y luego me hago cargo yo junto a tu madre. Tiene quince años, en unas pocas semanas tendrá dieciséis. Ocho meses pasan volando y cuando se cumpla el plazo ya no será tu responsabilidad ―Se veía exasperado ahora. Pero yo lo estaba más.
―¿Ocho meses, dijiste? ¿Ocho jodidos meses, papá?
Ok ya, esto fué más de lo que pude aguantar. Me levanté del sillón y empecé a caminar de un lado a otro. Necesitaba descargar mi frustración de alguna manera.
―Sí, eso dije. Creo que podrás asumir esa responsabilidad ―Su voz aún serena, aunque firme y demandante.
Esto no puede ser, tiene que ser una pesadilla, una mala broma, un Karma. Una niñata en mi espacio, mi casa, no lo puedo admitir...
― ¡NO LA QUIERO AQUÍ! ―Bien, Harry. Muestra tu punto, aunque sea a los gritos. Debo admitir que este no es mi estilo. Pero mi autocontrol se quebró hacía minutos atrás ― Además, no la conozco. Me gusta vivir solo, no puedes obligarme a hacer lo que quieres.
Pasé mis manos por el cabello. ¡Dios santo! Hace unos minutos estaba totalmente tranquilo, viendo las noticias en CNN. Y ahora a mi genial padre se le place venir de "visita", solo para terminar soltándome semejante bomba de noticia.
Él se levantó y se cruzó de brazos frente a mí. Su estatura me igualaba y su mirada me advertía una amenaza.
― Bien. Entonces olvídate de tu puesto como vicepresidente de las empresas Styles ―Mi ojos se abrieron con sorpresa e incredulidad ― . Tú decides, Harry Edward.
Froté mi rostro con las manos. Bufé en señal de frustración y derrota. No tenía otra opción. Trabajo para la empresa de mi padre, mi sueldo depende de él. No iba a buscar otro empleo. Y no iba a pasar de ser Harry El-hijo-del-dueño Styles, para solo ser un empleado más. Además ¡Sólo serían ocho meses, no es una mocosa chillona de ocho o diez años! ¿Qué tan malo puede ser? Luego la chica estaría en manos de mi padre y se iría dejandome en paz. FIN. Será así de fácil ¿No? ¿No?
―Bien, no me queda de otra ¿o sí? ―Negó satisfecho de mi rendición―. ¿Cuando llegará la chica?
Me tiré en el sofá de mala gana.
―Pasado mañana... Y, por favor, trata de llevarte bien con ella. Estudiará el resto de la preparatoria en Royal Holloway ―Respondió al tiempo que se servía un trago de whisky que reposaba sobre una mesita―. Harás el favor de llevarla y mostrarle un poco el instituto. Tú estudiaste allí así que lo conoces bien.
―Oh no. De ninguna jodida manera haré de su chofer y guía ―Negué con mi dedo índice con efusividad.
―Esto no está en discusión, hijo ―Dió un trago más a su bebida para luego dejar el vaso sobre la mesa―. Ahora debo marcharme, tengo mucho trabajo y varios viajes pendientes. Ya sabes, pasado mañana la vas a buscar al aereopuerto, su nombre es Avril Kipner. Mañana me comunico contigo para arreglar el trámite legal.
―Bien ¿Algo más, su señoría? ―Pregunté resignado pero con evidente sarcasmo.
―No, hijo. Nada más ―Suspiró con cansancio―. Me gustaría que lo tomaras mejor. Espero que cuando la conozcas tu actitud cambie.
Se acercó ofreciendome estrechar su mano. Me puse de pié y cuando lo hice me atrajo en un abrazo palmeando mi espalda. Amaba a mi padre, pero algunas veces lograba sacarme de mis casillas.
―Hasta pronto, hijo ―Musitó separándose de mí.
―Hasta pronto, padre.
Y así lo vi salir por la puerta principal y poco después el sonido de su coche al retirarse. Y yo seguía allí parado, viendo hacia ningún lugar en específico mientras un molesto nombre se repetía en mi cabeza... Avril Kipner.
"¡Vamos, Harry! No puede ser tan malo"
Seguro es una chiquilla, normal. Como todas las de quince. Yo como su tutor, tendría que ponerle las reglas claras desde un principio ¡Y todo bien! Tal vez, aún después de un mes de la partida de su padre se sentirá muy sola y cohibida. Tampoco puedo ser un bastardo y tratarla mal.
Definitivamente, Harry, te estás ahogando en un vaso de agua. Solo debo soportarlo unos pocos meses, solo eso. Y todo volverá a estar bien. ¿Cierto? Cierto.
Solo espero que esto no se vaya a salir de control. Una adolescente hormonal y en etapa de rebeldía viviendo en mi casa no puede ser una buena idea.
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¡Hola! Bienvenidos/as a mi FanFic, espero que les guste.
ADVERTENCIA para las menores:
Este Fanfic contiene:
*Lenguaje obsceno.
*Escenas sexuales underage.
*Violencia.
*Blah blah blah.
Pero como ustedes son rebeldes y siempre hacen lo que les da la gana, sé que van a leer, asi que: ¡No quiero lloriqueos ni pataletas! e.eNota: No esperen escenas sexuales muy pronto, sin embargo, sí las leerán.
Si les gusta dejen estrellitas please, no les toma mucho tiempo y motiva a seguir escribiendo.
¡Que lo disfruten!
Bss, A. S. Carter
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Problem is Avril [H.S | Z.M]
FanfictionAvril Kipner tiene 15 años y un talento innato para buscar problemas. Tras la muerte de su padre decide cambiar... Pero no se cambia de un día para otro lo que has sido toda tu vida. Harry Styles, el nuevo tutor de Avril, tiene 25 años y es tan plan...