Capítulo 31

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Avril

Son pasadas las diez de la noche cuando cierro el portón de la entrada procurando hacer el mayor ruido posible, para que Harry sepa que estoy saliendo. Aún desde acá afuera puedo denotar las luces de su cuarto encendidas y la sombra de su silueta recostada al lado de su ventana, de espaldas a mí.

Su comportamiento me lleva al borde. Me he estado arreglando lenta y perezosamente, esperando el momento en el que llamara a mi puerta para prohibirme la salida y ordenarme que me quedara en mi habitación... ¡Maldición, lo hubiese hecho si me lo ordenaba! Solo por la satisfacción de saber que aún le importa lo que hago... Pero no lo hizo. Tampoco se inmutó ni abrió su puerta cuando lo llamé para "despedirme", tan solo murmuró, en un tono muy ronco y británico, un "Cierra bien el portón al salir". No podría sentirme peor, hasta que vi la mirada decepcionada de Marlon, el vigilante, cuando me vió salir.

-Cualquiera diría que en vez de una fiesta vas a un velorio, cariño.

Se me escapa un pequeño grito de susto al escuchar esas palabras. Me pregunto si será más fácil acostumbrarme a la forma en la que se aparece, en vez de esperar a que aprenda él a llegar como la gente normal, sin espantar a nadie.

-Te he dicho que odio que te aparezcas así -Le digo volteándome a verlo... Muy cerca.

-¿Así cómo? -Susurra haciéndome cosquillas en los labios con su aliento mentolado.

-Así... tan... tan...

Vaya, ni siquiera soy capaz de formular una oración coherente cuando lo tengo tan próximo a mi cuerpo, y el hecho de que sostenga los barrotes del portón trás de mí por encima de mis hombros lo hace peor... O mejor.

-¿Tan..? -Pregunta antes de atrapar mi labio inferior entre sus dientes y halar lentamente para soltarlo después.

Suspiro embelezada.

Esta noche lleva una loción divina, combinada con el olor a cigarrillos y el cuero de su chaqueta. No puedo evitar rodear su cuello con mis brazos y cerrar los ojos cuando comienza a dejar besos por mi mandíbula y mi cuello... Esto es lo que necesito.

-Estás preciosa -Susurra sobre mi piel-. Eres hermosa todo el tiempo, pero hoy... Hoy eres una diosa, mi diosa.

Gimo complacida cuando muerde suavemente el lóbulo de mi oreja y baja una de sus manos hasta acariciar mi muslo, subiendo entre mi vestido corto negro hasta llegar a presionar mis glúteos con fuerza y firmeza.

-Nunca debiste usar este vestido, Avril. No sabes lo mucho que me pone verte en él... Temo que será una noche muy larga cuidándote de los ojos hambrientos de los demás.

Lo siguiente que sé es que estamos en medio de un beso caliente y apasionado. Jugando mutuamente con nuestras lenguas, hundiendo los dedos en el pelo del otro...

De repente, gimo inconscientemente y es como un botón de alerta en su cabeza que lo hace apartarse en medio de jadeos irregulares.

-Será mejor que paremos ahora. O temo que no llegaremos a la fiesta, sino a un hotel -Se burla con una sonrisa coqueta antes de halarme hacia él y darme un beso rápido y corto-. ¿Nos vamos?

Asiento una vez, con sonrisa cómplice y le pido que se adelante mientras le pongo el seguro al portón.

Tan pronto se aleja, me volteo a hacer lo planeado y me llevo las manos a la boca cuando casi vuelvo a gritar del susto al ver al mismísimo Harry Styles en medio de las escaleras de la entrada como una fiera a punto de atacar, con respiración agitada, sus manos hechas puños y expresión furiosa. La puerta principal tras de sí está abierta de par en par, va descalzo y sin camiseta, sólo en su pantalón de pijama. No es difícil adivinar lo que venía a hacer y si Zayn y yo no nos hubiésemos parado seguramente ahora estaríamos en una guerra.

Problem is Avril  [H.S | Z.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora