Capítulo 35

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(Capítulo dedicado a: Estela)
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Avril

Sus besos húmedos van desde mi clavícula y suben hacia mi oreja. Mi respiración es un tanto irregular... Se supone que debería estar acostumbrada o preparada para las sensaciones que despiertan los besos de Harry Styles en mí. Sin embargo, muy por el contrario, sus besos cada vez me desarman más. Sus manos cada vez son más expertas al recorrerme y su aliento en mi piel, mientras deja escapar suspiros complacidos, me ponen a mil por hora.

-¿Cómo puedo estar tan malditamente enamorado de ti, niña? - Murmura contra mi cuello.

Sus manos hacen su viaje por mi cadera y se esconden entre mi camisa, rozando mi vientre lentamente, ahora soy yo quien suspira y jadea. Estoy tan ahogada en sus caricias que ni siquiera veo venir que sus caricias ascendentes llevan consigo la tela de mi camisa. Se aparta solo un poco para quitarla por completo, dejando a la vista mi brasier negro.

Su sonrisa conocedora vuelve a aparecer... Podría decir que el negro es nuestro color.

-Lindo -Murmura, deslizando los dedos de sus manos a cada lado del escote de mi brasier-. Pero no más lindo que lo que escondes debajo de esto -Dice posando ambas manos en el broche delantero de la prenda oscura.

Un segundo después, mi torso está completamente desnudo y mi brasier está en el piso.

Sus ojos devoran mis pechos reflejados en el cristal. Siento su pecho chocar y alejarse de mi espalda al ritmo de sus respiraciones erráticas. Estoy a punto de rogarle que vuelva a tocarme, pero lo hace antes de soltar alguna palabra.

Sus manos envuelven mis senos sensibles lentamente... Primero suave y con su mano entera, luego son solo sus dedos creando círculos despacio alrededor de mis pezones hinchados. Y, Dios, es la mejor sensación del mundo. Cierro fuertemente los ojos, limitándome a gemir.

-Abre los ojos, Avril -Ordena mordiendo mi cuello.

No puedo hacer lo que me pide. El placer me lo hace imposible. Pero exige ser obedecido cuando pellizca los puntos sensibles en mis senos, haciéndome abrir los ojos y gemir más fuerte al tiempo que gruñe en mi oído:

-Abre.Los.Jodidos.Ojos... Es tu regalo y quiero que lo veas.

-Dios, lo haré -Jadeo con la respiración pesada.

La satisfacción que muestra su sonrisa es alucinante, es casi vulgar, es excitante, como la forma en la que masajea mis pechos con devoción. Creo que me desmayaría de no ser por su agarre.

Su mano izquierda permanece en mis pechos, pero su mano derecha es más traviesa y sigue explorando hasta llegar a mi entrepierna sobre la tela de mi short... Y, muy al contrario de lo que pensé que haría, permance quieta en su lugar. Yo no quiero eso, necesito que me acaricie y se lo doy a entender cuando llevo mis manos sobre la suya y lo invito a moverse. Mi desesperación parece divertirle y escucho su ronca risa en mi oído; sin embargo, me deja hacer.

-Extrañaste mi toque, ¿No? -Pregunta clavando su mirada en la mía en el espejo.

-Mucho -Gimo en respuesta.

Me desconozco justo ahora. Tan excitada y desesperada.

-¿Mucho?

-Demasido -Aseguro.

-Guíame, entonces... Te daré lo que pidas, bebé -Responde.

Mis jadeos se hacen mayores cuando su mano se mueve como quiero sobre la tela de mi short. Y en un intento de calmarme, elevo mi rostro y lo invito a besarme.

Problem is Avril  [H.S | Z.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora