DESCENDENCIA ARMONICA

Capitulo 3

"EL FINAL DEL PARAISO"

—¿La oscuridad es mala o solo quiere venganza? —se preguntaba a sí mismo Luzbel mientras la miraba con un miedo increíble.

—¿Qué deseas hacer? —le preguntó Luzbel a La Marca.

La Marca le respondía metiéndose en su cabeza haciéndole ver a los humanos muertos, mostrandole la destrucción de todo lo creado y en específico de la luz, haciendo llorar a Luzbel por ver tanto sufrimiento.

—¡No! Papá ama a los humanos, le causaré mucho daño —gritó desesperado.

La marca respondía haciéndole ver en su cabeza que él podría convertirse en el nuevo creador del todo. Por primera vez algo se quebró dentro el primer Arcángel, algo que cambiaría todo. Luzbel conoció la codicia, él quería ser el creador del todo, él no quería ser el primer Arcángel, él no quería ser el portador de La luz, él quería ser La luz. Luzbel bajo a la tierra y empezó a caminar para ver a los humanos.

Todos los Arcángeles sabían que La luz había dicho a los humanos que obedecieran a sus órdenes en especial a la de comer el fruto prohibido.

—Todo esto es de ustedes dos, pueden hacer todo lo que deseen excepto comer de este manzano.

—¿Por qué Mi creador? —Preguntó Adán confundido.

—Este manzano es un tributo a mi primer gran compañero, mi hermano, gran parte de la oscuridad reside en las raíces del mismo —dijo La Luz mientras arrancaba una manzana.

Los humanos no entendieron lo que significaba, pero aceptaron la petición, en cambio los Arcángeles y los Ángeles, se sorprendieron al saber que su propio padre no pudo aguantar toda la oscuridad dentro de él, así que decidió dividirla.

—Hermano, si la oscuridad se libera de la marca, ¿Nosotros la venceríamos? — Preguntó Haniel un poco confundido a Metatrón.

—Si la oscuridad se libera de la marca ni los dieciciete arcángeles juntos la venceríamos, y si logra recuperar la mitad de su poder de las raíces de ese árbol ni siquiera nuestro padre podría hacerle frente —respondió Metratón seriamente.

—Papá ya venció a la oscuridad seguro nosotros la venceríamos —respondió Miguel con mucha confianza.

—Papá venció a la oscuridad porque la engaño, incluso los años dentro de él fueron una tortura por eso nos creó a nosotros. Tenemos parte de papá como de la oscuridad, pero aun así, el peso era demasiado para nuestro padre por eso puso la gran parte en ese manzano, que está conectado con el corazón de los humanos —dijo Metatrón aún más serio y con cierto enojo en sus ojos.

—¿Entonces porque papá les prohíbe a los humanos comer del fruto, si ya están conectados al árbol? — preguntó muy confundido Zadquiel.

—Papá creo a los humanos perfectos sin maldad en su corazón, no como nosotros, por eso son seres fascinantes —respondía Metratón mientras los miraba fijamente —lo único malo es que si ellos comen del fruto esa oscuridad que está conectada a ellos seria más fuerte, los seres piadosos y amables que creo papá serian seres fríos y sin sentimientos que solo se preocupan en sí mismos —terminó de explicar, mostrando así su increíble sabiduría.

Cuando Metatrón acabó de explicar se oyó a alguien gritar —¡Como nosotros!— era Luzbel, quien llegaba ante la mirada atónita de todos los demás Arcángeles, pues sabían que él si era perfecto, era el ser de la eterna belleza y paz.

Luzbel no dijo nada más y se fue a ver de cerca la creación de su padre. Cuando llegó al árbol del fruto prohibido encontró a Eva, ella al darse cuenta de su presencia agachó la cabeza.