Capitulo 12

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"La voz de los cielos"


-- Siento asco, bajar a la tierra es una estupidez solo por sentir una presencia extraña que a lo mejor no es nada. Igual quería alejarme de Miguel, su enseñanza está carcomiéndome la cabeza – decía Gabriel mientras caminaba por las calles.

Mientras caminaba Gabriel sentía muchas cosas de cada humano. La gran parte sentía envidia, rencor, miedo y todo tipo de cosas malas. Gabriel no entendía por qué, pues él sabía que ellos eran los seres perfectos o la creación más magnifica de su padre. Gabriel sintió asco, pues ellos aspiraban a mucho más, siendo que por ellos fue que su padre los abandono.

La humanidad es asquerosa, los humanos son hipócritas y lo que su padre les regalo ahora es un simple desecho por culpa de estos malditos seres. Esto era lo único que estaba en la cabeza de Gabriel, mientras se acercaba más y más a la casa de Sofía. Para ver que era esa fuerza, también apareció Astaroth quien se paró enfrente de él.

-- ¿A dónde vas? ¿Por qué tanta prisa? Vamos a hablar angelito, no quiero que estés tan solo – dijo Astaroth.

Gabriel lo miró y simplemente lo ignoró siguiendo su camino, pero Astaroth no tomó a bien esta actitud y se puso enfrente de él para empujarlo y buscar que le hable.

-- Te dije que quiero hablar angelito –- dijo Astaroth con cierto modo amenazante.

-- Quítate de enfrente asquerosidad y no me vuelvas a tocar con tus sucias manos. Tu mera presencia me da asco, ¿Cómo es posible que mi hermano sea tu padre? –- refutó Gabriel.

Astaroth lo mira después de que digiera esas palabras y le tira un escupitajo a la cara. Gabriel levantó una espada que le forjaron en el cielo y tiró un tajo con poca fuerza hacia Astaroth. Aunque el tajo tenía poco poder la tierra sintió un temblor bastante fuerte; hasta los animales se asustaron, todos los perros empezaron a labrar y los gatos se escondieron. Gabriel estaba completamente emocionado, pues Astaroth había logrado parar la espada con su mano.

-- Por fin algo que no morirá al primer tajo –- dijo Gabriel con una sonrisa en la cara.

La pelea empezó y aunque Gabriel se había decidido a soltar todo su poder para poder matar rápido a Astaroth y así seguir con su camino, pero aun así el príncipe del infierno estaba ganando y sin esforzarse. Gabriel entonces muy cansado y muy debilitado logro atinar un golpe a Astaroth, un golpe que soltaría un poco de sangre que cayó al suelo. Gabriel estaba muy cansado y él también se derrumbó, pero bastante cerca de esas gotas que, al sentirlas, automáticamente activó su voz, llamando solamente a los arcángeles hacia donde él estaba.

El infierno empezó a temblar, pues la voz de Gabriel era bastante fuerte, y Luzbel estaba siendo llevado hacia ella. Aunque las cadenas lo detenían y a pesar de que todos los príncipes se pusieron enfrente de este lanzado gran parte de su fuerza, para evitar la liberación de su padre, no lo pudieron evitar y todos fueron trasladados hacia donde estaba la voz. Esto le vino bien a Astaroth también, pues sus hermanos sintieron que él estaba herido. Al llegar, vieron a los 7 arcángeles enfrente de Astaroth, además, vieron a Gabriel casi muerto en el suelo y todos se pusieron en posición de batalla para pelear contra los arcángeles.

-- Perdón, mi sangre activó la magia de Gabriel –- dijo Astaroth tratando de calmar los ánimos de todos.

-- No pelearemos, pero no menciones el nombre de mi hermano con tus sucios labios. La voz de Gabriel, no es una magia, es una bendición de nuestro padre, la voz de mi hermano es la voz del cielo –- dijo Miguel muy furioso.

Miguel cargó a Gabriel y se alejó volando de la zona. A pesar de la frustración de Miguel, él sabía que no le podría ganar a ese príncipe, sabía que Astaroth tenía un nivel diferente, incluso al de los arcángeles. Miguel llego al cielo y con los demás arcángeles curo a Gabriel.

-- ¿Alguien sabe por qué razón Gabriel activaría su virtud estando tan cansado? – preguntó Miguel.

-- Esas marcas en su piel, parece que la sangre de ese demonio, lo afecto. Su poder se liberó con demasiada fuerza y casualmente solo nos llamó a nosotros –- decía Rafael.

-- Uriel, con tu virtud acelera la virtud de Rafael y descubran la verdad detrás de todo esto – dijo Miguel algo desesperado.

Rafael y Uriel eran los grandes detectives del cielo, pues Rafael era la verdad de La Luz, él podía sentir la verdad en cada ser que La Luz había creado, excepto de sus propios hermanos y Uriel era conocido como el fuego de La Luz, impulsando los poderes de cada uno de sus hermanos al máximo en la gran guerra contra los dioses. Aunque nadie lo sabía, Uriel acelero la marca de Luzbel para que sus heridas sanaran en media batalla, todo esto era porque Metatrón lo había pedido antes de la batalla. Él se quedó callado, pues también sabia, gracias a que se acercó más a su hermano Rafael, que Miguel había acabado con la vida de Ariel por ayudar a Luzbel a sanar sus alas. Uriel y Rafael permanecieron en silencio ocultando muchas cosas, al mismo Miguel.

Los príncipes estaban aterrados, pues después de haber dado tanta energía, no sabían si podían pelear contra los Arcángeles; todos se retiraron, pero Beelzebub decidió esconderse transformándose en un búho para vigilar esa zona, pues sabía que no era una casualidad que los 7 príncipes y los 7 arcángeles estén en un mismo lugar a la vez. Beelzebub también había decidido matar a Gabriel y robarle su virtud para matar uno por uno a todos los arcángeles, porque él sabía que la fuerza más grande entre sus filas era la llamada Voz de los cielos.

DESCENDENCIA ARMONICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora