DESCENDENCIA ARMONICA

Capitulo 14

"Tan fuerte como el mismo rayo"

-- ¿Qué es este lugar? - pregunto Sofía mientras descendían del carruaje

-- ¡Este es el monte olimpo! – gritó Ares -- hogar de los dioses griegos y el único lugar capaz de soportar una pelea con la magnitud de los dioses. —prosiguió Ares.

-- Pero este es tu hogar, ¿seguro que no se destruirá? – preguntó asustada Sofía.

-- En la antigüedad existían los titanes, ellos llamaron este lugar como el Monte Ostris. En la gran Titanomaquia, los dioses los vencimos cambiando de nombre este lugar al Monte Olimpo. Confía en mí, no se destruirá –- explicó Ares ante la mirada asombrada de Sofía.

-- Te enseñaré, los dioses liberamos nuestros dones casi siempre con las peleas. Entonces veras una pelea amistosa – dijo Loki.

-- Loki, no me hagas reír no me duraras ni para calentar – dijo Ares muy confiado.

-- ¡Quiero saber si tú me aguantas a mí, aunque sea para el calentamiento! – gritaron fuertemente desde el fondo.

Era Thor, el Dios del rayo quien venía a retar a Ares. Loki al ver esto subió rápidamente con Sofía a unas gradas desde donde observarían todo.

-- ¡Vamos! ¡Quiero romper ese martillo! –- gritó Ares con una gran sonrisa, pues le encantaba pelear con rivales fuertes.

-- Espero que tu débil espada no se destruya – respondió Thor entre risas.

Los dos dioses más fuertes, tanto el nórdico como el olímpico estaban frente a frente. Sofía sentía todo ese poder, sabía que los dos eran fuertes, pero ella siempre le tenía más confianza a Ares.

La pelea comenzó y Thor lanzó su martillo hacia Ares, él lo esquivó con mucha facilidad, pero Thor soltó una pequeña sonrisa que intrigó a Ares. Por ello, Ares empezó a aparecer una armadura en su cuerpo, un escudo, una lanza y su espada, mientras empieza a correr hacia Thor. Del cielo cayó un rayo, poniéndole también una armadura a Thor y en el preciso momento en el que Ares estaba a punto de clavarlo con su lanza, apareció el martillo evitando el ataque. Ambos retrocedieron para analizar su siguiente movimiento.

-- El combate recién comenzara, los dos se dieron una muestra de respeto con esta pequeña demostración –- dijo Loki a Sofía cuando notó lo asombrada que estaba

-- ¿A esto le llama solo una demostración? ¿Cómo será la pelea? — se preguntaba Sofía en su mente.

Ares arrojó su lanza con muchísima fuerza, parecía como un rayo se dirigiéndose a Thor, pero él con su martillo destrozó la lanza.

-- ¿Intentas lanzarle un rayo al dios del rayo? – preguntó Thor de forma burlesca y soltando una gran carcajada.

Acto seguido dirigió su martillo al suelo haciendo que un rayo caiga del cielo hacia Ares. Él levantó su escudo y detuvo el ataque completo, pero el escudo queda completamente destruido. Los dos se miraron y sonrieron, pues sabían que tenían un nivel muy parecido y ambos disfrutaban las luchas con rivales poderosos., La pelea continuó, Ares intentó nuevamente atacar a Thor. Él, como un dios nórdico, no se quedaba atrás y respondía rápidamente a cada ataque con uno más fuerte que hacían retumbar todo el lugar. Los dos demostraban una fuerza tremenda, parecía que ninguno bajaría la guardia y que la pelea continuaría así de igualada por mucho rato, pero entonces un vapor rojo empezó a salir de Ares, esta era la furia olímpica, su divinidad, un poder con el que cada dios nacía.

-- Entonces mostraremos todo nuestro poder en esta batalla, hagámoslo interesante – dijo Thor con una expresión alegre y emocionada.

Empezaron a salir rayos de su cuerpo y los golpes de sus armas al chocar sonaban como truenos. Sofía, aunque parecía increíble, podía ver todos los movimientos, aunque la velocidad de estos dos comenzaba a aumentar muchísimo más. Loki la observo y se asombró bastante, pues él le había perdido el paso de la pelea ya hace mucho. La pelea finalmente llegó a su fin con un gran choque de armas donde los dos lanzaron lo mejor que tenían. Ares terminó de pie mirando a Thor, quien se desmayó por el impacto. Ares se acercó a él mientras estaba tendido y Loki tenía miedo pues la divinidad de Ares seguía activa y temía que quisiera seguir peleando.