14 / 𝐐𝐮𝐚𝐭𝐨𝐫𝐳𝐞

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La alarma de Kou sonó a la misma hora que todos los días.

Soltó un suspiro, deteniendo su escándalo para ver como la luz del dispositivo disminuía hasta apagarse, dejando que nuevamente la oscuridad lo abrazase pero sin que olvidara que estaba despierto por algo específico, debía a ir a clases.

Mitsuba desayunaba, mientras leía desde su celular la cantidad de mensajes que mandaban sus amigos entre ellos.

Todo bien, tranquilo y callado hasta que se hizo presente su madre quien ya sabía que todas sus sospechas eran ciertas al ver a Mitsuba con el uniforme masculino de su secundaria, dejándole en la inevitable necesidad de jugarle una broma para que le fuera sincero: —¿Sabías que siempre preferimos llamarte Sousuke con tu padre?— le comentó finalmente haciendo que este dejara de deslizar su dedo pulgar sobre la pantalla, viéndole.

—¿A qué va eso?— murmuró tratando de no asociar mal las cosas.

—Sou, ya lo sé.

—...¿Qué sabes?— insistió haciéndola reír por notar su inseguridad, aunque rápidamente recordó lo que le dijo Sakura el anterior día, era válido para ese momento —Supongo que... eso— ella asintió ganándose un suspiro de este —Mamá, ¿si ya lo sabes para qué decirlo yo?

—Quizás para escucharte confesarlo con orgullo.

—...Touche.— murmuró por no poder pensar una respuesta que fuera válida, al contrario, sabia que tenía que practicar hacerlo —...Soy un chico trans... creo.

—¿Crees?

—No.— terminó haciendo que esta sonriera enormemente, hasta recordar un último detalle que le asustaba.

—¿Estas usando vendas en tu pecho?— cuestionó por la salud de su hijo mientras este negaba calmando aquel único detalle que le asustaba.

La conversación terminó debido a los horarios, Mitsuba se levantó corriendo a buscar su mochila y volver a bajar recibiendo un lindo beso en su frente en señal de amor materno puro.

—Ten un buen día, ¿bien?

—Tu igual.— afirmó Sousuke, mentalizandose a si mismo con aquel nombre masculino que se asemejaba al suyo —Adiós, nos vemos luego.

Movió su mano de un lado al otro, saliendo de allí, acomodando la bufanda amarilla que cubría levemente sus labios y cuello, dejando que su cabello se incluyera entre ellos pero terminaba por flexionarse y salir.

Su aliento se volvía pálido, denotando la baja temperatura de las calles que acostumbraba a caminar sin darle la gran importancia pero siendo como un niño que gozaba de ver aquel pequeño vapor que se desvanecía a los pocos segundos.

Kou dejó a su hermanita menor en su escuela, caminando a la suya cabizbajo, con esa chaqueta cubriéndolo del frío al que no le daba importancia pero si recordaba por la coloración rojiza que había generado en sus manos.

Ambos se encontraron frente a frente ante la puerta de aquel edificio, sin hacer más que verse a los ojos e ignorarse con culpa, para entrar.
Kou notaba sus cambios físicos, sin considerar nada en especial, deseando quedarse completamente callado para evitar momentos incómodos. Obviamente incomodaba las preguntas del tipo "Ah, ¿Te volviste chico? Persona que antes era una chica y era mi novia pero ahora terminamos, siento que me odias y que todo nuestro amor se fue al carajo, pero aún así te amo, pero ¿Yo? ¿Gustar de un chico? Jaja"

Your Type 𓂃 MitsukouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora