19 / 𝐃𝐢𝐱 - 𝐍𝐞𝐮𝐟

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Mitsuba terminó de acomodar la camiseta que usaría de pijama, tirando un poco de ella para que se separara de su anatomía.
Se permitió el ver la habitación del rubio con ira al acabar, no sabia si con él mismo o con Kou por haberlo convencido.

Se gritaba internamente por haber aceptado, era algo innegable.
No había pensado completamente en la situación hasta que llamó a su madre para preguntarle si le concedía el permiso correspondiente para quedarse, este fue dado, pero luego de advertirle el pequeño pero gran detalle que su mente había bloqueado totalmente.

"Van a dormir en la misma cama"

Le recordó al chico, mientras este habla con ella cambiándose con las prendas prestadas por Kou para que no durmiera en uniforme escolar. Después de todo, eran de la misma altura y por ello siempre compartieron ropa como si nada.

Un gusto culposo por parte de Mitsuba toda su vida, que recobró sentido en el presente, pero ese no era el punto. No tenía nada que ver con las ganas de tirarse por la ventana del chico, que ni si quiera dijo que ya lo sabía.

No podía decir, ni hacer mucho al respecto, más que quejas internas que no llevarían a nada, simplemente eran inútiles, y debía de aguantarse. Él mismo se metió en ese lío al aceptar y debía asumir las consecuencias de sus actos conscientemente.

Se tiró en la cama de la habitación de sábanas oscuras como si fuera la suya. En un suspiro cansado de insultarse de todas las formas que conocía por no pensar en algo como en dónde dormiría, era básico después de todo.

Trató de olvidar eso. Acomodándose de costado, con su mejilla en sobre la almohada para ver su teléfono mientras que el dueño de la habitación se estaba duchando en el baño de la misma, permitiéndole a los oídos de Sousuke escuchar tras la puerta, como la lluvia artificial se quebraba contra la superficie que estuviera más elevada del suelo y con la que su caída marcaba su final.

Tsukasa estaba despierto, era como si ese chico nunca durmiera pero no se quejaban de eso, su hermano era quien lo sufría.

Mandaba fotos de su cara de distintos ángulos en forma de respuesta haciendo reír al pelirosado, por estas no tener lógica alguna, solo eran expresiones con una gran cara de sueño por parte de Amane de fondo, al cual pareciera que no tenía intenciones de mostrar pero era sumamente gracioso de ver.

Llegó el punto donde apagó su celular simplemente. Dejándolo caer boca a bajo, a pocos centímetros de su rostro. Caída que le hizo sentir esa tenue brisa frente a sus ojos. Pestañó por inercia debido a esta, enfocando su vista en lo que estaba frente a él; la pared que Kou había decorado por años, ignorando los mensajes nuevos del chico.

Mitsuba jamás dejó la fotografía después de la muerte de su padre, o más bien, fue un camino algo largo.

Al principio lo hacía por su memoria, con lo que él le enseñó y lo que le gustaba en vida. Una dependencia que si no seguía, lo hacía sentir miserable o de poco valor.
Luego porque era bueno en eso. Por lo que en ese momento esperaban de él y de su aparente talento, no lo llenaba, pero tampoco era lo suficientemente bueno en otras cosas como para recibir los halagos que buscaba, se había perdido completamente buscando el por qué la amo en el principio.

Pero finalmente, lo hizo por él, encontrando nuevamente esa luz motivadora que le hacía sentir cada click que hiciera su cámara, conociendo un gran gusto por fotografiar a la persona que amaba, esa que hacía que su vida se llenara completamente, no era experto en el área de teoría, nunca la necesito del todo. Pero Kou siempre fue su modelo favorito, y quizás todo se lo debía a esa pequeña acción de sonreír detrás de la cámara y lo que generaba ver estas al revelarlas. Sincerando totalmente su corazón y mostrando lo que era la fotografía para él: algo tan honesto como lo era la belleza a sus ojos, de la una forma tan perfecta donde su pasión y sus emociones se unían, como lo hacían la mayoría de talentos de alguna manera.

Your Type 𓂃 MitsukouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora