Con un beso en la noche;(Betty x Michel)

Cap34. Alejandra Zing

Después de esa "cita" con ese joven que fue atrevido con ella regresó a la oficina, no quería ver a nadie, estaba de mal humor, así que hizo todo su trabajo para terminar el día e irse a su casa.

...
Beatriz se fue de su casa muy temprano, siguiendo la misma rutina de arreglarse pero no comer, pero es que no le aparecía comer algo, así que pensó que sería buena idea ir al doctor el siguiente día si no es tarde, por su puesto.

Las puertas del elevador se abrieron, dieron paso a Alejandra Zing, la venezolana, piel Canela y una sonrisa deslumbrante. Las secretarias se pararon como trampolín al verla, pues ya tenia meses de que no había pisado ese piso de Ecomoda, ¿A qué habrá venido? ¿Armando? ¿Destruir el contrato? No se sabia, pero debes de preguntar por Armando Mendoza, se acercó a Aura María.

AZ (Alejandra Zing): Hola buenos días
A: Buenos dias - La mira de cabeza a pies con mala gana -
AZ: Vengo a ver betty
A: ¿Tiene cita?
AZ: No es que, no sabe que estoy aquí, quiero hablar con ella sobre cosas de negocios, ¿Esta ocupada?
A: Si, está muy ocupada mejor regrese otro día - Sale Armando -
AM: Pero si es Alejandra Zing, ¿Que haces acá?
AZ: Vengo a ver a Beatriz, es que quiero hablar con ella sobre un nuevo evento que tengo aquí en Colombia, y la quería invitar, pero aquí me han dicho que esta muy ocupada
AM: Ay no, yo te hago pasar, ella siempre tendrá tiempo, ven - Le da el brazo -
AZ: Gracias. Hasta luego - Se despide de la secretaria de presidencia -

Aura María solo abrió la boca, como las otras dos que estaban al fondo, pues Armando siempre se a comportado así con ella, desde la primera ves que llegó con ella a Ecomoda, pero esta no sería una excepción. Tocaron la puerta y Beatriz había dado señal para que pasaran.

AZ: Hola betty - Saca un sonrisa coqueta -
B: Alejandra ¿Como esta? ¿Que hace por aquí? JOJOJO - Se levanta a saludarla -
AZ: Vine a hablar contigo, es que quiero invitarte a algo ¿Puedes?
B: Claro que si, pase, siéntese ¿Quiere algo de beber?
AZ: No, no, gracias, estoy bien asi
B: Eh... Don Armando ¿Necesita algo? - Diciéndole con indiferencia -
AM: No, solo vine a dejar a Alejandra, permiso - Se va -
B: Y dígame ¿Que me quiere decir? ¿A qué me quiere invitar? JOJOJO
AZ: Mira, hay un desfile sobre mi empresa, de moda sobre todo eso, combinada con accesorios de Ecomoda, con los productos que se importaron por la firma de la franquicia. Es aquí en Bogota, mañana a las 7:30pm empieza, y quiesera que fueras para que vean a la presidenta de la empresa con los productos lanzados
B: ¿De... de verdad?
AZ: - Asendio con la cabeza -
B: Bueno pues, acepto, la veo mañana ¿O hay otro tema?
AZ: Solo ese, vine de rápido por qué aún tengo que hacer otras cosas para el desfile. Te entrego tu invitación - Le entrega un sobre - Puedes llevar a un acompañante, al que quieras. Y esta es para Armando, se la pasó a dejar yo. Nos vemos betty, fue un gusto volver a verte, y aún siguiendo como presidente de Ecomoda - Se dan dos besos - Chao
B: Chao

Alejandra salió de ahí para darle la otra invitación a Armando para que vaya también a su desfile, pero al momento que iba a entrar salió Marcela, la miró con muy mala cara, hasta que la saludó.

M: ¿Usted qué hace por aquí?
AZ: Vine para hacer una invitación a Beatriz y a Armando
M: Ya, ¿Nada más? Para eso le podía dejarles la invitación con sus secretarias, no tiene la necesidad de pasearse por los pasillos - Se va acercando hacia ella -
AZ: Prefiero entregárselos personalmente, es más formal y tiene tiempo que no los veo
M: Pues no que los está invitando para algo ¿No los vería ahí?
AZ: No se si vayan a asistir. Tengo poco tiempo, permiso - Entra a la oficina de Armando - Armando
AM: ¿Como estas? - La saluda - ¿Que te trae por aquí?
AZ: - Saca la invitación - Te invito a mi desfile, como se lo dije a betty, hay cosas de Ecomoda que se usarán durante este, y pensé que sefia buena idea invitarlos
AM: Pues claro que es buena idea y más si no habíamos hablado
AZ: Perdoname, mucho trabajo, ya sabes. Y ahora no podemos hablar, te parece si quedamos otro momento tengo que seguir viendo todos los preparativos para el desfile
AM: Esta bien, te acompaño al ascensor - Salen del despacho - Fue un gusto volver a verte - Da una sonrisa relajada -
AZ: Igual, te espero para mañana en la tarde, nos vemos - Se dan dos besos - Adiós

Armando se fue directo a su oficina, pues con una sonrisa muy satisfecha por volver a ver a una amiga, sentía alivio, tal vez ella le podría ayudar con que hacer, si dejar ir a Beatriz o seguir luchando, pues es obvio que ella ya ni le quiere dar la hora, pero el amor es ciego, dicen por ahí, que no te deja ver que ya esa persona te está haciendo a un lado, tan terco eres que no la dejarás ir, aunque quieras, por que la tiene metida en la cabeza y el corazón, y en ninguno te lo puedes arrancar de cuajó.

...
Al llegar la tarde, Beatriz se sentía desvanecida, con pocas fuerzas, tenia ganas de vomitar, no se le veía nada bien, pues hace tiempo que no come bien. Por eso decidió irse de ahí, pues no se sentía bien, sentía que se podría desmayar ahí mismo. Cuando salió aún estaban las secretarias, guardando sus pertenencias en sus bolsos, ella simplemente tenía cara débil, iba a mitad de camina cuando sintió como se le nubló la vista y cayó dando un fuerte golpe al suelo, todas se asustaron, se levantaron de sus asientos y fueron corriendo hacia ella, tenia pulso, que iba disminuyendo, pero no hacía caso a los llamados, hasta que salió Nicolás y vio a su amiga tirada en el piso sin estar consciente de nada.

N: ¡Betty! ¿Que pasó?
A: Se desmayó Don Nicolás, no sabemos por qué pero cayó justo cuando iba de salida
N: Llamen al hospital - Le toma el pulso - Esta bajando. ¡La ambulancia! - Sale Armando -
AM: ¿Que pasó?  - Se acerca a la bola - Betty - Diciendolo en tono de susurro -
A: Ya viene la ambulancia, en 10 minutos están aquí
N: No, en 10 minutos, no, está disminuyendo el pulso. Tenemos que llevarla al hospital
AM: En mi carro si quiere
N: No, será en el mío. Aura María, llamd a Doña Julia y a Don Hermes y dígales que le paso a betty, que los espero en el hospital - Le da la dirección - Ayudenme a cargarla

Unos cuantos brazos ayudaron a Nicolás para cargar a Beatriz, pues tenia peso muerto, cada vez más su pulso bajaba, no sabían que hacer en ese caso, nunca le había paso eso a ella, ni menos se sabia por qué estaba así, pues fue algo tan repentino. Nicolás iba a toda velocidad pero sin causar ningún accidente, cuando llegó alguien lo atendió rápido, pues vieron al hombre muy desesperado gritando como loco, que hasta llamó la atención de media sala del hospital. Subieron a Beatriz a una camilla, la mujer estaba perdiendo la respiración, ya no se sentía su corazón latir o que se moviera. Se la llevaron a otra sala para reanimarla.

Pasaron solo diez minutos hasta que llegaron Doña Julia y Don Hermes al hospital, Nicolás estaba sentado mirando el suelo, sin emitar una sola palabra, pues estaba pensando en que pasaría con su amiga, hasta que las voces lo desconsentraron.

DH: ¡Nicolás! Haga caso hombre
N: Don Hermes ¿Que pasó?
DH: Eso le estamos preguntando a usted ¿Donde está betty?
DJ: Llamaron a la casa para decir que estaban aquí en el hospital ¿Que pasó Nicolás? ¿Donde está mi niña?
N: Doña Julia, betty se desmayó en Ecomoda, la traje lo más rápido posible. La llevaron a otra sala para ver como esta, ya que... - Hizo una pausa - Ya no respiraba

Ahí, en ese momento, a él le tembló la voz, a Julia se le fue el mundo, pues su única hija, pensó que se iba a morir, se sentó junto con Nicolás para tranquilizarce y Hermes no dijo nada solo se sentó.

No recibían noticias, de nada, ni de enfermeras ni del médico, estaban preocupados hasta que un señor de bata blanca llamó.

X: Familiares de Beatriz Pinzón

Se acercaron a él, no sabia si si pudieron reanimar a Beatriz o no, si se había muerto por qué ya no le llegaba la sangre, por que su corazón dejó de palpitar, o si, si pudieron reanimarla y ahora mismo irían a verla, pero el médico no emitía ni una palabra, se quedó mirando papeles para explicarles una situación devastadora o una magnífica.

Pues uno nunca sabe a qué aferrarse, por eso siempre se está en el punto medio.