Cap59. Correr por la lluvia

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Después de un par de días la relación de Michel y Beatriz era más apegada, eran ahora si, como novios verdaderos, pero siendo amigos.

...
José Omar, un hombre que ninguna mujer a podido dominar, dicen las revista sociales, un hombre más cotizado de Colombia, junto con Daniel Valencia. Dos grandes, uno que a buscado su tipo de mujer pero que nunca la encuentra y otro que solo se deja llevar.

José Omar.

Marcela y el habían quedado de nuevo para verse, salir a beber a un bar, ver como tocan Jazz en cualquier restaurante, con lujo o sin, Marela vio que no importa el lugar de donde sea la cita, de cuanto valga, si no que la pases bien junto con tu acompañante. Así como fue la primera opción iba saliendo una sonrisa para nada forzada, con una que hizo que las secretarias vieran a la Marcela Valencia que conocieron, la que desataba la belleza y alegría, esa Marcela, le gustaba a todos.

Presionó por varias veces el botón del ascensor, cuando abrieron sus puertas se encontró con la persona con quien menos quería toparse.

M: Armando
A: Marcela - Le dice en susurro -
M: Me das permiso
A: ¿A donde vas? - Pone un tono de mando -
M: Armando, voy a un lugar, y eso a ti, no te importa
A: Ya - Mira hacia abajo - ¿Tienes novio ya?
M: ¿Qué?
A: Si, si ya tienes novio, o quedante, lo que sea - Tola tiempo - ¿Amante clandestino?
M: Que Cruz, contigo, no por que te haya ayudado cuando estabas escho polvo, no por eso te voy a permitir que me hables así, aunque supongas de las cosas que tengo
A: No claro que no - Mete sus manos a sus bolsillos - ¿José Omar?
M: ¿Qué buscar Armando?
A: Nada
M: ¿Entonces?
A: ¿Quieres ir a tomar algo? Para no se, hablar y disculparme de lo que paso después del cóctel de esa noche
M: Puedes disculparte aquí y en donde sea. No acepto tu petición por que no es tentadora, y no me interesa salir con alguien como tú, que pierde el control cuando toma demasiado, el autocontrol es escasa para ti, permiso - Se mete al ascensor sin más -

El trayecto de Ecomoda para el bar en donde habían quedado fue tranquilo, ese tráfico de Bogotá no estaba, y agradecía a Dios, pues no tendría que soportar a gente gritando, tocando el claxon para que se muevan como por arta de magia, o como si es ayudara para que se pudieran mover.

Cuando llegó al lugar donde vio que era un lugar muy fino, pero a la vez con un toque de discoteca y con parte de restaurante, no había tanta gente, lo notó por la cantidad de automóviles que había afuera, y el que no vio fue el de José Omar. Se fue adentrando al lugar, se sentó en la barra para esperar al hombre de buen porte, mientras veía a los músicos tocar una canción cualquiera. Cuando tuvo su Brandy en la mesa lo iba a agarrar pero una mano tonable, lo agarró. Siguió la mano con su mirada y se encontró con el rostro de sus cita, vio como llevaba el vaso para sus labios, al igual que pasó su mirada por su cuello para ver como pasaba ese líquido ardiente, pero lo que no vio, fue su notoria cara que puso al sentir el calor de la bebida.

JO: ¿Espera a alguien? - La mira -
M: Si - Se gira para quedar enfrete de él - Tengo una tipo cita - Pone una sonrisa -
JO: Uff - Deja el vaso en la madera - Que des obligada es esa persona ¿No?
M: Ajam - Toma el vaso y lo bebe - ¿Y usted?
JO: ¿Yo? Nah - Se recarga en la barra - Yo estoy bien con la compañía que tengo - Mira los músicos - ¿Quiere pasar a mi mesa?
M: No suelo sentar con desconocidos
JO: ¿Solo sentar? - La mira con una sonrisa y una ceja levantada - Venga, en lo que espera a su cita inrreponsable - Comienza a caminar -

Marcela tomó el último trago de su bebida, hizo una mueca a la referencia de que le quemó pero que lo pasó sin problemas. Hizo un ligero azoton en el vidrio en la madera, agarrando su bolso de mano para luego hacer sonar ligeramente sus tacones, cuando llegó enfrete de José Omar, le dio un beso en la mejilla izquierda. Luego paso a sentarse en el sofá rojo que había en ese lugar.

JO: ¿Que tal su nueva cita?
M: Me parece muy buena, pero aún falta mucho para que supere el rango
JO: ¿Quien tiene el primer lugar?
M: Un picnic - Le regala una sonrisa - Espero que esto supere esa vista y la comida
JO: Claro que lo va a superar

Después de eso pidieron de comer para que el alcohol no ardiera en el estómago y no se sintieran tan desguansados tan rápido. Cuando terminaron de su comida ya era de noche, se escuchaban ligeros truenos caer, y se veía que hacía viento, vieron que las hojas de los árboles revoloteaban del lado contrario de donde iba alguna gente. Pero ellos no se inmutaban, el lugar estaba caliente y ellos como si nada.

Llego un grupo de Jazz, tocaron varias canciones, algunas relajadas y otras un poco más movidas o donde solo participaba el piano y el saxofón. Disfrutaron el sonido, la compañía, la bebida, y el lugar.

X: Desean algo más
JO: Si
X: ¿Que cosa?
JO: La cuenta - Pone una sonrisa -
X: Claro que si caballero, ahora mismo se la traigo
JO: Gracias - Comienza a ponerse su saco -
M: Le ayudo a pagar - Saca su cartera -
JO: No, no, no - Mete la tarjeta de la mujer en su sitio - Me puede pagar en acompañarme a caminar por las calles ¿Le parece? Necesito que se me baje el alcohol que tome y quiero su compañía - Llego el mesero -
X: Aquí tenga - Le entrega una mini carpeta negra de piel -
JO: Ahí está todo - Se levanta - ¿Vamos?
M: Si

Cuando salieron sintieron el frío golpear sus caras, subieron al carro de Marcela, ya que José Omar le dijo a su chófer que se llevara el de él. Llegaron a una calle solitaria, pero muy bonita. Bajaron del carro y comenzaron a caminar por el medio del pavimento. José Omar con las manos en los bolsillos, al igual que la mujer de su lado. Comenzo a caer una pequeña brisa, que Marcela siento pero José Omar no se inmutó de esta.

JO: Venga - La toma del brazo -
M: ¿A dónde? - Lo ve acostarse entre las líneas blancas - ¿Qué hace?
JO: Viendo los colores del semáforo
M: Hay que irnos
JO: ¿Porqué?
M: Por qué va a comenzar a llover, y puede pasar un carro, lo puede atropellar - Mira para la dirección contraria del semáforo - José Omar
JO: ¿Si?
M: Vamos
JO: No - Se para - Hay que disfrutar el momento Marcelita - Le roba una beso un beso -

Marcela se quedó impactada, pensó que era efecto del alcohol pero cuando menos lo espero, el la agarró de la cadera y comenzó a besarla con tranquilidad. ¿Alcohol por ambas partes? No. ¿A quién quiere engañar? Ella también lo deseaba desde que comenzó la velada.

Mientras ellos se besaban con tranquilidad pero a la vez con fulgor. La lluvia se desató, haciendo que se mojen sus cuerpos en medio de la calle y con un beso. Se separaron, se vieron en los ojos, sinbdecir nada. Les gusto.

JO: Alcanceme si puede - Comienza a correr -
M: No, espere, tengo tacones
JO: Quiteselos - Dice por el otro lado de la cera - Venga - Marcela echa a reír y solo camina - Por Dios, que aburrida
M: Intente caminar con tocones y en medio una lluvia
JO: Estamos caminando en medio de una lluvia
M: Ajam - Lo mira y le regala una sonrisa -

Llegaron hasta el carro, se quitaron los sacos al igual que el calzado. Correr entre la lluvia, no sale tan mal, bueno, en ocasiones, hay veces que te mojas más para alcanzar el bus, pero equis. Un beso frío pero con calor. Pocos entenderían el por qué fue su beso así.

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En este capítulo me inspiré un poco en la película de "El diario". La recomiendo por si no la han visto.

Con un beso en la noche;(Betty x Michel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora