⌗𝐍𝐨𝐛𝐨𝐝𝐲 𝐋𝐢𝐤𝐞 𝐘𝐨𝐮

Capítulo 8

*El de la foto es Justin mayor.

Lia's POV

—Hija—levanté la mirada de mi cuaderno cuando mi mamá llegó a mi habitación.

—¿Qué pasa?—pregunté girando mi silla a su dirección.

—Ryujin vino a verte, dice que quiere hablar contigo—fruncí el ceño al escucharla.

—¿Y por qué no subió?—me puse de pie aún confundida.

—Dijo que te esperaba en el jardín—asentí pasando por su lado.

—Gracias mamá—le di un beso como agradecimiento antes de bajar las escaleras y dirigirme al jardín, abrí la puerta buscando con mi mirada a Ryujin hasta que la vi en lo más lejano del lugar—. ¿Qué haces aquí?—ella se giro para verme.

—Vine a hablar contigo—asentí nerviosa ante lo que quería decirme, su mirada también reflejaba seriedad y eso era algo que nunca se le veía.

—¿Sobre qué?—tomó un largo suspiro y después soltó el aire mirando hacia otro lugar.

—Es estúpido que te diga esto pero... —me miró a los ojos —. Ya sé sobre tus sentimientos hacia mí—apreté mi mandíbula al escucharla, baje mi mirada hacia el césped no teniendo el atrevimiento de mirarla.

—¿Y quién te lo dijo?—pregunté pero ella permaneció en silencio—. ¿Fue la estúpida de Yeji? Porque si es así déjame decirte que es falso.

—¿Yeji? ¿Qué tiene que ver Yeji aquí?—guardé silencio—. Te hice una pregunta.

—Vino a mí en la preparatoria, tuvimos una pequeña discusión... —me interrumpió.

—¿Por qué fue la discusión? ¿Por qué inventaste que solo había salido con ella por ser popular?—la miré de inmediato.

—¿Entonces si fue ella la que te lo dijo?—pregunté en un grito.

—Baja la voz—me dijo tranquila—. Y no fue ella, ya te lo dije.

—¿Entonces quién mierda fue?

—Lo deduje yo sola, por tus cambios y comportamientos desde que te dije que Yeji me había invitado a una cita—reí ante su explicación.

—Entonces solo lo piensas, pues déjame decirte que no es cierto—la vi soltar un suspiro mientras rodaba los ojos.

—Deja de mentirme, ya lo sé—me crucé de brazos mirando hacia otro lado—. ¿Por qué no me lo habías dicho?

—¿Para qué? ¿Iba a cambiar algo entre nosotras?

—Merecía saberlo, esto es algo de las dos—negué sintiendo que mis ojos se humedecían.

—¿Ahora que lo sabes, cambia algo?—levanté la mirada para ponerla en sus ojos—. ¿Va a cambiar algo entre nosotras?—me acerqué quedando a centímetros de ella, sus manos se posaron en mis hombros para detenerme.