Todos hemos escuchado del hanahaki ¿verdad? Si esa enfermedad que hace que las personas tosan flores si tienen un amor no correspondido, pues veras Langa Hasegawa tiene algo parecido solo que es aún peor.
Langa nació con un tipo de hanahaki diferent...
Reki estába en su casillero cuando un golpe en su brazo lo hizo voltear a ver a su amigo Miya, se le notaba molesto tanto que por lo visto venía sin su común delineado.
— Buenos días — se quejó Reki mientras se sobaba el brazo.
— Joe me contó sobre lo del otro día, debiste haberme dicho tonto — Miya soltó un bufido.
— Así que Joe te dijo — dijo Reki entre dientes — a la vez ya todos esta bien Miya.
No le había pedido a Joe que no le dijera a nadie y era de esperar que ahora mismo todos sus amigos ya supieran lo sucedido, mientras no saliera de entre ellos no habría ningún problema.
Era una situación delicada que lo último que quería era que terminará haciéndose un chisme y que a él le fuera peor que cuando nadie sabía.
— cualquier cosa ya no te lo guardes, dinos y matarémos a Uchiha — Reki rio ante la amenaza de Miya — no es broma.
— no maten a nadie, en verdad creo que ahora está todo bien — aseguró Reki y Miya sólo suspiro.
Miya conocía bien a Reki y hasta antes de ir con él sabía que esa iba a ser su respuesta a él problema. Y por primera vez quería creer que en verdad ya estaba todo bien.
— ¿Sabes como está Langa? Escuche que le dieron una paliza — comentó Miya recordando los otros detalles que me dijo Joe.
— pues no una "paliza" pero si no le fue tan bien — Recordó Reki — no fueron heridas tan graves pero si muchas pequeñas, espero que su madre no le haya hecho demasiadas preguntas.
— eso es lo de menos, según yo su madre casi nunca está en casa — Reki terminó de sacar sus libretas y ambos fueron caminando hasta sus salones.
— a la vez ¿Puedes preguntarle de mi parte si esta todo bien? — Reki se paro frente a la puerta de su salón.
— si si lo haré — dijo Miya — si pasa otra cosa dimelo ¿okey? ahora vete que tu profesor ya llegó — Señaló Miya y Reki le agradeció para luego entrar.
Miya estaba se fue en silencio hasta su salón donde Langa apenas estaba llegando, tenía el cabello igual de liso que siempre y tenía su mochila abrazada al pecho.
Estaba volteando a todos lados y de la nada sacó una hoja para escribir algo en ella y luego guardarla al momento en que ya era hora de entrar.
— Buenos días Langa — dijo Miya al pasar.
— Buenos días Miya — respondió el canadiense y le sonrió nervioso.
Miya lo examinó se veía algo golpeado en la cara más después de eso solo quedaba pánico en su rostro.
— ¿todo bien? — se atrevió a preguntar Miya a su amigo.
— si si todo está perfecto, por cierto ¿sabes donde está la sala de taekwondo? Necesito llegar a esta al final del día.
— si se dónde está tu tranquilo — Miya se sorprendió ante la idea de Langa haciendo ejercicio — iremos al rato.
Langa sonrió y susurro un "gracias" después el profesor les llamó la atención a ambos por andar platicando a mitad de su clase.
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— Reki preguntó por ti en la mañana — mencionó inocentemente Miya a lo que Langa solo detuvo sus pasos.
Iban a la sala de taekwondo ya que era hora del recreó, Langa luego de pensarlo un tiempo iba a participar en el taller de taekwondo porque necesitaba meterse a alguna actividad extra y también porque se dio cuenta de que no se sabe defender ni siquiera un poco.
En la noche había hablado un poco con Cherry sobre si podría entrar o no. Al llegar noto como el salón tenía en las ventanas papel china para que no se viera el interior.
Solo quedaba a la vista sombras de los de adentro. Miya cómo siempre indiferente abrió la puerta sin avisar y dijo a todo volumen.
— mi amigo quiere entrar a su taller — una chica mayor de cabello morado y plateado con piel oscura volteo a donde estaban junto a él salón con solo tres chicos en el.
Junto a esos tres el mismísimo Cherry esta.
— Langa — dijo el pelirosa y la chica interrumpió a Cherry con la mirada.
— Bueno eres bienvenido solo necesito que llenes este pequeño papel — la chica fue hacia una maleta deportiva y sacó de esta una hoja — necesito la firma de tu padre o tutor y tu información personal básica, nombren, apellido, peso, altura, lesiones pasadas ya sabes.
— Oh si claro — Langa tomo la hoja y la leyó no había nada raro.
— bueno Langa por lo visto es tu nombre ¿te gustaría vernos entrenar o retirarte? Es que no tengo permitido dejarte hacer algo hasta que tenga el consentimiento de tus padres — dijo ella.
— Mmm cómo quieran de hecho creo que tal vez sería menor raro si me voy no quiero incomodarlos — Langa se hizo para atrás.
— no me lo tomes a mal Langa sería un placer que te quedaras a ver no solemos tener un público y no creo que a nadie le moleste — los demás contestaron lo mismo una serie de "no hay problema".
— ¿los puedo acompañar? — Miya no se sorprendió al ver a Reki Kyan atrás de ellos con su cuaderno de dibujo en la mano.
— oh claro que sí chico no hay problema — aseguró la mayor y los tres entraron después de ella — por cierto mi nombre es carla.
Miya se sentó en el centro entre los dos chicos y la clase volvió a empezar. Los alumnos se movían al mismo tiempo a la perfección lo cual impacto a Langa no sabía si iba a poder llegar a su altura tan rápido.
La conversación de Miya y Reki le llamó la atención de la nada.
Por lo visto el alumno a cargo del taller de artes no había llegado ese día por lo que Reki tuvo la tarde libre y al verlos en el salón frente a él de artes decidió pasar a saludar.
— Langa quiere entrar a esta taller y yo lo acompañe a hacerlo — explicó Miya y Reki volteo hacia Langa.
— ¡eso sería genial Langa! Además serias vecinos de salones, estaría justo enfrente del tuyo — Langa sonrió levemente al ver a Reki tan animado.
— creo que si — Langa y Reki se miraron por unos segundos.
— cierto, mi hermana me pidió que te dijera que va a tener un examen de ingles en dos días ¿si no es mucho problema podrías venir a mi casa y ayudarla? — pregunto Reki.
Y Langa recordó la propuesta que le había hecho a su amigo por lo que sin dudarlo mucho aceptó, recordó lo bien que se la había pasado con la familia de Reki la última vez.
— Claro, podemos ir a tu casa cuando acabe la clase — Miya se hizo para enfrente impidiendo que ambos se pudieran ver.
— ya dejen de hablar es una falta de respeto — se quejó con sarcasmo.
Reki se rio y luego se asomó para ver a Langa y mover sus labios para que los leyera Langa.
