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Langa había ido al médico hacia dos semanas, había visto al señor Suzuki hacia dos semanas y su madre había hablado con este por esas dos semanas en teléfono.

Era extraño la forma en la que su voz cambia de sería a suave o su rostro de frío a feliz.

Complicado era entender la situación para Langa, había escuchado a su madre hablar con su hermana hacía unos días atrás hablando sobre el señor Suzuki, no escucho bien de que iba la conversación pero escucho colo ambas reían y su madre se sonrojaba.

Langa no entendía que estaba pasando y quería saber más que nada por pura curiosidad y porque le empezaba a ser incómodo ver a su madre reír y sonrojarse todo el tiempo.

No solía verla así era algo nuevo para el y quería ayudar si es que estaba enferma o algo así su madre. Pero le daba vergüenza no tenia la intención de preguntale a su madre y terminar descubriendo algo raro o que no quería saber.

Esa tarde era una de domingo el último día del fin de semana entonces eso significaba que tendría escuela al otro día, podía preguntarle a su madre en la cena así si pasaba algo raro se iría a dormir y se levantaría más temprano y evitaría verla en la mañana.

Era un plan perfecto o al menos eso pensaba hasta que su madre le propuso salir con ella al super mercado por unas cuántas cosas que necesitaba.

— ¿quieres venir? — pregunto ella mientras tomaba su bolsa de mano y las bolsas verdes de tela que habían comprado para no usar las de plástico.

— si quieres — fue la única respuesta de Langa.

Una respuesta que entre ambos era ya algo normal, lo cual era algo malo, respuesta secas y directas eran la costumbre entre ambos desde siempre, su padre era menos frío y a veces hacía que el corazón de su madre se abrió un poco hacia el.

Llegaban a bromear entre ellos y hablar de cosas más serie, como el día a día y a veces de lo que hablaba con él médico. También era algo de ayuda que vivieran en Canadá Langa solía ver a sus familiares más seguido por lo que no era tan difícil convivir con gente como ahora.

Subieron al coche y en un dos por tres llegaron al super mercado, como era domingo estaba algo vacío.

En el estacionamiento apenas habían unos seis coches. Bajaron ambos y Langa cerró el cierre de su sudadera negra, fue por un carrito de metal y siguió a su madre por los pasillos.

Los estantes estaban repletos de comida y lo peor la primera que vieron fue la de los dulces hacía mucho que Langa no comía uno y probablemente tampoco su madre.

Ambos pasaron ese estante por alto y siguieron su recorrido, tomaron verduras, frutas, agua, carne, pescado, entre otras cosas.

— ¿Quieres ir por algo para ti? — pregunto Nanako mientras tomaba una caja de juegos.

— un dulce estaría bien — admitió Langa en voz baja.

— bien, si quieres ve por el y nos encontramos en la caja — Langa asintió y Nanako le dio una palmada en el hombro en señal de que tenía su permiso de irse.

Langa volvió en sus pasos hasta llegar a donde récordaba estaban los dulces, miró a dentro de los pasillos ya que era una costumbre suya, una vez no vio a uno de los amigos de su padre en un supermercado y se enojaron con su familia por alguna razón.

Hizo lo mismo con el pasillo de los dulces sólo que en este se detuvo al notar a Reki junto a Kaoru y Joe.

En su impresión Langa terminó intentando retroceder pero sus torpes pies lo hicieron caer terminando en el suelo junto a un silencio incómodo.

Paper Rings (Renga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora