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Langa no respondió el abrazo de Reki por lo que Reki entendió que aún no había tanta confianza y se separaron.

Langa dejó que el menor pasara a su baño y luego lo acompaño hasta la puerta donde se despidieron.

Langa no sabía cómo reaccionar en todo el proceso se sentía confundido la risa de Reki no salía de su cabeza desde que se fue tampoco su calor, el calor que le dejó en todo el cuerpo se sentía un poco más relajado pero tal vez el contando físico fue lo que lo puso otra vez un poco incómodo.

Era tal vez la primera vez que alguien lo abrazaba desde hace años y se sentía raro, más de lo que recordaba. Reki no abrazaba como su padre, no, Reki lo hacía diferente y era que hacía sentir a Langa tan extraño.

¿Porque?

¿Porque?

Esa era la pregunta que tenía Langa, tal vez tenía fiebre ya que se sentía terrible a la vez.

Subío las escaleras y se acostó en la cama cubriendo su rostro con una de sus almohadas, miró al dibujo el cual estaba a su lado, no quería moverlo y que se terminara manchando o rompiendo.

Cerro sus ojos con la intención de dormirse cuando un zumbido lo despertó, su madre lo estaba llamando, cierto, hoy tenía una cita con el doctor al parecer quería hacer algunas pruebas y estudios de sangre.

De mala gana tomó sus cosas y salió a la puerta en donde se podía ver a su madre dando le vuelta a la esquina en el coche, Langa camino hasta ella y fue recibido por una bella sonrisa de parte de su madre en cuanto abrió la puerta.

— ¿tuviste un buen día? — preguntó la señora Hasegawa, los dedos de sus manos se movían sobre el volante, estaba nerviosa.

— si ¿y tu? — Langa se abrocho el cinturón y empezó a buscar alguna estación con buena música.

— algo así — respondió la señora para luego tomar aire — tenemos visitas esta noche Langa.

— ¿en serio? ¿Quién? — Langa miró a su madre y está no respondió sólo arrancó el auto y empezó a ir al hospital.

Aquel lugar era como una segunda casa para Langa hacia meses que estaba ahí así que ya sabía hasta el nombre del recepcionista, Kailani, lo saludo como de costumbre y se sentó en la sala de espera del frío lugar.

No había nadie en los pasillos casi jamás había gente además de ellos y alguna otra pareja de ancianos.

La madre lleno en formulario y se sentó al lado de su hijo, no hablaron, casi nunca lo hacían.

Langa miró su teléfono pero no había nada, solamente whatsapp y su galería de fotos, en la aplicación verde no tenía mas que los contactos de su madre, el doctor Suzuki y Kaoru y la galería no era mejor, medicinas, eso era todo algunas eran las que el señor Suzuki y más que nada respiradores.

Odiaba la idea de volver estar conectado a una de esas cosas, se sentía como si no pudieras hacer nada y no podías era solo estar quieto, era ser tan inútil que ni siquiera respirar podía hacer bien o eso pensaba Langa.

La habitación era tan blanca como el cuarto de Langa, tenía pósters con información sobre el Hanahaki y otras enfermedades respiratorias las cuales se veian aún más bonitas que en la realidad también habían unas cuantas cosas más pero a esas Langa no le daba tanta importancia..

La sesión pasó como siempre el señor Suzuki entró con su cabello oscuro y rubio cenizo peinado para atrás, traía una de sus tan distintivas corbatas de diferentes colores.

La de ese día tenía un hermoso cielo azul y nubes blancas, parecía pintada a mano y nueva.

Langa se sentó en la camilla y los procedimientos de siempre pasaron luego de un cordial hola al doctor.

Paper Rings (Renga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora