mi destino eres tu -jasper whitlock

CAPITULO 5

Jasper siguió trepando a mi ventana lo que restaba de la semana, después de nuestro encuentro sexual había más complicidad entre ambos y a pensar que no se volvió a repetir todo se sentía más cercano, las clases eran aburridas y más si no podía ver a Jasper en los recesos, pero pasar la noche a su lado lo compensaba. Estábamos recostando en el césped cerca del rio mirando el cielo tranquilamente hasta que Jasper habló.

- mis padres están de acuerdo. - lo mire con un poco de desconcierto. - con lo del ejército. - y la comprensión llego a mi rostro.

- ah, eso es bueno supongo. - dije volviendo a mirar el cielo para que no notara las ganas de llorar que retenía.

- ¿qué te sucede? - dijo apoyándose en su costado para observarme.

- no es nada, solo... - dude un poco al hablar. - te voy a extrañar. - y sin más mis lágrimas y sollozos tuvieron lugar. La reacción de Jasper fue incorporarnos y tomarme prisionera entre sus brazos - ¿cuándo te vas? - pregunte entre pequeños sollozos después de unos minutos refugiándome en su pecho.

-el domingo iré a Galveston, allí no me conocen y podré entrar con más facilidad. - yo solo asentí escondiendo mi cabeza en su cuello para inspirar su aroma. - disfrutemos estos tres días al máximo ¿sí? -nuevamente asentí. - amor me gusta más cuando hablas. – yo solo negué con mi cabeza. - no vas a hablarme. - negué nuevamente. - luego no te quejes. - y sin más comenzó a hacerme cosquillas y darme pequeños besos mientras me movía como gusano entre sus brazos, todo era perfecto, por lo menos este momento lo era, pero mi cabeza no podía ignorar el hecho que se iba.

-escríbeme siempre que puedas ¿sí? - después de calmar el ataque de risa. - no sé qué voy a hacer sin ti. - dije acariciando su rostro y dejando un suave beso en sus labios.

-todo estará bien amor, hay muchas personas que necesitan ayuda, y siempre antes de dormir te escribiré una carta y te las mandare todas juntas los días de correo. - dijo mientras me acogía entre sus brazos nuevamente y se recostaba en la manta conmigo en su pecho.

- yo hare eso mismo. -dije mientras aspiraba su olor a jabón con un toque de tierra que impregnaba su camisa. - sabes, creo que mamá sospecha algo. - dije mirándolo y apoyando mi barbilla en su pecho. - nunca fue de tocar la puerta de mi cuarto, solo entraba y ahora lo hace. – suspiro. – además el otro día me insinuó que tenía que esperar hasta casarme, fue realmente incómodo. -

- es una posibilidad o te está dando su espacio y que seas cuidadosa. - dijo pensativo. – sabes que te amo ¿no? - dijo alzando un poco la cabeza para mirarme.

- sabes que ella no es de dar espacio. - dije entre risas. – madre es algo invasiva. – dije mientras me incorporaba un poco para acercar nuestros rostros y robarle un beso. – también te amo. - dije conectando nuestras miradas.

- de acuerdo, puede ser una posibilidad, pero hasta que no diga algo es mejor ser cuidadosos. - dijo ayudándome a levantarme. - hora de volver a casa. - cuando analicé el cielo le di a razón, ya comenzaba a atardecer.

Después de recoger la manta y la sesta fuimos hasta casa. - hoy no poder dormir contigo, tengo que organizar algunas cosas para el viaje. - dice acariciando mi rostro y yo inclino mi cara aún más a su mano para sentir su tacto. – cierra bien la ventana ¿ok? – dijo mirándome a los ojos.

- está bien, no vemos mañana. - le robo un beso más largo de lo normal y entro a casa.

Cuando cruzo el umbral mi madre está allí y me derrumbo en sus brazos en lo que podría ser un pequeño berrinche, al parecer mi madre lo sabía o lo intuía porque no dijo nada. - se ira al ejército y me dejara. - y decirlo en voz alta fue peor, esa noche me quede dormida en los brazos de mi madre hecha un más de lágrimas.

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Corregido.

se que es cortito, pero últimamente estoy algo atareada.