Habían paso un par de semanas desde lo ocurrido y gracias a la prematura invitación a la boda del idiota, que al parecer no entendió el ultimátum, y la mascota seguíamos en este lugar. Si soy sincera estaba aquí por Anne, o eso fue en un principio ya que algunos encuentros con el rubio me recordaban porque lo amaba y hacia más difícil el mantener la distancia, aunque Cora había gana una apuesta a Thomas, el idiota nos dio una semana para volver, algo que no paso.
Hoy cuando me lo encontré después de cazar, me invitó a una cita esta noche, al principio no quería realmente ir, pero tras una insistencia grupal y un par de golpes de Svet, innecesarios a mi parecer, decidí que, si iría, dicho eso aquí me tienen frente al espejo decidiendo que ponerme.
Luego de un largo debate interno me decidí por un lindo vestido celeste suelto, con un lazó en la cintura del mismo color y me llegaba a las rodillas, nada excesivo, lo acompañé con unas botas color café, el cabello suelto y un maquillaje simple, aunque lo negara en voz alta, sin duda me gustaba impresionar a Jasper. Al terminar me quedé en el espejo admirándome, estaba tan distraída que no supe desde que momento Cora me observaba.
- estas hermosa mamá. - dice con una sonrisa mientras se sentaba en la cama. - a papá le encantara. - aquello me hizo reír. - ¿estás nerviosa? - pregunta mirándome al rostro.
-realmente no, más bien ansiosa. - digo sentándome a su lado. - aún lo amo ¿sabes? - suspiro innecesariamente. - nunca deje de hacerlo, tal vez estaba molesta, decepcionada, pero muchas de las cosas que sucedieron no son culpa de nadie. – dije mirándola.
-sabes mamá, siempre lo supe, era evidente para todos, en parte por eso tía Svet te golpeo, en ti, la negación es un segundo don. - eso me hizo reír. - ahora entiendo porque tus hilos eran dorados, solo se crean cuando dos almas gemelas se encuentran y deciden amarse por siempre y tú y papá nunca dejaron de amarse a pesar de estar separados por tano tiempo. - dice apoyando su cabeza en mi hombro. - porque no puedo ser feliz como tú. -dice con sus ojos brillantes por las lágrimas que no saldrán.
- idealizaste a las almas gemelas por tu don amor. -digo acariciando su cabello. - y tantas almas gemelas que se aman a tu alrededor no ayudo mucho. - digo dándole un beso en la cabeza. - no siempre lo destinado es lo correcto. - antes de seguir hablando alguien me interrumpe.
- y no siempre las personas son las correctas o los lazos los indicados. - dice Jasper sentado el otro lado de nuestra hija. - tu madre y yo no sabíamos que somos almas gemelas cuando nos conocimos, pero eso no nos impidió amarnos, eso pasa constantemente con los humanos y el no sabes si son o no almas gemelas les impide amarse. -dice apretándole la mano. - el amor, es el amor sin importa que o quien. - dice dándole un beso en la cabeza. – además, un alma gemela no siempre es de pareja, existen almas gemelas de amistad. - dice mirándola con amor.
- y ¿si fuera mujer? - dice mirándolo. – si ahora me enamoro de un mujer. – dice con gran curiosidad y más alegre.
-no me importaría. - dice con una sonrisa.
- y ¿un lobo? - dice con una sonrisa. Jasper suspira con algo de molestia.
-tiene feo olor, pero es tu felicidad. - dice mirándome y yo asiento con la cabeza.
-y ¿un vulturi? - Jasper bufa por ello y suspira más fuerte.
- aunque fuera una piedra estaría bien con ello porque eres feliz, pero tengo a Alec en la mira. – dice entrecerrando los ojos. - nadie me va a separar de mi princesa, así que si ese mocoso quiere algo con mi princesa tendrá que traer su trasero aquí. - eso nos hace reír a Cora y a mí. – no las pienso volver a perder. – dice con más seriedad y amor en sus palabras.
- lo amo. -dice con felicidad abrazándonos- amo esto, pero, ahora largo- apunta la puerta y le hacemos caso, cuando estamos fuera ella saca la cabeza por la venta. - ¡suerte! - y ríe fuertemente.
Jasper me guía por el bosque hasta un campo hermoso de flores, en medio hay unas mantas y almohadas, nos sentamos allí y hablamos por horas, aquello me recordaba a esos pequeños momentos cuando estábamos vivos. Una cosa llevo a la otra y terminamos teniendo sexo por horas entre aquellas manta y almohadas que fueron destrozadas, nunca antes habíamos sido tan rudos y necesitados, queríamos marcar lo más posible al otro y por fin darle cierre a la brecha que el tiempo había creado y todo lo que venía pasando desde antes de la pelea eran como puntadas que nos unían el uno al otro nuevamente.
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Estaba viendo el amanecer recostada en su pecho, mientras el acariciaba mi espalda cuando recordé algo y apoyé mis codos en su pecho para observarlo a la cara.
- ¿qué vamos a hacer? - digo en voz alta.
- ¿de qué hablas hadita? - dice deteniendo sus caricias en mi espalda baja y nos sentamos frente a frente.
-mi clan se ira después de la boda. - digo mirando al hombre que está frente a mí, hubo silencio unos minutos donde este no me deja de mirar con obviedad.
- ¿y a dónde iremos? - dice con media sonrisa mientras me mira y yo lo miro con asombro.
- ¿pero y tu clan? - digo con preocupación.
-hace mucho deje de sentirlo como mi clan. - dice sacando el cabello de mi cara. - en cuanto vuelva hablare con Carlisle, sé que lo entenderá. -tira de mí y me hace sentarme a horcajadas sobre él. - te seguiré donde sea, no te pienso perder e nuevo, te amo tanto que no lo soportaría. - con eso no resisto, lo besarlo y comienzo mover mis caderas sobre su miembro, esto había que celebrarlo.
- te amo Jasper. - digo dándole un potente beso. - siempre supe que mi destino era estar a tu lado. - digo dando caricias en sus mejillas con mis pulgares.
- mi destino eres tu – me da un corto beso. – siempre fuiste tú. - y con eso por esta vez podríamos decir que hicimos el amor, adorando cada parte del otro.
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corregido.
se que me había desaparecido, pero no tenia nada de inspiración, pero volví con más ideas y calculo que quedan unos 4 capítulos de esta historia, pero la idea e hacer más.
adjunto imagen del vestido.
espero les guste
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mi destino eres tu -jasper whitlock
Vampireen pocas ocasiones los astros se alinean y son pocas las almas Gemelas que se conocen en mortalidad, ese caso era el de Agatha Elisabeth Twiggs y jasper whitlock, un amor joven en medio de una guerra confederada. - te amare hasta el final de mi ex...