CAPITULO 11

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Por fin era el día, hoy me casaría con el mayor Jasper Whitlock, hoy seria por fin la señora Whitlock, esposa de Jasper y la mujer más feliz del mundo. orgullosamente puedo decir que a mis 17 años había encontrado al amor de mi vida y seria mi esposo.

Los preparativos comenzaron la noche anterior, el patio estaba completamente organizado y todo lo necesario para la fiesta ya estaba en casa, eran las 4 de la mañana y yo tomaba un baño de tina con esencias de jazmín y lavanda mientras mi madre preparaba el vestido y los maquillajes, Maggie preparaba los alimentos y sus hijos acomodaban los detalles de la misa y la fiesta junto a los padres de Jasper.

Después de unos treinta minutos salí de la ducha bajo la orden de mi madre, me vestí con aquella roba interior linda comprada específicamente para hoy, era un simple vestido de seda y encaje blanco, una vez este puesto me senté en la sillita de mi tocador y mi madre comenzó a ordenar mis risos naranjas en un recogido en la parte posterior de mi cabella de manera elegante, pero sencilla, dejando algunos mechones por fuera de forma intencional; después coloco un poco de colorete en mis mejillas, oscureció mis cejas y puso un poco de tinta roja en mis labios, al mirarme al espejo quede encantada.

- aún falta algo. - de una caja de terciopelo saco un tocado floral con algunos diamantes en forma de ramillete de hojas que sin duda era hermoso. - un pequeño regalo de bodas que cumple con el requisito de algo viejo. - dijo mientras lo ponía en mi cabello. - era mío, mi madre me lo dio cuando me case con tu padre. - dijo mientras me daba un abrazo desde atrás.

- es hermoso mamá, no sabes cuánto me encanta. - digo con una gran sonrisa.

-tú se lo puedes dar a tu hija y está a la suya. - dijo mientras iba por el vestido y enaguas a mi closet.

- eso sería hermoso. - dijo poniéndome de pie y quitándome la bata. – algo que se herede en una fecha especial. - digo sonriendo.

El proceso más tedioso fue ponerme aquel vestido, pero a las 9:30 todo estaba listo, mi ramo al igual que la decoración tenia esas hermosas flores silvestres color azul que florecían aquí y algunas rosas, todas unidas por un lazo azul, al final me pusieron mi velo y todo estaba listo, justo en ese momento entra mi padre y en cuanto me ve se pone a llorar.

- mi hadita ya no es más una niña. - decía mientras secaba disimuladamente sus lágrimas. - aquí hay mucho polvo Margaret, creo que tendremos que limpiar. - aquello hizo que todas las presentes nos riéramos. - si no quieres hacerlo podemos huir a nueva York. - dijo al tomar mis manos.

- estoy bien padre, quiero esto. - dijo emocionada.

-siendo así. - suspira. - ya es hora. - tras decir eso las otras chicas salen de casa para tomar sus puestos en el patio. - ¿lista? – me miro al espejo y repaso, algo nuevo, el vestido, algo viejo, el tocado, algo azul, el ramo, estaba lista.

- lista- digo después de suspirar fuertemente para alejar los nervios.

Bajamos a la entrada al patio tomándonos de las manos y antes de salir mi padre pone la parte del velo que cubrirá mi rostro. En la entrada de la ceremonia estaban nuestros familiares y pocos conocidos cercanos de pie y al mirar a la pérgola donde estaba el padre por fin vi al amor de mi vida y no puede separar mi vista de él; tenia puesto su uniforme color azul y mostaza, botas de montar y su hermoso sombrero que enmarcaba más su hermoso rostro, él al igual que yo, tenía una gran sonrisa.

- te entrego lo más importante de mi vida Jasper, cuídala. - dijo mi padre poniendo mi mano sobre la de Jasper.

-con mi vida señor Twiggs. – después de eso estuvimos frente a frente.

mi destino eres tu -jasper whitlockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora