𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑳𝒊𝒃𝒓𝒆

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✨No todos son iguales✨

Contando con trece años, Jimin había tomado una costumbre de cada sábado salir solo a caminar por el parque, esto le ayudaba a planificar su futuro y pensar en sí había hecho algo mal durante la semana, sus padres admiraban que siendo el tan pequeño tuviera definido un poco de su futuro y además de que tuviera un corazón tan grande como para pensar en sí había dañado a alguien intensionalmente, era como un ángel caído del cielo, aunque el rubio no lo consideraba así.

Hoy era uno de esos días, despertó, se preparo poniéndose así un pans color rosa pastel, unos tenis de plataforma blancos con detalles brillosos y una playera blanca con estampado de dos gatitos, una vez listo, se puso perfume    y bajó a desayunar, esta vez solo, pues los señores Park se habían ido más temprano, al terminar su desayuno subió nuevamente a lavar sus dientes y una vez listo tomó su sudadera rosa pastel, su teléfono y sus audífonos y fue a la salida, en el patio se encontraba Erick lavando el coche al cual saludo y después se retiro siguiendo con su camino hacia el parque, todo iba de maravilla el día era soleado, Jimin escuchaba su música favorita y caminaba tranquilo sin ninguna preocupación, lamentablemente eso duró muy poco, pues sus audífonos se habían quedado sin carga, recordando así que el día anterior se olvidó de cargarlos, no tuvo más opción que guardarlos y seguir con su camino, sin embargo empezó a escuchar los comentarios que quería evitar, palabras obscenas que salía de gente ignorante, chicos de su edad llamándolo maricon, señores y señoras diciendo que eso no era normal, en fin entre otras cosas que como siempre decidió ignorar.

Después de 10 minutos largos de caminata, llegó al parque y se sentó en una de las bancas que se encontraban ahí, miro hacía el cielo y se quedó pensando en algo que lo tenía confundido desde la pijamada en casa de los Min, y eso era el hecho de que Min Yoongi había dicho que le gustaba, claro se supone que no debía haberlo escuchado pero lo hizo, y ahora cada que pensaba en él podía sentir un revoltijo en el estómago además de que se sonrojaba, pero luego pensó "¿a mí me gusta él?", no lo sabía, no podía negar que el mayor era guapo, muy interesante y además lindo, pero no podía estar seguro, apenas hace una semana se conocieron mejor para ser amigos, pero no es como si fueran íntimos como lo es con los demás, su cabeza se volvió un lío y decidió cambiar de tema.

Optó cambiandolo por él que quería estudiar, le gustaba la danza pero no era algo que quisiera ejercer para él era más un hobbie; también pensó en ser doctor, pero le tenía miedo a la sangre; pensó en derecho, pero no era bueno hablando; luego pensó en cómo le encantaba cocinar a veces con su papá, pero lo descartó porque no era tan bueno; y luego pensó en lo que hacía su mamá y para él era excelente idea pues ya era bueno dibujando y tenía mucha creatividad, además de que podría llegar a dar cierto mensaje con sus creaciones, eso era lo que quería, sonrió pues ya tenía algo resuelto y le encantaba, pero esa sonrisa duró poco cuando alguien se le acercó.

—Hola precioso, por que tan solo? —dijo aquel chico, se veía tres o cuatro años mayor que él. Jimin no contestó, así que el tipo siguió hablando. —Oh! Vamos cariño, acaso te comieron la lengua los ratones, divirtamonos un poco cielo, ven acompañame a un lugar más privado—dijo agarrando la mano de Jimin jalandolo consigo, el rubio intento poner resistencia pero aquel tipo era más fuerte— ven conmigo, se nota que eres una puta, no se porque te haces el difícil—Jimin como podía intentaba soltarse pero era imposible, lo peor de todo es que había personas pasando y nadie lo ayudaba, hasta que un chico pelinegro empujó al acosador.

—Que te pasa imbécil, deja en paz a mi novio, si no quieres que te rompa la cara—dijo molesto, el otro hizo caso y se fue de ahí maldiciendo.

—Gra-cias—dijo Jimin, con voz quebrada, el pelinegro sólo optó por abrazarlo para que se tranquilizara, una vez que vio al rubio más calmado, habló.

—Mi nombre es Hyunjin, no sé si me recuerdas, yo estuve con tu amiga en el parque de diversiones—

—Oh, si te recuerdo, mi nombre es Jimin, y te agradezco mucho que me hayas defendido, no sé cómo agradecerte —dijo tímidamente.

—No es necesario, no me iba a quedar de brazos cruzados—

—Gracias nuevamente, insisto en que podrías pedirme cualquier cosa, con eso me siento más tranquilo—

—Bien que te parece si aceptas que seamos amigos, esa sería una buena forma de agradecer no crees? —dijo sonriente.

—Claro, eso estaría genial, que te parece si vamos por un helado para conocernos mejor—dijo Jimin menos cohibido y Hyunjin solo asintió para que se pararán y fueran a la heladería que estaba cerca.

Ambos chicos pasaron un buen rato conociéndose y descubriendo que tenían muchas cosas en común, la tarde se hizo presente y ambos tuvieron que despedirse no sin antes intercambiar número, para poder comunicarse después.

Jimin pensó que el sabor amargo que había pasado con aquel sujeto acosador y con las personas que no mostraron ni un poquito de solidaridad había sido remplazado por uno dulce gracias a Hyunjin,sonrió al recordar a su nuevo amigo, dándose cuenta de que no todas las personas eran iguales.

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"No todos son iguales, y esas personas son las que más resaltan sobre el resto"