𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑳𝒊𝒃𝒓𝒆

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✨Citas✨

Un día nuevo que extrañamente se sentía cálido a pesar del invierno en Alemania, la gran familia se encontraba desayunando, y tenían una platica amena, esta vez saldrían por separado, los adultos querían tiempo para ellos, así que les dijeron a sus respectivos hijos que podrían hacer lo que desearan siempre y cuando los llevarán los chóferes y avisaran donde estarían.

Cuando todos los mayores se fueron, a Taehyung se le ocurrió una maravillosa idea.

—Chicos,¿ y si salimos de citas, sería fantástico no creen?—varios de ellos estaban de acuerdo, a excepción de tres personas.

—Claro! Gracias por recalcar mi soledad querido amigo, te lo agradezco— dijo con claro sarcasmo Yoonji.

—Ouh! Lo siento—

—No le hagas caso Tae, tú idea es muy buena—dijo Jungkook—pensándolo bien podríamos tener un día de hermanos Jiji, así que no esta tal mal.

—Oh! Si, ¿que harás tú Hyunjin?, o nada me quedaré aquí en la casa solo, porque no tengo hermanos ni pareja, pero no se preocupen estaré bien—comentó Hyunjin hablandose a sí mismo.

—Jinjin, yo tengo la solución, y no tardará en llegar—habló Jimin con una gran sonrisa, en ese momento tocaron el timbre y él fue a abrir.

Regresó con un chico rubio que estaba muy bien abrigado, y con las mejillas rojas por el mismo frío.

—H-hola—saludo el recién llegado con un poco de timidez, todos correspondieron a su saludo excepto Hyunjin, quien nuevamente se quedó paralizado ante su presencia.

—Bueno, Jinjin mientras cada quien tiene día en pareja, tú serás la compañía de Félix, a menos que quieras que Kook sea su compañía—claramente sus palabras no eran en serio, pues sabía que Jungkook quería pasar un día con su hermana, sin embargo era un incentivo para que aceptará ya que Félix corría el riesgo de "caer" en los encantos de Jeon, y como Jimin esperaba, Hyunjin dijo que estaba perfecto pasar el día con Lee.

Min/Park

Paseaban tomados de la mano, y aunque Alemania era más liberal que Corea, aún había miradas de desprecio hacia ellos, cosa que hizo sentir incómodo al pequeño rubio, nuevamente todas las burlas que recibía de niño llegaban a su mente y creandole inseguridades de que lo que hacía con Yoongi era erróneo, que el vestirse lindo era de niñas y ser homosexual era antinatural, no podía más con eso, así que se safo del agarre de su novio y corrió hacia la banca más cercana a sentarse a llorar por toda la frustración de prejuicios que a su corta edad sufría. Claramente Yoongi lo siguió, imaginandose lo que pasaba por la mente de su lindo novio, pues para él tampoco pasaron  desapercibidas las miradas de la gente.

—Cariño, ¿que sucede?—

—Nada Yoonie, solo me duele la cabeza mucho, quiero irme a la cabaña —respondió entre hipeos.