Una historia diferente

Siete

Y... gano el segundo boceto de Giyuu yeii, en el próximo cap lo publico pintado ;) muchas gracias por votar <3. Ahora sí, vamos por el capítulo.

...

Los hermanos alarmados caminaron a la casa, sus respiraciones se agitaron debido a la adrenalina del momento, debían de estar alerta y en silencio, porque sino podrían ser atacados por sorpresa, Tanjiro sostuvo la empuñadura de la katana para en cualquier momento desenfundarla, mientras que Nezuko mantenía su mano cerca del hacha. Los dos caminaron con sigilo a la entrada y allí vieron algo horroroso.

La sangre chorrea sin parar de los cuerpos desmembrados, el demonio se encontraba encima de uno de ellos, devorándolo como si no hubiera comido hace años. La canasta cayó al suelo, estaban horrorizados por lo que acababan de ver... ¿Eso hubiera pasado si el cazador no hubiera llegado? El demonio se incorporó y les vio.

— ¿Quiénes son ustedes? — preguntó la criatura con voz lenta y grave — ¿Qué creen que hacen en mi territorio? Les mataré...

Los hermanos no podían reaccionar, estaban paralizados en su lugar y sus manos temblaban de miedo, en sus mentes se repetían una y otra vez que se movieran, que tomaran distancia o atacaran. Por otra parte, Giyuu salió de la cesta, al ver escenario se alarmó, pensó que iba a lanzarse al cuerpo, debido al hambre que sufría... Sin embargo, el solo oler la sangre le daba una sensación extraña... Es como si... Fuera un veneno, el olor era nauseabundo, ¿por qué? ¿Por qué ahora? ¿Hubiera pasado lo mismo si hubiera visto sangrar a la familia? ¿Por qué sucede esto? El demonio lamio sus dedos llenos de sangre, aquello le dio arcadas a todos, se incorporó sin dejar de observarlos.

— Pero que es esta sensación... ¿Son humanos? — en un abrir y cerrar de ojos se lanzó sobre Nezuko, esta rápidamente agarró el hacha y le atacó para evitar que le matase, aquel de figura humanoide dio una pirueta en el aire y se paró como si nada — Buena reacción, pero esta herida que me hiciste... Sanará enseguida.

Tanjiro estaba asombrado, el sangrado había parado, sabía que debía de hacer algo pronto. Tomó la katana e intentó atacar al demonio, este le esquivó sin problemas. Tomioka se alejó velozmente de la casa y se dedicó a observar, ayudaría en el momento critico, no podía ir y defenderlos, ya que ellos mismo debían ser capaces de tomar decisiones rápidas en momentos como estos. La pelea se extendió un poco, debía de admitir que los hermanos sabían moverse en combate, pero... El manejo de armas dejaba mucho que desear, los golpes al azar, lentos y torpes... Debían entrenar muy bien... En un momento Tanjiro fue tirado al suelo y aquella criatura comenzó a ahorcarlo, despreocupándose de la chica, quien había sido lanzaba hacía un árbol lejano.

— ¿Te gusta la sensación de tu cuello romperse lentamente? — el chico solo pudo soltar un quejido de dolor.

Entonces supo que debía de actuar, su cuerpo se movió rápidamente y pateó la cabeza del atacante, fue tal la fuerza que terminó arrancándosela del cuerpo. El Kamado mayor jadeo sorprendido, Giyuu le ayudó a levantarse, iba a quitarse el bambú de la boca para poder decirle algo, pero el maldito demonio le interrumpió o mejor dicho el cuerpo, ya que este iba a atacar al más bajo, el azabache solo lo pateó nuevamente.

— ¿C-Cómo es posible que siga moviéndose? — preguntó la jadeante niña que caminaba a trompicones.

— Porque lo que le mata es esa katana... — respondió el ojiazul, por fin quitándose la mordaza.

— ¿Y qué debemos-? ¡Nezuko, cuidado! 

La joven no vio que aquel monstruo le atacó por la espalda, la chica intentó reaccionar lo más pronto posible, mas las fuertes manos le arrojaron otra vez contra un árbol, el de cabellos rizados iba a ir tras su hermana, pero...

— ¡Maldito! — giró su rostro con horror al ver que la cabeza hablaba — ¿Qué hace un demonio con dos niños humanos?

— ¡E-Esta hablando! 

— ¡No te distraigas! 

Antes de que pudiera reaccionar, Giyuu tomó la espada y partió a la mitad la molesta cabeza, poco a poco se fue haciendo cenizas, Tanjiro se quedó pasmado, pero no duro mucho, ya que se fue corriendo hacía donde Nezuko peleaba y Tomioka...

Él tenía un mal presentimiento, algo pasaría... Solo pudo irse corriendo junto a los hermanos...

...

La castaña se estaba cansando, no podía seguirle el ritmo al demonio, había dejado de atacar hace mucho, estaba mareada de tanto golpe y con suerte podía ver ese cuerpo. En un momento sus piernas flaquearon y terminó en el suelo, vio con espanto como los brazos se elevaban para darle el golpe de gracia y... Cenizas... Solo habían cenizas.

— ¿Qué... pasó? — se preguntó a si misma.

— ¡NEZUKO! — escuchó a lo lejos — ¡NEZUKO! ¿¡DÓNDE ESTÁS!?

— ¡A-aquí! — exclamó sin aire.

— ¡Nezuko! — su hermano le incorporó lentamente — ¿Estás bien? ¿Estás herida?

— Solo estoy mareada...

Algo que esos dos no sabían era algo les observaba, una risa rompió el ambiente familiar, los pasos se acercaban lentamente hacía ellos, en toda la zona se podía escuchar los sonidos tétricos... Era muy extraño... Las pisadas y risa venían de todas partes, ¿dónde? ¿Dónde estaba? ¿Por dónde les atacaría?

— Atrás tuyo...

El miedo nuevamente les invadió, sus respiraciones se agitaron y sus cuerpos se movieron con lentitud, allí al frente suyo estaba un demonio, abriendo de una forma descomunal su boca. La joven tomó el hacha, mas no la uso, ¿por qué? El miedo le había paralizado por completo, no podía ni respirar bien... ¿Este era su fin? Pues no, ya que Giyuu llegó y con un simple, pero elegante movimiento le cortó la cabeza... El ojiazul no estaba para nada contento.

— Si quieren ser cazadores tienen que tomar decisiones — dijo con ese tono monótono —, tenían el hacha, eso por lo menos les hubiera ayudado un poco, si siguen así... Su falta de determinación les terminará matando... Y solo por no poder tomar una decisión antes. 

Tenía razón... Si no hubiera sido por él aquel nuevo demonio los hubiera matado, el ex-humano suspiro pesadamente, aquella noche había sido larga y un tanto traumarte para los dos inexpertos.

— Ustedes dos son muy amables, pero tienen que aprender en que hay ocasiones en que la amabilidad no sirve de nada.

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— Me irritas con esa actitud mocoso, eres tan amable y finges que te importan los demás... Pero los dos sabemos que no es así... Solo eres un maldito que mató a su propia hermana...

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La amabilidad era un arma de doble filo... Y él lo sabía muy bien...

— Tienes razón en ello... Giyuu...

— U-Urokodaki-sensei...

...

Hola, ¿cómo están? Espero que bien, disculpen la demora, por fin me vino la inspiración para esta historia, ¿qué les pareció? ¿Necesita algo más? ¿Más desarrollo? ¿Qué significa el recuerdo del final? ¿Qué sucedió con Giyuu? Déjenlo en los comentarios... Quiero avisar que esta historia no va a tener ship, nada de nada, solo dolor, sufrimiento, alegría, batallas que espero describir bien, etc. Recuerden de comentar, votar y disfrutar...

Nos vemos en otra historia...

Nox...

La persona de mil rostros...