El olor a sangre golpeo la nariz de Tanjiro con fuerza, era asqueroso y se podía percibir una diferencia en el aroma, su mente viajó en miles de direcciones, ¿su hermana seguía con él a su lado? ¿El chico estaba a salvo? ¿Dónde estaba el demonio? ¿Tomioka-san lograría salir de la caja antes de que algo le atacara? Debía de actuar rápido en ese entonces, siguió el olor a demonio y mujer, las olas de fragancia le guiaban por la calle, paso por paso tuvo cuidado, no quería ser atacado de pronto, la hermana del chico se mantuvo atenta, confiando en que su hermano sabía lo que hacía, cuando el peliburdeo descubrió de donde provenía el perfume, no dudo en clavar su katana al suelo apestoso.
— ¡Mantente atenta! — le gritó a su hermana.
Un humo negro salió de la profundidad de la tierra, un gruñido resonó por el lugar, provocando que los tres se estremecieran por el tan bestial sonido. De pronto la extraña neblina se esfumó, dejando atrás un charco de agua turbia y un cuerpo flotando... Un momento... ¿Un cuerpo? La portadora de ojos rosados se abalanzó sobre la figura envuelta en un lindo kimono verde, se aferró a la tela con mucha fuerza... Entonces sintió que algo la jaló, mas con un hábil movimiento logró escapar del demonio. Era una chica, parecía bien, aunque inconsciente, no se veía ninguna herida mortal, ni siquiera un rasguño.
Tanjiro no dejó de mirar el charco, de la oscura agua sobresalía una mano con afiladas uñas en cada dedo, las venas resaltaban de la muñecas, los nudillos empalidecían cada vez más por la fuerza que utilizaba para sostener el trozo de tela que había arrancado de la manga del kimono de la joven.
— Un demonio grotesco... — murmuró el ojirubí al ver al demonio que sacaba su cabeza del escondite.
— ¿¡Dónde están las otras chicas que secuestraste!? — exclamó Nezuko — ¡Responde!
El demonio de ojos rojos no hizo ni un movimiento por unos minutos, se abstuvo a observarles, parecía como si estuviera analizando a sus oponentes, esa mirada de muerte peligrosa se clavó en ellos como una flecha, por más miedo que sentían en esos momentos, se negaron a retroceder, alzaron con mucha más seguridad sus katanas, esperando una respuesta o ataque. Sin embargo, jamás esperaron que la criatura hiciera un molesto ruido con sus dientes, era tan desagradable e hiriente, tuvieron que cubrirse sus lastimados oídos, solo pudieron descansar cuando desapareció por el mismo charco del que había salido.
Podría salir por el piso o las paredes, pensó Nezuko mientras caminaba por la extensa calle, el mayor de los hermanos cerró sus ojos para mayor concentración, inhaló con profundidad para poder captar el aroma del demonio. Allí estás, respiración de agua, quinta postura. Sin embargo, no logró realizar su objetivo, ya que tres cabezas salieron del suelo.
— ¡Onii-chan, cuidado! — gritó Nezuko corriendo lo más rápido posible para poder cortar la cabeza de los demonios.
Octava postura, lago de la cascada.
Y como si tuvieran una sola mente, los dos ocuparon el mismo ataque, despedazando las extremidades de las criaturas, gruñeron de frustración al darse cuenta que los daños causados fueron muy débiles, ninguno había podido perder la cabeza.
— ¿Será un demonio que puede dividirse en tres? — preguntó Tanjiro más para si que para sus acompañantes.
Respiración de agua. Segunda postura, rueda de agua.
En un parpadeo la chiquilla giró en el aire, cortando la amenaza silenciosa que se había escabullido por detrás de los jóvenes que rescataban, nuevamente la bestia se alejó, lucía mucho más molesta que desde un principio. Debían de hacer algo en esos mismos momentos, no podían perseguirla para siempre.
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Una historia diferente
Fiksi PenggemarLa familia Kamado nunca creyó en la existencia de los demonios, pero eso cambiaría cuando una trágica noche el rey de los demonios entra a su casa e intenta matar a la familia... Sí, intenta. Un hombre de largas hebras azabaches entra en escena y sa...