Diez

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El reconfortante ruido del bosque les producía una gran calma, avanzaban a un paso rápido, después de todo Urokodaki saltaba de rama en rama velozmente, dejando atrás a los jóvenes, estos dieron su mejor esfuerzo para poder lograr alcanzarle, en un momento el viejo bajo y se giró para mirarlos fijamente atrás de su máscara.

- Esta será su primera tarea...

Era una enorme cascada de agua cristalina y pura, decoraba a la perfección la arquitectura del paisaje, adoraron el lugar enseguida, era tan bello y tranquilo, el frío de la mañana se había vuelto más intenso gracias a la humedad del lugar, por lo que se aferraron a las pocas prendas que tenían.

- Primero, antes de saber pelear o usar un aliento, deben de saber como sobrevivir en situaciones extremas o básicas... ¡Acérquense! - dijo con tono firme que los hizo temblar, los dos se acercaron poco a poco - ¿Cuánto aproximan que mide esta cascada?

- ¿Eh... Cinco metros? - respondió dudosa Nezuko.

- ¿Ocho metros? - dijo no muy convencido Tanjiro.

- En realidad, la cascada principal mide veinte metros, esta en una división de la cascada de solo siete metros... Ahora deben aprender a nadar...

- Espere ¿qué?

- ¿Qué están esperando? - sin más les empujo a ambos - ¡Conviértanse en agua!

- ¡AHHHH! ¡TO-MIO-KA-SAAAAAAAAN! - llamaron inútilmente por la ayuda del demonio, lo siguiente que supieron es que estaban flotando en el agua con un gran dolor en el rostro.

...

- Como nadar salió todo un desastre... ¡Deberán de meditar debajo de la cascada! - indicó el de la máscara Tengu mientras se sentaba en una roca - Recuerden que es agua de montaña... Por lo que va a estar fría... ¡No quiero que salgan hasta que yo lo diga!

Los chicos temblaron en el momento que sus pies desnudos tocaron la fría superficie de las piedras que habían por allí, se acercaron a paso lento, pero decidido, al momento de colocarse debajo del agua, respiraron profundamente y se colocaron en su lugar, tratando de mantener la compostura, sus cuerpos se estremecían de manera violenta y allí en el agua era peor. Juntaron sus manos como si estuvieran orando y cerraron sus ojos para mayor concentración, se centraron en su respiración, haciendo cada pausa necesaria, después de inspirar y después de exhalar... Pero...

- M-me e-e-estoy c-congelando...

- Y-y-yo i-igual...

La presión que ejercía el agua sobre sus cuerpos parecía que se hacía cada vez más grande, se encorvaban poco a poco, parecía que habían pasado horas desde que entraron, mas no llevaban más de tres minutos y es que era como si el tiempo se hubiera detenido... Sin embargo, su determinación no...

- ¡AHHHHG! ¡TOMIOKA-SAN SOMOS AGU-BEGWW! - al finar la corriente se los llevó.

...

- Bajarán esta montaña... - eso fue todo lo que les dijo después del almuerzo.

Los hermanos se vieron entre sí y no esperaron nada más, no querían que Urokodaki les golpeara, porque aunque fuera ya un anciano tenía una gran fuerza - los dos pensaban que se estaba desquitando con ellos por haber dañado a su alumno, ya saben el cabezazo y todo eso -. Los dos corrían con cautela, mas las trampas estaban hechas especialmente para matar a quien se atreviera a pasar por allí.

- E-es... más difícil que anoche... - habló Nezuko que estaba quitando un cuchillo que había volado en su dirección y se clavo en un árbol, atrapando así su kimono.

Una historia diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora