Estaba muerto... Aquel demonio que había causado tanto daño a su maestro por fin estaba muerto, las almas de los aprendices podrían descansar el paz, ya nadie tendría que temer por aquella horrible criatura que había causado tantos años de dolor y decepción. Sin embargo... Pese a que era un devora humanos, pese a que lastimo a las personas de tantas formas grotescas... Aún así Tanjiro podía sentir el aroma de tristeza que desprendía el demonio, él sabía que existían seres buenos y malos, ese monstruo se podía catalogar como alguien vil, pero... ¿Por qué sentía que debía de acompañarle en su último aliento en el mundo de los vivos? Tomó una de las manos con fuerza como si estuviera apoyándole en aquel cruce al infierno, se preguntaba si alguna vez lograría volver con la gente que amó alguna vez.
— Todos podrán descansar en paz... — dijo Nezuko a sus espaldas, observando con tristeza al demonio que desaparecía de este mundo — Nee, Tanjiro... Si nosotros hubiéramos muerto... Nuestras almas irían con nuestros seres queridos, ¿verdad?
El chico guardo un largo silencio antes de responder... La muerte siempre será algo desconocido para los vivos y para los que ya no, no podrán hablarlo con nadie... Quien sabe que es lo que pasa cuando te vas de este mundo, quien sabe si podrás irte totalmente... Quien sabe si quedarás en el olvido...
— Sí... Eso me gusta pensar...
...
El agua corría con gracia y belleza desde la cascada, los cuerpos de todos se sintieron más ligeros, como si no hubiera nada que los obligara a mantener sus pies en la tierra, la espesa niebla cubrió todo a su alrededor, maestro y ex alumno miraron a la almas en pena, estas daban una última sonrisa antes de desaparecer en la neblina.
— Lo lograron... Ahora todos podemos descansar en paz en el más allá... — informó Makomo sin ninguna emoción.
— ¿Y qué están esperando? — preguntó Urokodaki.
— Estamos aquí para cuidar a las personas que queremos y siguen con vida... — respondió sereno el de cabello durazno.
Los dos más jóvenes abrazaron al anciano. El ojiazul sonrió levemente ante la vista... Aquel había sido su deseo de cada noche... Ver a sus seres queridos juntos nuevamente... Solo faltaba su hermana, mas al ver a los que considero sus hermanos le bastaba.
— Todos nos quedaremos aquí a cuidarlos...
...
Le preguntaron a cada demonio que se les cruzó en el camino por el Kibutsuji Muzan, mas ninguno les dirigió la palabra. Estaban cansados, con hambres y con algunas buenas heridas en diferentes partes del cuerpo, se sentían de plomo, tan pesados... Pronto una fragancia llenó sus pulmones, era suave, pero para ellos fue tranquilizante... Después de todo habían llegado al sector asignado... El sector de las flores de glicina... Lo habían logrado... Habían pasado la prueba de selección final.
Unas voces les llamaron, las "dos niñas" que habían dado la presentación de ingreso estaban enfrente de ellos, sonriéndoles amablemente, les felicitaron por pasar la prueba y los guiaron hasta la gran cabaña que había en aquel lugar.
Les dieron de todo, atención medica, comida, un baño y cama. Por fin podrían dormir sin temer a que un demonio se los devorara por la noche, por fin tenían una comida caliente y no lo que encontraban por allí... Por fin...
A la mañana siguiente fueron convocados todos los que pasaron la prueba. Al llegar al sitio de reunión se sorprendieron por lo que vieron, allí solo habían cinco personas, considerándolos a ambos, nerviosos se acercaron al grupo y los analizaron. Había solo una chica más, traía un hakama y kimono de tonos rosados, además de un broche de mariposa adornando el costado de su cabeza, otro de los que pasaron fue un chico de cabello rubio, tenía tierra por todas partes y una mejilla morada, no miraba a nadie y parecía estar maldiciendo a alguien, por último había otro chico, tenía los costados de su cabeza rapada, además de una cicatriz... Sinceramente ese último daba miedo, tenía una mirada que indicaba que si te le acercabas ibas a morir de una manera dolorosa. Se percataron de algo más... Aquel chico que salvaron del enorme demonio no se salvó... Por más que lo buscaron no apareció entre los árboles de último momento.
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Una historia diferente
FanfictionLa familia Kamado nunca creyó en la existencia de los demonios, pero eso cambiaría cuando una trágica noche el rey de los demonios entra a su casa e intenta matar a la familia... Sí, intenta. Un hombre de largas hebras azabaches entra en escena y sa...