IX

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Lee's Pov.

Nuestra relación con John se había vuelto un poco mas "estrecha" y ya nos habíamos convertidos en algo así como amigos. La verdad al principio no sabía si esa era una buena idea, pero las cosas se fueron dando por sí solas, y aquella distante relación que teníamos al principio había quedado atrás hace como dos meses.

Agosto había llegado, y yo me encontraba reponiendo una tanda de libros usados que habían llegado nuevos a la librería. Sonaba "A little respect - Erasure". La verdad sentía que yo había nacido en la época equivocada por más cliché que eso sonara, y lo demostraba mucho en mi manera de vestir muy de los 70-80's y en la música que escuchaba. Mi jefe y compañeros me habían dado la libertad de poner la música de fondo en la librería, ya que mi gusto musical era algo de lo único que compartíamos ya que yo tenía 20 años y la mayoría ya estaba por los 30 - 40 en adelante.

Levanté la mirada al sentir que había una presencia del otro lado del ventanal de la librería, y no me equivocaba. Allí estaba John con su dulce sonrisa saludándome con su mano, sus ojos a penas se veían. Traía unos shorts amarillos y su largo cabello ondulado se movía con la suave brisa que había afuera. No evité sonreir al verlo, y noté una extraña sensación en mi panza. El entró enseguida.

– Hola Lee. – Murmuró al acercarse donde estaba yo.

– ¿Cómo estás? En diez minutos termino. – le indiqué mientras dejaba unos libros encima de una mesa para ir a saludarlo con un beso en su mejilla.

– Tómate tu tiempo. Bien, antes de venir pasé por un helado. – me contó sonriente. – podemos ir otro día, es un lindo lugar... De esos que te gustan a ti. – sonreí al escuchar eso.

– Me conoces bien.

– Jaja si. Hey, que buena canción . ¿Tu la pusiste? – esa era otra de las tantas cosas que compartimos con John, el amor por la música. Asentí con la cabeza.

– Obvio, ¿Quién más? – bromeé mientras seguía acomodando los libros.

– ¿Si puedo quedarme aquí en lo que terminas, cierto?

– Si no hay problema. – lo despreocupé. El jefe me había dicho que no podía traer amigos ni visita, pero ya sabía que John de vez en cuando me iba a buscar o me acompañaba al trabajo y no se quedaba más de 10 minutos. Ahora era igual porque de todas formas ya me iba.

Charlamos un rato mientras terminaba de acomodar los libros usados, y él leía uno que otro, la sinopsis y los títulos con curiosidad. Cuando el reloj marcó las 18 en punto, junté mis cosas y salimos de mi trabajo.

– Es muy cool que trabajes en una librería. – observó John mientras caminábamos por el centro comercial de Londres. Había bastante gente.

– Jajaja si, me gusta mucho. Además me dan la posibilidad de estudiar y un horario flexible. – me encogí de hombros. – ¿Cómo has estado?

– Bien, ya organizando papeleo para la universidad, abren las fechas de inscripción en una semana. – me recordó.

– Diablos, es cierto. Tengo que buscarlos. – recordé el papeleo que debíamos presentar cuando nos anotábamos en una materia del nuevo año.

– Menos mal me tienes a mi Connor. – negó con la cabeza fingiendo desaprobación y yo reí empujándolo levemente.

Íbamos a cenar a lo de Brian. Caminamos hasta el auto de John y subimos para que él nos conduzca hasta la residencia de Brian.

– ¿Cómo están chicos? Pasen. – Nos saludó sonriente Brian al abrirnos la puerta principal y nosotros pasamos.

– Bien, recién salgo del trabajo. – sonreí mientras pasaba, después de saludarlo.

The Miracle | John DeaconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora