GOLPÉAME

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-¿expulsada? - pregunto sin creerlo.

- expulsada - dice Sebastiano algo decepcionado.

- expulsada - afirma Aisha ya que todos pusimos cara de no creerlo. - pero tranquilos que Rebeca también.

- a mi me importa una mierda Rebeca, ¿tú qué dónde encontrarás un lugar para continuar? - digo algo molesto.

- pues de igual forma me graduaré, solo puedo asistir a los exámenes, si los apruebo me gradúo, de lo contrario debo ir a otra lugar a terminar. - dice poniéndose a mi lado.

- entonces procuraré prestarte mis apuntes para que estés al tanto de todo. - digo tomando su rostro.

- ve por tus cosas, vámonos. - interrumpe Sebastiano. - pequeño, por ti vendremos más tarde.- dice refiriéndose a Isaac.

Acompaño a Aisha hasta su casillero por lo que sea que tuviera allí dentro. Solo me quedo en silencio viendo cómo entraba todo en su mochila.

- estaré bien, no tienes que llevarme nada, recuerda que Isaac también estudia aquí, podría leer sus notas.

- él no lo hará con el mismo amor que yo. - digo sin pensar, ella me mira y luego continúa.

- deja de preocuparte, estaré bien.

Aisha

Me despedí de los chicos con la mano y subí a la camioneta, poniendo mis auriculares pero sin música.

- tu siempre hablas con él, no? - pregunta sebastiano mirándome por el espejo. Yo asiento. -¿entonces por qué no hablas con nosotros? - dice fingiendo enojo estampando sus manos con el volante, a lo que Derek y yo estallamos en carcajadas.

- tú eres mamá - digo señalando a Derek. - Y tú eres papá. - señalo a Sebastiano. Me inclino hacia delante y le hablo a Derek. - mamá, tengo novio, y el chico me gusta mucho. Me cuida y me demuestra que me quiere, pero no le vayas a decir nada a papá porque se pone celoso. - miro a Sebastiano.- papá, nada de lo que te diga mamá es cierto, solo te quiero a ti. - ambos ríen.

- es un buen chico. - dice Sebastiano. - pero me estresa lo preguntón que es, lo atento y lo parlanchín. Es un excelente chico estresante.

- aprendió a lidiar con eso, dice que ni siquiera lo golpea. - dice Derek lo último en un susurro.

- siempre y cuando no empiece a estorbar. - termina Sebastiano. - Por cierto, Vi que le va excelente a Isaac, se ha adaptado muy rápido.

- es muy inteligente y quieto en las clases. Es bueno.

Al llegar a casa, Sebastiano y Derek se quedaron y yo no sabía qué hacer, así que empecé a mover todo y cambiar y tirar algunas cosas, encontrando así ropa que creía ya no existía y libros que daba por perdidos, colillas de cigarrillos escondidas, etc. Sé que fumar es un mal hábito y no lo quiero dejar, pero debo dejar de hacerlo dentro de la casa, a largo plazo podría tráeme problemas.

- ¿no has pensado en cambiar la decoración? - miré a Sebastiano. - un verde fuerte no le vendría mal. - dice cruzándose de brazos mientras miraba las paredes. Yo intenté imaginarme qué tal se vería el verde y no está tan mal.

- ¿desde cuando eres decorador? - digo bajando mi vista a los estantes que estaba ordenando.

- ¿qué uno no puede pensar en compás bonitas para su niña? - grita a lo que yo lo miro con gracia y él se hace el enojado. - vamos, te invito algo de comer y de paso compramos cosas. - tomo su mano y me levanto, me pongo unas pantuflas y me quedo parada en la puerta.