15

64 8 0
                                    

- por favor, dile que estaré bien. No es necesario que yo vaya.

- tesoro, es por tu bien, ya llevas un mes encerrado y solo fuiste a la primera cita. - habló mi madre desde el otro lado de la puerta.

- no quiero ver a nadie, y ese idiota no hizo nada más que hablar de romance adolescente, no vale la pena.

- está bien, entonces elegiré a otro que si te pueda ayudar, pero debes hablar... extraño a mi Johnny. - hubo un silencio largo, pero sabía que no se había movido de esa puerta aún. Me levante del suelo y abrí la puerta para verla con el rostro mojado.

- que sea solo una vez por semana.

- eso solo puede decidirlo él, pero trataré de que sea así. - me toma del rostro y luego me abraza.

Al otro día, ya estaba con un nuevo Psicólogo. Papá había evitado que fuera mujer, para que no pudiese encontrar siquiera algún rastro que me la recuerde.

Me encontraba sentado en un mueble, en una oficina solo. Unos minutos después entró un hombre.

- mucho gusto Johnny, mi nombre es Steve. - se presenta mientras se sienta frente a mi.

- ¿estaba hablando con mi madre verdad?

- no, estaba en el baño. ¿Me demore mucho? - negué y entrelacé mis dedos. - bien. ¿Cómo te encuentras el día de hoy?

- ¿no cree que si me sintiera bien, estaría en cualquier otro lugar que no fuera este? - digo de manera obvia.

- estás equivocado. Hay personas que se sienten feliz y aún así acuden a un terapeuta. - dice poniendo su libreta de lado y mirándome fijamente.

- entonces esas personas solo fingen ser felices.

- no lo creo. Pero respeto tu punto de vista... me gustaría que hablaras por ti solo sobre como te sientes, con respecto a lo que haz venido aquí.

- Mis padres ya le contaron. - ruedo los ojos frustrados. Qué diablos es este tipo.

- solo sé que tuviste una ruptura amorosa. - hizo una pausa. - las rupturas amorosas son extrañas; podría decir que sé cómo te sientes, pero no es así ya que no me haz contado nada.

- no fue una ruptura. Ella nunca mencionó que lo nuestro estaba viviendo su final.

- entonces... ¿qué sucedió?

***

- ¿Crees poder ir mañana a la escuela? - dice papá mientras pintaba la pared a mi espalda.

- Supongo que ya es tiempo.

- ¿te gustaría salir esta noche? Puedo llamar a Eithan, o si quieres hacen una pijamada.

- papá, tus intentos de ayudarme no hacen nada más que presionarme y ahogarme más. - digo frustrado.

- discúlpame Johnny, pero yo solo quiero que estés bien. - dijo en un tono molesto.- o ¿crees que estoy aquí por caridad? ¿Crees que disfruto verte destrozarte la vida? Eres mi hijo y quiero verte florecer y ser un gran hombre.

- lo siento.- fue lo único que logró salir de mi boca. En parte él tenía razón, no se disfruta ver sufrir a alguien a quien quieres en verdad. Me pregunto si ella siente satisfacción al hacerme sufrir, tal como sentía satisfacción de golpear y masacrar a todos en sus peleas.

- ¿quieren cervezas? - dice un Eithan entrando con algunas en las manos.

- creo que te llamé con el pensamiento - dice papá y gustoso toma una, él me la ofrece pero niego de inmediato. - toma una brocha y acabemos esto hoy.

Después de remodelar mi habitación y borrar todo rastro sobre aquella persona en mis paredes y mi ordenador, nos quedamos en el jardín viendo como terminaba el día; mamá y Evangeline nos llevaban cosas de comer a cada rato hasta que llegase la hora de cenar, luego de eso solo me largué a dormir o eso intenté.

***

- Por supuesto que no te preguntarán, ya le avisé a la directora; solo queda esta semana para repasar y hagas los exámenes. Es tu último año. - dice mamá desde la cocina.

- y ¿si me la encuentro en los exámenes? - escucho como suena el cucharón al entrar en contacto con el suelo. - la habían suspendido hasta los exámenes.

- bueno...

- no pasará nada porque yo estaré contigo y estás yendo a trabajar tus emociones, todo estará bien. - dice Evangeline. - ya llegó Eithan, nos vamos; Adiós ma'

- su padre y yo iremos a hacer algunas cosas y no sé si nos encuentren aquí así que les dejaré dinero para que compren algo.

- de acuerdo, adiós! - Eva me toma de la mano ayudándome a moverme más rápido, siendo esto necesario ya que sutilmente me he vuelto patéticamente distraído y lento en todo.

- Hola chicos. - dice una animada Susana - ¿qué tal están?

- Estamos bien. - se limita a decir Eva desviando la mirada, sé que no la soporta muy bien.

- ¿Qué hay planeado para verano? - dice Susana dirigiéndose a todos.

- Yo haré lo que tú me digas cariño. - dice Eithan modo carameloso.

- Johnny y yo iremos a un campamento... muy lejos. - miré a Eva buscando una respuesta pero ella miraba por la ventana. No recuerdo haber escuchado y/o aceptado ir a un campamento de verano, ni siquiera sé aún a qué universidad ir, como demonios recordaré un campamento.

- podríamos ir todos, sería genial. - dice Susana mirándome y dando saltitos.

- Es de cupo limitado y ya está completo, y será muy lejos. Nadie puede entrar ni salir.

- Eva... - la reprendo un poco por lo bajo, su tono de voz sonó muy seco.

- entiendo,... lo siento. - asentí en su dirección y mire a Eva, la cual parece estar molesta por alguna razón.

- no intentes parecerte a ella, tu sonrisa es icónica. - le susurro al oído mientras íbamos caminando por los pasillos de la escuela.

- lo siento. - dice luego de poner cara de sorpresa. Le doy un casto beso en la cabeza y voy por mis cosas.

Ya sé bien que varios se detuvieron a mirarme y murmurarme, es inevitable, pero al parecer tienen algo de compasión ya que ninguno, (incluyendo los maestros) se detuvo a preguntarme o mencionarme algo. O quizás todo está en mi cabeza y solo soy otro de los tanto que pasan desapercibidos; en algún momento llegué a creerme ser el centro de atención de un estúpido lugar, cuando solo quería ser el centro de atención de una persona. Que idiota.

GOLPÉAME Donde viven las historias. Descúbrelo ahora