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Johnny

Estábamos acostados en su cama, besándonos como si nuestros besos fueran más importantes que el oxígeno, y me encantaba, aunque creo que aquel Par de cervezas que se había tomado la pusieron así de cariñosa, pero no me importaba siempre y cuando la tuviera pegada a mi, es decir, es la chica que me gusta, la más malvada, rebelde, hermosa y enfadona, la cual comenzaba a desvestirse sobre mi.

- cariño, ¿qué haces? - que pregunta más estúpida, obvio sé que está haciendo.

- si quieres me detengo y dormimos. - la miré perplejo y estaba tan embobado que no supe qué decir.- aunque me estaría engañando si digo que no te tengo ganas. - dijo esto último empezando a dejar unos besos tan mojados y excitantes en mi cuello, me fue imposible gesticular palabra alguna y solo disfrutaba de aquella acción y sensación en mi cuerpo, esto se siente tan jodidamente bien. - ¿en serio quieres que me detenga?

- no. - dije de inmediato, tomé sus caderas en mis manos y cambié de posición tomando yo el control sobre su cuerpo.

- tu ropa empieza a estorbarme.

- entonces quítamela. - ví como se formaba una sonrisa siniestra que me hizo enloquecer más de lo que ya estaba.

***

Estábamos en receso comiendo algo y Eithan e Isaac no dejaban de verme con una sonrisa.

- puedo leer sus pensamientos sin mirarlos, ¿qué carajos quieren? - digo.

- es que... Isaac me comentó que no sabía que tenía un zoológico en su casa, algo muy extraño sucedió en la habitación de su hermana anoche.

- a ustedes no les importa que haya pasado anoche con mi chica.

- en absoluto les importa como gritaba su nombre una y otra vez. - doy la vuelta y la veo más hermosa, aunque tenga puesto el mismo vestuario que normalmente usa.

- ¿qué haces aquí? - dice Isaac.

- vine a buscar algunos folletos y material para prepararme para los exámenes. - se sienta a mi lado y me da un beso.

- ¿saben qué es asqueroso? - dice Eithan.

- ¿ella ya te vio? - digo sin mirar, pero ella como es rebelde se gira sin ningún pudor a verla y confirmar que no levantaba la cabeza ni un solo centímetro.

- por supuesto que sabe que estoy aquí, no es ciega, ni sorda. - dice con la voz algo alzada.

- te gustan los escándalos, ¿no? - dice Eithan.

- de vez en cuando, si. - dice y me mira muy coqueta; suena el timbre y todos nos levantamos de inmediato.

- te veré esta noche, iré a club. - le digo tomando su mano.

- ¿nos veremos todos los días? - dice cruzada de brazos.

- solo si tú quieres. - le doy un beso en la mejilla y la despido con la mano. - nos vemos más tarde cariño. - término de decir más para mi ya que ella se había ido.

El transcurso de clases que quedaban pasaron como usualmente debían pasar, nada extraño, todo normal, aunque no puedo negar que me hacía falta verla al girar mi cabeza hacia el pupitre de la esquina donde siempre estaba, el cual ahora estaba ocupado por un chico.

- quien diría que tú loco enamoramiento iba a funcionar. Creo que le hiciste brujería. - dice Eithan a mi lado.

- no hace falta, solo fui algo insistente y tonto.

- ¿hablamos de algo importante? - dice Isaac uniéndose a la charla.

- le digo a Johnny, que es extraño que él y la chica demonio (sin ofender), llegaran a tener un amor de verdad, y que es probable que él haya ido donde algún brujo o no sé. - Isaac parece pensarlo un momento y luego habla.

- no creo que haya sido necesario, hubieras escuchado como gritaba su nombre. - les metí un zape a los dos y luego se echaron a reír.

- hay cosas que no se comentan en público Isaac.

- caro cognato, non ti arrabbiare, è una cosa inevitabile da dire quando si tratta da mia sorella, è una frivola e sfiduciata... anche se ha lo suo lato gentile non posso negarlo.- (Querido cuñado, no te enojes, es que es algo inevitable de mencionar cuando se trata de mi hermana, ella es un ser frívolo y descorazonado... aunque tiene su lado gentil no lo puedo negar).

- deberíamos contratar un traductor para cuando hables en italiano, porque no entendí nada. - comento.

- que baste con saber que mi hermana es una buena chica dentro de esa coraza que trae. - sonreí por eso, y es que ya lo sabía, conocía una gran parte de ella, incluso lo frágil que es cuando se menciona algún tema en específico como el de su padre, en lo fácil que es estresarla, sacarla de sus casillas, lo suave de su piel, ese delicioso aroma de almendra, y ese aura tan siniestra que emana. Era la chica mala perfecta, a mi medida.

Al salir de la escuela, Isaac me avisó que primero llegara a mi casa y que llegara más tarde al club, accedí sin ningún problema. Llegué a casa a relajarme e intentar hacer las tareas en el tiempo restante. Estuve charlando con mamá en la cena y al parecer se ha encariñado bastante con Aisha, y no falta el típico comentario de "usen protección", aunque luego fue arbitrareado por un susurro de mamá diciendo "aunque no me importaría tener nietos ahora".

Al salir, fui sermoneado con no dormir fuera de casa y que tuviera mucho cuidado, y no estaba preocupado, no es como que no sepa defenderme, Sebastiano se había encargado personalmente de enseñarme algunas técnicas y ejercitarme de vez en cuando.

Al llegar al club, antes de entrar llamé a Aisha y no me contestó, supuse que estaba entrenando o peleando así que entré de inmediato, al buscarla no la encontré y era extraño. Continué llamándola y seguía sin contestarme, e incluso a Isaac, me enviaba directo al buzón.

- oye niño. - dice alguien tocando mi hombro.

- oh, hola señor, ¿sabe dónde está Aisha? - digo con el móvil aún en mi mano.

- ¿no te aviso? - lo miré extrañado. - ella y el muchacho se fueron de viaje, no me avisaron a donde irían, solo llamaron para decir que se irían.

- ¿qué? - digo incrédulo.

- seguro surgió algún problema... bueno, ¿te interesaría pelear aquí? - rodé los ojos y salí de allí, y escuché como gritaba un "la paga es buena" mientras subía escaleras a la puerta de salida.

Llamé por última vez dejando una nota de audio.

- Aisha, espero que esto sea una puta broma, el dueño del club me acaba de decir que te fuiste de viaje, ¿cómo es eso? ¿Por qué no me avisas?, llámame en cuanto escuches esto, por favor!

GOLPÉAME Donde viven las historias. Descúbrelo ahora