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Después de lo que a mi parecer fueron 5 minutos veo mi Hermano caer al suelo sangrando, después de que le propinaran una respectiva paliza que fue finalizada con un izquierdazo. Los chicos salen corriendo a buscarlo y yo me levanto para dirigirme a la recámara.

Estaba de brazos cruzados y relajada sentada en una esquina; después de ver como lo traían y como se quejaba de dolor al acostarlo, le lancé la botella de agua media a Sebastiano y empecé a pegarle con la toalla que me había pasado, este se cubría y no intentaba defenderse.

- eres un inútil, insensible, salvaje, idiota. - me tomo un respiro y luego sigo con Derek. - ¿cómo mierda se les ocurre que éste pedazo de gelatina iba a servir de algo? ¿No ven que está chiquito? - estos se ríen incluyendo a Isaac. - ¿ y tú de qué te ríes baboso?

- no estoy chiquito. - dice acomodándose y quejándose a la vez.

- te llevo dos meses, estás chiquito. - me cruzo de brazos, me siento y todos me quedan viendo.

- hay que curarlo. - me señala Derek.

- y lo harán ustedes por bastardos e irrespetuosos.

- ¿y a quien le hemos faltado el respeto nosotros? Él era quien quer...

- ¡A mí! No importa lo que él quiera, es un niño y es mi hermano. No puede hacer lo que quiera porque es mi responsabilidad que esté entero, hasta que se vuelva un hombre.

-Mia madre, nella mia vita nemmeno le mie amiche si erano preoccupate così tanto di me come lei è ragazza. Che sono tuo fratello, donna, non tuo figlio, calmati ora che sono vivo... mi ricordi molto mamma. - (madre mía, en mi vida ni mis novias se habían preocupado tanto por mi cómo está chica. Que soy tu hermano mujer, no tu hijo, ya cálmate que estoy vivo... me recuerdas mucho a mamá.)

- sea lo que hayas dicho, me chupa un guevo. - finalizo ignorándolo a lo que Sebastiano se carcajea y yo le saco la lengua.

En el transcurso de la noche, salimos a comer algo, luego los chicos quisieron ir a un bar y yo me apunté gustosa, quería alcohol, mi cuerpo lo pedía con ganas. Estando en el bar (qué por cierto frecuentamos nosotros y algunos más del club) veíamos muchas chicas, más de las que normalmente van y supongo que es porque el fin de semana estaba cerca, pero que te puedo decir, la juventud debe alborotarse mientras pueda.

- si me disculpan debo ir a enamorar a algunas niñas. - dice Sebastiano levantándose.

- mucho habías tardado. - digo para mi misma pero Derek escucho y se rió un poco.

- Iré por otra botella, ¿van a querer alguna botana? - asentí y se marcha a buscarlo.

- ¿aún te duele la mejilla? - preguntó a Isaac el cual niega pero hace una mueca cuando le toco.

- prometo que estaré bien, solo debo entrenar un poco más y no me volverá a pasar. - toma mi mano y me da una sonrisa cálida que no me creo pero se ve tan sensual.

- a mi no me convencerás como aquellos dos. No estás apto para pelear en ese club, ellos juegan sucio, tú no deberías siquiera intentar entrar allí. - digo algo molesta.

- tienes poca paciencia. - señala. - seguiré entrenando, solo para llenar los requisitos para entrar a las ligas menores e ir escalando. Tú deberías hacer lo mismo.

- ¿y ser famosa? No gracias, ya odio que me vean los que conozco imagina los que no.

- piénsalo, tu salud no estaría en juego al terminar una pelea, ganarías el triple de dinero y no tendrías que hacer cosas que no quisieras.

- ¿de qué hablan? - pregunta Derek.

- intento convencerla de entrar en ligas menores conmigo. - dice con una sonrisa. Veo el gran parecido que tiene a nuestro padre, es como si fuera él en versión adolescente.

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