GOLPÉAME

1

Johnny

Boobu corría de un lado a otro persiguiendo a mi mejor amigo Eithan, este había tomado su juguete más preciado y no lo sabia. Yo reía a fuertes carcajadas.

- Joooonh, dile a tu perro que deje de seguirme - gritó pasando por mi lado.

- solo suelta el pequeño slenderman - le grité de regreso y lo hizo, Boobu dejo de perseguirlo y tomo su pequeño juguete y se dirigió hasta su pequeña casita.

- jamás... jamás de los jamases volveré a estar cerca de tu lobo - dijo con notable cansancio en su voz

- tomaste lo que era suyo, no le vuelvas a tocar su peluche y... No es un lobo, es un siberiano.

- como digas. Ahora vamos, llegaremos tarde por tu culpa - lo mire mal y él salió corriendo.

Me despedí con la mano de mi madre, que miraba por la ventana riendo de nosotros. Mi hermana Evangeline salió de la casa corriendo hasta mi con su mochila.

- espero que no te tardes para la próxima.

- Jonh, ser chica es difícil, debes maquillar tu belleza para que destaque más.

- Eva, solo tienes dieciséis - la miré confundido y ella se encogió de hombros - da igual.

Subimos al auto de Eithan y marchamos al instituto.

•••°•••

Salí corriendo a mi salón de clases porque el muy idiota de Eithan decidió hacer una pequeña "parada" que nos tomó más de 20 minutos.
Por pura suerte el maestro no había llegado aún. Saludo a algunos compañeros de clase y voy hasta mi tradicional lugar.

Todos conversaban y la puerta se abre de golpe y todos quedan en silencio mirando a quien ha hecho tal cosa pero al fijarse quien era intentaron volver a lo que estaban.

Se acercaba a paso firme y fuerte hasta su fila y se detuvo frente a mí, pensé que me diría algo pero le habló al sub capitán del grupo de Química.

- ¡¿qué te hizo pensar que aceptaría tus asquerosas propuestas, imbécil?! Que sea la última y primera vez que vuelvas a mandarme cosas con tus niños.

Entonces otro chico entró con el labio partido, que al ver a Aisha, se tensa por completo, fue a su lugar callado y no dijo nada más. Ella igual fue hasta su lugar y se mostró indiferente ante las pequeñas miradas de suspenso de algunos chicos.

El maestro había llegado y empezado de inmediato a impartir la materia. Miré de reojo a la pelinegro que yacía en su silla mirando por la ventana.

Ya era la hora del receso y yo casi salgo volando cuando siento algo frío estamparse en mi cabeza. Volteo y veo a mi hermana Evangeline con las manos mojadas y un poco empuñadas. La miro mal y ella carcajea con su amiga que estaba con las manos igual.

Me lanzaron hielo.

- EVANGELINE! - ella abre los ojos fuerte y susurra un oh, oh y sale disparada de mi vista. Sonrió por el echo de que ella siempre se asusta cuando le grito su nombre.

Seguí caminando hasta la cafetería y comprar mi almuerzo. Moría de hambre. Después de eso, voy a la mesa de siempre donde encontré a Eithan con algunos chicos del equipo de baloncesto. Les saludo y empiezo a devorar mi almuerzo.