¿Qué sucede con las personas obsesivas? Algunas pierden el control, otras la dignidad y otras pierden absolutamente todo.
No quiero ser un perdedor, no quiero ser como el resto de las personas que por unas cuantas noches de pasión son capaces de pe...
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"No habrá otro amor como el tuyo, como el mío para ti".
—FLASHBACK.
Los meses transcurrieron, las estaciones cambiaron como su proceso natural debido y JiYong por fin había traído al mundo a dos niñas saludables que estaban prácticamente aseguradas en amor por todos sus allegados, a excepción de su padre que aun desconocía de su existencia. El clima era cálido, Dami decidió sacar de su encierro a su hermano y llevarlo a la playa junto a sus dos preciosas sobrinas, JiYong trataba de animarse, darles vitalidad a sus pequeñas, aunque su tristeza no evitaba que quedara embelesado al ver los rostros de sus hijas las cuales eran levemente golpeadas por el sol mientras los tres quedaron sobre la arena. Dami veía de lejos, negando con la cabeza al repetirse en su mente lo tonto que era SeungHyun al perderse aquella imagen, la de sus hijas en brazos de aquella persona que con su ayuda llegaran con bien a este mundo. Lentamente se acercó a él, sentándose a su lado y pidiéndole que le dejara cargar a la pequeña Mikka.
— ¿Todo está bien? —Preguntó Dami con un profundo interés.
— Sabes... Todo este tiempo lo único que deseaba era ver a SeungHyun atravesando la puerta de mi habitación diciendo que me perdonaba, que sabía de mi situación actual y que quería estar cerca para ver como crecían sus hijas —Rió melancólico- Pero sé que él me odia ahora y que lo último que haría sería eso. Sé que le hice mucho daño, sé que le falle y fue terrible todo lo que le hice solo por mi estúpida necedad de querer hacerle pagar algo que nunca me hizo, que siempre fue justo, bueno, increíble conmigo, que me apoyo y consintió siempre, incluso hasta te trajo de vuelta a mí arriesgando su propia vida. Soy el más grande imbécil de todos los tiempos, incluso más de los que has conocido, noona.
— Bueno, comparar a SeungHyun con un proxeneta o uno de esos bastardos a los que me vendieron en el pasado, o incluso con nuestros padres nos hace ver mal Yongie. Está herido y muy lastimado por todo lo que ocurrió, pero debes darle un tiempo para que sane y te dé la oportunidad de hablar.
— SeungHyun jamás me va a perdonar noona, tú lo sabes muy bien.
Dami solo pudo observar como JiYong refugiaba su rostro en el pequeño cuerpo de Hannah para ocultar sus lagrimas, depositó su mano sobre el hombro de su hermano como señal de consuelo pidiéndole que se tranquilizara. Entendía perfectamente que ese proceso sería turbio y muy difícil debido al sentimiento de culpa del menor.
— Aún es muy reciente, tienes que tener paciencia, debes entender y asimilar también que todo lo que ocurrió no fue algo fácil para nadie, mucho menos para él y que una persona se sienta engañada y humillada por la persona que más ama en su vida y una de sus personas de mayor confianza no es algo muy fácil de digerir —Dami tomó el mentón de su hermano y lo colocó en su dirección- HyeYoon y yo estamos contigo y estamos apoyándote, eso está muy claro, pero el único que tiene la última palabra es SeungHyun así que conserva la calma. Ambas, junto a YoungBae estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para que él te escuche.
