Únicamente Choi SeungHyun.

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Aun recuerdo aquella noche que salí con el corazón deshecho de aquél hotel donde lo vi por última vez, donde toque su cuerpo, bese sus labios. Hace ya algunos años de haber entrado a mi auto y conducido sin rumbo fijo, deteniéndome a un lado de la carretera cuando ya no pude contener más mis lágrimas y las dejé fluir mientras mi puño golpeaba agresivamente el volante; mis sollozos se hacían cada vez más fuertes, mi frente se escondía en mi oscuro abrigo y me costaba respirar. Tenía el eco de su voz pidiéndome que volviera, como un tonto quise volver a su lado y abrazarlo, decirle que todo mejoraría y que lo perdonaba... Pero mi orgullo y dignidad ya estaban lo suficientemente pisoteados y apreté el botón que bajaba el ascensor para nunca más volver.

Han sido ya tantos días que me fui de Seúl, perdí contacto con tantas personas y ahora me encuentro junto a una persona que si bien o mal muestra interés por mí y por mis bienes materiales para entregarme su cuerpo sin algún tipo de permiso. Me volví adicto al tabaco y al vino, a vivir como sonámbulo divagando por las noches sin poder conciliar el sueño, en un esclavo del trabajo para no pensar en él.

Han sido tantas horas concentrándome en letras oscuras marcadas en hojas blancas para evitar el tomar el teléfono, marcar su número y averiguar por mí mismo si esta bien, si no me necesita. Lo extraño a pesar de que fue mi propio verdugo y me causó tanto daño.

Pensé que con él comenzaría a ser feliz de nuevo como lo fui cuando era adolescente y sentía que tenía la felicidad en las manos, así cuando yo tenía a mi madre a un lado mostrándome la vida de la forma más maravillosa; pero todo se venía abajo cuando mi padre volvía a casa después de sus largos viajes del extranjero y nos separaba a mí y a mi hermana mayor de ella. Comienzo a creer que todo comenzó a caer cuando nos separó definitivamente al inventarnos esa cruel mentira que ella había muerto a manos de un amante que jamás existió.

HyeYoon huyó de casa logrando el plan de mi madre de enviarnos a España a casa de una tía y yo me quedé bajo la tutela de él y me convirtió en el robot humano que soy ahora. ¿De qué estará lleno el corazón de un padre que solo se encargó de destruír a su hijo de tan solo 16 años y a su familia? Sigo aún sin comprender esa frase: "Las madres son el sustento de un bebé adolescente" yo no tuve eso, carecí de afecto, nunca de dinero. Entendí a mis veintes que a veces no necesitas más que un cheque para controlar a la gente, que la gente puede obedecerte si te presentan como un jefe; realmente lo odiaba, yo no tenía el corazón tan negro como mi padre.

A veces no comprendo como es que a pesar de ser buena persona te puede ir mal en diferentes aspectos de tu vida; en mi caso en el amor. Me convertí en esos padrotes que obtienen las cosas fáciles gracias al dinero porque así obtuve unas cuantas noches de sexo con el GRAN G-DRAGON, estrella multifacética de la ciudad de Bangkok, Tailandia.

Pero soy un tonto, aun en mis noches cuando estoy completamente briago en mi estudio y observo los rascacielos de Nueva York a través del ventanal y brindo por él mientras una lágrima resbala por mi mejilla de la forma más traicionera y agradezco por la profunda herida que me dejó con su cruel forma de ser, pero aun así me permitió vivir, hizo darme cuenta de que soy estúpidamente suceptible. Te lo agradezco profundamente Kwon JiYong. Y cuando pienso que todo estaría de buena forma después de terminar dos botellas de ron en la misma noche, aquellos brazos que no son los suyos me rodean, unos labios que no son los que mi piel reconocen muerden mi nuca y mis manos tocan sin frenesí no reconocen ese calor, no es Kwon JiYong, es Lee SooHyuk quien ahora vive y duerme conmigo, a quien ahora intento hacerle el amor.

Miles de horas han pasado y los recuerdos me siguen taladrando la memoria, haciendome preguntas absurdas que jamás serán respondidas de la forma que yo quisiera... Porque me ha quedado claro que JiYong nunca me amo ni me amará; a pesar de que en lo más profundo de mi corazón desearía que mis pensamientos estuvieran equivocados.

Pero ¿Qué puedo decir? SooHyuk en ocasiones tiene tantas atenciones para mi tonto, ciego y loco corazón cuando llego a nombrarlo "JiYong" mientras beso su cuerpo, no podría dejarlo porque él sigue conmigo, por conveniencia pero sigue.

~

El pasado otoño HyeYoon vino a buscarme, suplicándome que debía volver a Seúl porque JiYong me necesitaba. ¿Alguien intercedió por mí cuando yo lo necesité aquellas noches que abrazándome a mi almohada lloré por él? Sea lo que quiera Dios que sea no volveré a caer en el mismo bache porque sé que me costaría levantarme de nuevo.

¿Para qué me necesitaba? Solo ellos lo sabrán, no quise saber más detalles.

¿Algún día volveré a Corea? Tal vez cuando todo lo haya superado y ver a JiYong no cree en mí ese sentimiento de profundo dolor, porque no lo puedo negar... Lo amo y lo necesito como el mismo aire que respiro, él es mi maldición... Mi única mancha negra en mi expediente, la única persona por la cual perdería la razón.

A pesar del dolor y las amargas experiencias aun tengo la suficiente confianza en mí mismo de poder encontrarme a mí mismo, ahora que tengo lo indispensable Choi SeungHyun será cada vez más imparable.

Pero... si regreso, 

¿Seré capaz de aceptar las sorpresas que se me pudieran presentar?

No lo sé. 

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