Ambos ingresaron a la habitación entre besos agresivos, entre mordidas mientras se desprendían de cada una de sus ropas hasta quedar frente a la cama, quedándose quietos sin decir palabra alguna, solo se escuchaban sus agitadas respiraciones, viéndose directamente a los ojos. SeungHyun arrojó contra la cama JiYong, deslizó una de sus manos sobre lo largo de aquel delgado y tatuado abdomen, palpando su calidez, siguiendo el vaivén de su movimiento corporal.
— Eres tan hermoso Yongie, me encantas —Su voz grave no era una broma, mucho menos diciéndoselo al oído.
Atacó su marcado cuello, con su lengua dibujó líneas en toda su extensión mientras bajaba lentamente hasta su pelvis y dio un par de mordidas que hicieron estremecer de placer a JiYong, SeungHyun solo sonrió por su hazaña.
Aquel cuerpo desnudo recostado sobre sábanas blancas tenía al mayor completamente extasiado, acarició pausadamente el largo de sus piernas dándole algunos tiernos besos, embriagándose con el olor de su piel; y con su boca le propiciaba el placer más exquisito.
JiYong no podía evitar mover su cuerpo al ritmo de la excitación, con morbo enredaba sus dedos en los cabellos de SeungHyun haciendo que este fuera más adentro de él, el mayor solo amasaba y acariciaba aquellos delgados muslos. El rubio se levantó de golpe por una punzada en su entrepierna, sabía perfectamente que estaba a nada de llegar a su punto, llevándose junto a él el rostro del mayor para fundirse en un beso necesitado, totalmente acelerado mientras acariciaba su cuello, su caliente abdomen. El pelinegro no podía evitar perderse en las orbes avellanas de su amante mientras que su pulgar acariciaba aquellos rosados y carnosos labios.
— Feliz cumpleaños, SeungHyun —Susurró y sonrió.
~
"Aquella noche fue el mejor regalo de cumpleaños que alguien pudiera darme desde 1987. JiYong fue el más tierno, apasionado y alocado en aquel instante; realmente pude conocer su verdadera personalidad que se esconde tras su actitud diva y chico malo que siempre aparenta ser. Pero lo bueno no dura para siempre y menos si se trata de él.
Han pasado un par de semanas desde nuestro caluroso encuentro y él volvió a ser el mismo de siempre: el JiYong que me evade, me ignora y me trata como un simple trapo más, pero aunque ya debería estar acostumbrado a su modo de ser no puedo negar que me sigue doliendo. En la empresa todo el mundo se ha dado cuenta de mis sentimientos por él y lo afirmo por comentarios que he escuchado en los pasillos con el personal y por cuchicheo de los modelos en las salas de práctica. Todos deben pensar que soy un imbécil y aunque me cueste aceptarlo eso es lo que soy: un imbécil, y solo puedo reírme de ello.
¿Qué debo hacer para cambiar tu actitud conmigo, JiYong? ¿En verdad tu no sientes ni compasión por mí? Solo quiero perderme en ti para siempre".
*-*-*-*-*-*
— Presidente, hay una mujer llamada Kwon Dami y quiere verlo.
— Está bien, déjala pasar—Respondió la llamada de su asistente y colgó.
— ¡SeungHyun! ¡Qué alegría me da verte! —La mujer dio un abrazo cálido al menor y brindó una cálida sonrisa- Espero no molestarte ni distraerte de tus labores.
— No te preocupes noona —Sonrió- Estaba aquí nada más... Pensando. Y dime, ¿Qué te trae por aquí? ¿Viniste a visitar a JiYong?
ESTÁS LEYENDO
TAILANDIA
Fiction générale¿Qué sucede con las personas obsesivas? Algunas pierden el control, otras la dignidad y otras pierden absolutamente todo. No quiero ser un perdedor, no quiero ser como el resto de las personas que por unas cuantas noches de pasión son capaces de pe...