TAILANDIA

Mi amor eres tú~

Sé que ha pasado un largo tiempo desde la última vez que actualicé esta historia y que muchas querrán matarme ya que les gusta mucho (?) Y de verdad lo lamento mucho, pero en mi vida han ocurrido un montón de cosas muy tristes y desagradables , tuve que tomarme un tiempo muy largo para superarlo y sanar. Espero me comprendan mucho, y más por este capítulo que lo estoy escribiendo aun con mi estado anímico por el suelo. 

Gracias por esperar y por ser pacientes, espero recompensarlas en el futuro.

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Mi corazón se agitó al verlo ahí frente a mí, tan seguro... Tan enérgico, haciendo que se me agitara el esqueleto, que se me revolvieran las ideas y se me olvidara cualquier principio, hasta el del habla. Sabía muy bien que un secreto como el de las pequeñas Hannah y Mikka una vez SeungHyun estuviera de vuelta aquí en Seúl no iba a poder ocultar. Pero, ¿Por qué tan rápido? ¿Qué es lo que de verdad el destino planea hacer conmigo o con él si es más que claro el hecho de que no podemos estar juntos? Dios... Es como una marea rápida que me azota fuertemente contra una marea de rocas y golpea mi cuerpo contra ellas de manera brusca y agitada. Me duele verlo, me duele saber que no queda ni la sombra de aquel hombre dulce que daba su vida por mí y todo porque nunca supe comprender y agradecer el hecho de tener a un hombre tan maravilloso a mi lado. No podemos retrasarlo más, pero no sé como vas a tomar el hecho de que al marcharte de aquí por muchos años dejaste una historia detrás y no sé si vas a poder lidiar con ello.

Las palabras de SeungHyun retumbaban en sus oídos una y otra vez, era duro y sombrío; sabía que era su culpa. JiYong se aferró fuertemente al cuerpo de su pequeña Hannah y prometió que el odio que le tenía su padre a él nunca las alcanzaría, se quedó en silencio todo el camino de regreso a casa. Arropó a sus pequeñas para que no pasarán frío, besó sus cálidas mejillas y con una gran precaución para no hacer ruido cerró la puerta a su paso. Su hermana vio como se deslizó por la puerta hasta el suelo con un ánimo derrotado.

— ¿Entiendes ahora por qué te insistí tantas veces en que dijeras la verdad? —Suspiró- Yongie, es momento de que digas todo ahora antes de que SeungHyun se vuelva a ir o se entere de la verdad por otro lado. 

— ¿Y cómo es que se enteraría por otro lado? SeungHyun me aborrece y de solo mencionar mi nombre siente ganas de vomitar. 

— ¿Te olvidas que SooHyuk te vio cuando estuviste en embarazo? ¡Si te siente una amenaza es obvio que lo va a usar en tu contra! 

— Si ese lunático se atreve a usar a mis hijas para su estúpida venganza te aseguro que me van a conocer de verdad. 

— ¿Por qué en lugar de estar pensando tonterías no mejor empiezas a afrontar el pasado? Hay dos niñas y un hombre que merecen saber toda la verdad.

JiYong se levantó de su posición con una mirada de asombro y una sensación helada sobre su piel, silenció a su hermana pidiéndole que se callara y con presura la llevó hasta su estudio. 

— ¿Tú crees que no lo he pensado desde que me enteré que SeungHyun estaba en Corea? ¿En estos largos 7 años? Cuanto muero por ver a mis hijas abrazando a su padre por el que me han preguntado desde bebés aunque tenga que estar lejos observando esa preciosa escena. Lamentablemente mis errores pesan demasiado y todo ese odio que él me tiene me aterra que las alcance y no comprenda que ellas fueron concebidas con todo el amor del mundo. 

— Yongie... ¿Cuántas veces te pedí que te detuvieras? 

 — ¡Ya lo sé noona! Pero no puedo cambiar el pasado.