Sure It's You {taennie}

Capítulo trece

Taehyung:

Me reuní con Jin y Anthony para saber más a cerca de su interés y como era de esperar, Jin lo dejó en mis manos solo para librarse. Como presidente de la compañía sabía que no podía pasar desapercibido cuando se trataba de grandes negocios; pero sería de gran ayuda que él también decidiera ocuparse de algo más que los negocios nacionales.

Entré a mi oficina hecho polvo y solo deseé tomar una buena taza de café, pero mi siquiera me atrevía a pedírselo a mi secretaria; no quería un café instantáneo.

Traté de centrarme en mi trabajo, pero no pude, solo pude pensar en lo que Jennie estaría haciendo. Tal vez había ido con su amiga y estaban pasando un momento de chicas. A lo mejor no iba a ser mala idea empezar por invitarla a cenar si quería acercarme a ella ¿verdad?. Tomé mi celular sobre la mesa dispuesto a marcarla y preguntarle si tenía algo que hacer esta noche, pero el toque de la puerta me interrumpió. Permití la entrada albergando la esperanza de que no se tratara de Jin; honestamente era la última persona a quien desearía ver después de haber logrado una forma de evadir el proyecto de Anthony para dármelo a mí; pero mi sorpresa fue ver a Jennie atravesar la puerta de mi oficina con una bolsa. Fue una inesperada y al mismo tiempo agradable sorpresa. No lo habría imaginado en ningún momento.

— Jennie...

Ella sonrió levemente. Parecía insegura por algo y hasta nerviosa.

— Lamento haber venido sin avisar.

Negué con la cabeza devolviendo el celular sobre la mesa. A continuación me levanté de la silla para caminar hacia su encuentro bajando el escalón que desnivelaba el piso.

— No, para nada. ¿Ha pasado algo?

No parecía estar preocupada y no mostraba ningún indicio de que hubiera ocurrido algo por lo que había que preocuparse, pero seguía pareciéndome extraño que estuviera en mi oficina. Pensé que estaría con su amiga disfrutando de un día de chicas.

Ella negó.

— Solo le traje algo de comer. Usted nunca almuerza cuando trabaja y como hoy no estará Sujin en la mansión supuse que no iría almorzar.

Mis ojos bajaron a la bolsa que sostenía.  Ella caminó hacia la sala que había al otro extremo de la oficina y dejó la bolsa sobre la mesa para después sacar los tapers y dejarlos sobre la mesa. Ella era demasiado amable, eso lo tenía muy claro, pero realmente estaba conmovido. No podía cree que hiciera eso. No había necesidad de que lo hiciera. No era su obligación y tampoco formaba parte de su trabajo.

— Lo dejaré comer — dijo antes de hacer una reverencia.

— ¿Ya almorzaste? — inquirrí rápidamente antes de que ella se moviera y me miró con desconcierto.

— Llamaré a mi amiga y almorzamos junt...

— ...almuerza conmigo — le interrumpí. Y me dedicó una mirada que decía lo incorrecto que resultaba lo que sea que estaba pasando y pensé que debería decir algo más — trajiste mucha comida, no podría acabarla por mi cuenta.