N/T Nada me pertenece. Hoy os presento a una nueva autora. Ésta es una traducción-adaptación del relato 'Patrimony' de la maravillosa escritora en lengua inglesa Theolyn. Si os animáis a leerla en su idioma original, encontraréis una docena de relatos suyos en FFN. Ésta es mi pequeña aportación para que conozcáis sus magníficas historias, de las que podréis encontrar otra en progreso, 'El Peso de la Memoria', en mi página.
Gracias por leer y espero que me perdonéis si no os parece perfecta, pues no soy una profesional de la traducción. Si todo marcha según lo previsto, actualizaré capítulo cada dos días, los días impares.
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Severus Snape, maestro de pociones, se sentaba encorvado sobre su gran escritorio, frunciendo el ceño al último montón de ensayos mal ejecutados. Hacía frío en las mazmorras, más frío que el que tenía que hacer, sólo al límite del punto en que el aliento de Snape se convertiría en una nube en el aire. Por supuesto, Snape podría haber creado calor para sí, sin siquiera levantar su varita, de haberlo escogido. Pero no lo escogió. Snape veía la comodidad como una indulgencia, una distracción, un camino a la complacencia. Nunca se permitiría volverse tan blando.
Incluso ahora, tantos años después de la conclusión de la guerra, sentía que debía permanecer siempre vigilante, a menos que un pequeño lapsus costara caro. Prefería permanecer perspicaz. La incomodidad era su compañera de mucho tiempo, y tener que tomar cualquier otra decisión habría sido, para él, imposible. Así que permitía que el frío se filtrara en sus articulaciones mientras continuaba acuchillando tinta roja sobre los trabajos ante él.
Eran los de cuarto año en este montón. Su año favorito. Prácticamente podías oler las hormonas flotando desde la página. Nunca dejaba de asombrarlo cómo los de ese año podían comenzar como niños, feos, desgarbados, torpes, y de algún modo terminar el período lectivo como pulcras versiones de sus figuras adultas. Secretamente lo divertía observar la transición, ver a patito feo tras patito feo convertirse en cisne tras cisne y luego observarlos inclinarse hacia las absurdidades del sexo opuesto como pájaros estrellándose contra un cristal. Tanta energía, tanto drama, todo derrochado en la infructuosa tarea de encontrar pareja. A un nivel intelectual, todo el asunto era fascinante, aunque un poco repulsivo. Si tan sólo pudieran ser mantenidos bajo el vidrio, los adolescentes constituirían el más satisfactorio de los temas de investigación.
La idea de encerrar a toda la clase en una caja de cristal trajo una poco característica sonrisa a su rostro.
Hermione Granger había estado observando a Severeus Snape corregir trabajos durante casi un minuto. En ese momento robado, lo había visto fruncir el ceño, resoplar, e incluso sonreír a los papeles ante él. Vaya, se percató ella, les tiene cariño. Qué interesante.
Tan pronto como el pensamiento se formó en su cabeza, la cabeza del profesor se levantó de golpe, como si hubiera oído sus reflexiones.
"Profesor."
"Señorita Granger," él se levantó grácilmente de su silla, con toda probabilidad para intimidarla. "La bruja más brillante de la generación. Heroína laureada de la última batalla del Señor Tenebroso. La más joven Directora de Investigación de Industrias de Magia y Hechicería en más de un siglo." Su voz prácticamente goteaba sarcasmo. "¿A qué debo este honor?"
De niña, ese tono la habría azorado. Su cercanía la habría aterrado más aún. Pero Hermione era una mujer adulta ahora. Sabía quién era, y tenía una profunda confianza en sus capacidades. No la desanimarían con facilidad los juegos del profesor.
"Estoy aquí para pedirle su ayuda, profesor."
"¿Mi ayuda?" Interesante. ¿Y qué forma, le ruego, tomaría esa ayuda?"
Hermione hizo una pausa. Era una mujer atractiva. Para su gran disgusto, había acabado con una figura que hablaba de modelo de lencería más que de "seria capacidad intelectual." A lo largo de los años, se había resignado al brillo que aparecía en los ojos de sus colegas masculinos. Y ahora, cuando habría dado la bienvenida a una reacción así, no vio ninguna. No hubo señal en absoluto de que él la viera siquiera como una mujer. Sólo había la profunda intensidad insondable que recordaba de su infancia. Ojos de espía, pensó, involuntariamente.
"Eso dependería de usted, profesor. Estoy abierta a sugerencias. Ya ve, quiero tener un hijo, Profesor... y quiero que el padre sea usted."
Fin del Capítulo Uno
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Patrimonio
FanfictionTraducción de 'Patrimony' de Theolyn. Su respuesta al desafío de la maternidad subrogada. Hermione es una bruja de éxito. Sabe quién es, y sabe lo que quiere. Y lo que quiere es un hijo engendrado por Severus Snape. Calificado M por capítulos poster...