Patrimonio

14. Esperando y Caminando

"¿A qué te refieres con que no vas a tomar ninguna poción para el dolor?"

"Me refiero... espera, aquí llega otra." Hermione apoyó las manos contra la pared. En un suave, practicado movimiento, Snape se acercó a ella por detrás, y aplicó contra-presión en la parte trasera de sus caderas. 45 segundos más tarde, la contracción pasó, y Hermione comenzó a hablar de nuevo.

"Me refiero a que quiero experimentar la totalidad de ello, tan honestamente como pueda."

"Ah, entonces, ¿los filtros para el dolor son deshonestos? No tenía idea."

Hermione puso los ojos en blanco. "De acuerdo, ahora estás siendo deliberadamente obtuso." Volvió a acomodarse en el sofá para esperar la siguiente contracción. "Ésta es una de las experiencias culminantes de la vida. Con toda probabilidad sólo voy a hacerlo una vez. No quiero recordar trozos y retazos, o todo como en una niebla. Quiero recordarlo todo."

"¿Incluso si es insoportablemente doloroso? Mi investigación dice que el dolor del parto es considerable. Algunas brujas han declarado el dolor de la "transición" comparable, o peor, que la maldición cruciatus. ¿Quién escogería pasar por ese dolor voluntariamente?"

Si hubiera sido capaz de hacerlo, ella se habría levantado y lo habría abrazado. Pero ya que levantarse habría requerido su ayuda, alcanzó su mano en cambio. "Tú."

Severus farfulló. "Sí, pero aquello era inevitable. Vidas, muchas vidas dependían de mi resistencia. Si hubiera podido renunciar a ese cáliz, créeme, lo habría hecho. ¡Pero tú tienes elección!"

Hermione acarició su cálida mano. "Lamento tanto que tú no tuvieras esa elección. Pero un día de parto no es comparable con años de tortura habitual. Y al final, tendré una hermosa bebé que mostrar por mi sufrimiento. De verdad quiero esto, Severus. Así que prométeme... que no habrá filtros para el dolor. Ni siquiera si los pido."

Severus la miró a los ojos suplicantes. Si había aprendido algo en los últimos 11 meses, era a darse cuenta de cuándo Hermione estaba abierta a la negociación, y cuándo era inamovible. Suspiró. "Vale. Sin filtros para el dolor, ni quiera si los pides."

Hermione se marchó al dormitorio a descansar, y Severus al laboratorio a convertir su filtro para el dolor en una crema.

*********

Hermione había estado de parto prodrómico durante cuatro días. Cuatro días. Esto, combinado con haber salido de cuentas hace más de una semana, realmente estaba comenzando a afectarle los nervios. Cada 20 minutos, tenía una única contracción dolorosa de 45 segundos. Nunca más larga, nunca más corta, nunca más frecuente. A veces pararían del todo. Pero después de una o dos horas, regresarían, especialmente en cualquier momento que intentara dormir un poco.

Desafortunadamente, estas contracciones eran el doble de dolorosas cuando estaba horizontal que cuando estaba en pie. Así que cada vez que intentaba dormir se veía obligada a seguir moviéndose. Se acostaría, trataría de descansar, y justo estaría durmiéndose cuando sentiría una contracción comenzando a aumentar. Saltaría de la cama (no una hazaña fácil con su tamaño) y se apoyaría contra la pared hasta que pasara. Entonces, volvería a desplomarse en la cama y comenzaría el ciclo desde el principio. Enloquecedor.

Así que yacía en la cama, esperando la siguiente contracción, y se preguntaba, por milésima vez, a qué demonios estaba esperando su cuerpo. Estaba comenzando a sospechar que quizá la razón era Severus. Él había insistido en que ella y el bebé convalecieran con él durante la totalidad del reposo de dos semanas. Pero nunca habían discutido lo que sucedería después. Ni una vez.

Hermione golpeó un puño contra la cama con frustración. Amaba al hombre. Lo había descubierto hace un tiempo. Y estaba segura al 99 por cien de que él estaba enamorado de ella. Desafortunadamente, estaba igualmente segura de que él mismo no era consciente de ese hecho. A decir verdad, reflexionó para sí misma, incluso si el amor llegara, se anunciara, lo mordiera en el culo, y comenzara a darse un festín con su trasero mientras cantaba una melodía romántica, seguiría sin tener ni idea.

Así que era obvio para Hermione que dependía de ella asegurarse que acabaran juntos. Estaba dispuesta a la tarea... simplemente no había resuelto el "cómo."

Mientras estaba rumiando eso, sintió el tirón inicial de otra contracción, y saltó de la cama. Para el momento que estaba atravesando toda la parte inferior de su cuerpo, se había desplazado a sus ejercicios de visualización. Esta vez, recordando con gran detalle la situación de su primer beso.

Para el momento que la contracción terminó, Hermione tenía su plan.

*********

Nunca jamás subestimes el poder de la mente. Una vez Hermione tuvo su plan, las cosas comenzaron a moverse. En la siguiente hora, sus contracciones se habían alargado, y la distancia entre ellas había comenzado a acortarse.

Estaba manejando bien el dolor, pero éstas eran definitivamente más fuertes, requiriendo que respirara profunda y sonoramente para atravesar el dolor. Severus estaba manejando la escalada un poco menos bien, cerniéndose sobre ella como un ave de presa esperando que un animal exhalara su último aliento. Lindo. Pero desconcertante, por decir lo mínimo. Cada vez que comenzara una contracción, él saltaría hacia ella desde donde hubiera estado. Hermione estaba agradecida de que estuviera en forma, o de otro modo seguramente se habría desgarrado algo a estas alturas.

Pasó otra hora. Ahora, Hermione ya no podía sentarse. El impulso de caminar era abrumador, y le había dado por pasearse por la habitación, siempre con Severus a no más de un paso de distancia. Al final, él sugirió que tomaran los pasillos de Hogwarts. El colegio había salido para el verano hace una semana, Minerva estaba de vacaciones, y Sprout estaba en los jardines, así que sólo tenían a Filch y los fantasmas por compañía.

Así que caminaron, deteniéndose cada 6 minutos para apoyarse contra el muro. La Medibruja, con su dispensa de aparición, apareció para comprobar su progreso. Se declaró muy satisfecha, de hecho.

"Estás haciéndolo de maravilla, Hermione, cariño. Avanzando ahora mismo. Sigue caminando. Y envíame una lechuza cuando hayan tenido una separación de cuatro minutos durante una hora."

Snape había hecho todo lo que pudo por intentar intimidar a la Medibruja para que se quedara por la duración. Ella sólo se había reído alegre. "¡Padres primerizos!" Y se marchó apareciéndose.

Así que caminaron. La mano de él en la espalda de ella, sus brazos preparados para hacer más, y soportar todo su peso cuando lo necesitara. Pero ella no lo necesitaba. Todavía no, de cualquier modo.

Fin del Capítulo 14

NA Alabad todos a Cocoachristy que señala que no sois mis amigos imaginarios... sois mis amigos invisibles. Así que, amigos invisibles, leales lectores, tomad unas respiraciones profundas por nuestra pareja... ¡¡están a punto de tener un bebé!! ¡Yuju!

Theolyn