2. Retirada

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En sus años de servicio dual, Severus había aprendido a vivir con incertidumbre. El palpitar de la marca tenebrosa podía llegar en cualquier momento. Sin aviso, se encontraría catapultado a la depravación, bien si era algún ritual sádico, o las, en ocasiones, más desconcertantes realidades de instruir a niños mágicos lerdos. Se consideraba impermeable a la emoción de la sorpresa. No servía para nada, y había sido, había pensado él, quemada de su léxico emocional.

Y aun así, confrontado por una bruja brillante, atractiva y talentosa que parecía estar solicitando una contribución genética a su futura descendencia, la sorpresa parecía ser la palabra en vigor. Al menos sus años de subterfugio le habían enseñado a dominar su rostro en la inescrutabilidad. Lo reconfortó enormemente que ella nunca necesitara saber que lo había sorprendido.

Hermione pensó que Snape se veía como si acabara de abofetearle la cara con un frío pescado muerto. De no haber sido el asunto tan importante para ella, habría estallado en carcajadas al ver al gran Murciélago de las Mazmorras tan desconcertado. Tal como era, esto era demasiado importante para reírse. Y él era, ella lo sabía, un hombre muy susceptible. La risa no la ayudaría a alcanzar su objetivo, así que se tragó el impulso. Cíñete al plan. Usa tu lógica.

"Profesor, me encuentro incapaz, o quizá reacia, a aliarme con cualquiera de los magos de mi generación. Y aun así, quiero un hijo. Quiero uno enormemente. Usted es un hombre de sentido práctico, así que espero que comprenderá que deseo tener el mejor padre posible para mi hijo. He pasado gran cantidad de tiempo pensando en esto, y mis pensamientos han regresado a usted continuamente. Considerando que usted, todavía, no tiene un heredero, estaba esperando que usted mismo podría estar interesado en este proyecto."

Snape fue consciente de un zumbido en su cabeza, que parecía tener su causa en la tremenda cantidad de pensamientos que estaban volando por allí, como memorándums del ministerio de magia. Luchó, en vano por un momento, por agarrarse a uno. Cuando por fin lo hizo, fue de indignación. Esta impertinencia no podía tolerarse, pensó Snape. Se incorporó a su altura completa, y se cernió sobre la pequeña bruja de manera amenazadora. Ella siempre se había replegado bajo su sarcasmo, así que arrastró lo más insolentemente que pudo.

"Bueno, Señorita Granger, eso es... pintoresco. Por favor, dígame, ¿cómo exactamente planea llevar a cabo esta... inseminación? ¿Estaba pensando en simplemente utilizar la superficie de mi escritorio" lo palmeó para dar énfasis, luego hizo un gesto grandilocuente hacia el piso "o desea retirarse al suelo?"

Hermione alzó una única ceja. El hombre era un campo minado de defensas. "Profesor, descubrirá que ya no soy una niña a la que pueda avergonzar o intimidar. Y seguramente sería de poco interés para usted si ése fuera el caso. Nunca valoró mucho a los tímidos, según recuerdo. Pero para responder su pregunta, por supuesto que podríamos saltarnos las relaciones sexuales por completo, y tomar la ruta de la inseminación artificial. Pero encuentro que soy tradicional de corazón. La idea de tomarlo como amante tiene más atractivo para mí."

El rostro de Snape permaneció plano y sin emoción. Pero Hermione encontró muy revelador que cuando ella había dicho la palabra "amante", Snape se había sobresaltado, atrayendo casi imperceptiblemente su dramática capa en torno a su cuerpo, como protegiéndose del frío. Quizá el gran Snape no era tan bueno en el subterfugio como una vez lo había sido. Bueno, no apreciaría que ella le dijera eso. Era obvio que tenía su atención. Era suficiente por ahora. Hora, pensó, de retirarse.

"Profesor, reconozco que mi petición es poco ortodoxa, así que le daré algo de tiempo para considerarla. Espero que me envíe una lechuza pronto, ya que mi próxima ovulación debería ocurrir en 9 días." Hermione dio tres rápidas zancadas hacia él, y depositó un beso lento, suave, en la mejilla de Severus. "Espero con ganas su lechuza." Se giró y se marchó de la sala.

No estuvo allí para ver al inescrutable Severus Snape tocar reflexivamente el cálido lugar que sus labios habían dejado.

Fin del Capítulo Dos

NA: ¡¡Estoy disfrutando TANTO escribiendo esta historia!! ¡Pronto más!

¡Gracias! The0lyn.

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