Outside _Mikexe

capitulo 6: Dudas.

Estaba el pequeño hibrido jugando con unas hojas de papel, no encontraba nada más interesante que aquello, ademas era un buen pasatiempo en lo que Mike. Exe hacía el almuerzo para aquel día algo caluroso.

Trato de hacer un cisne con el papel entre sus manos, pero fallo rotundamente en el intento, eso le hizo estresar un poco, por lo que tiro lejos de él aquel intento deformado de pato.

Estaba murmurando molesto he intentando nuevamente hacer un cisne de papel cuando el chico mucho mas alto se acerco.
Mike. Exe se agachó y recogió aquel intento fallido de cisne que Mike había despreciado por ser "deforme" según el juicio del mas pequeño.

- ¿Qué paso con este? - Preguntó viendo al menor que en su rostro podía verse el ceño fruncido, ademas de que tenía otro pedazo de papel entre manos.

- Esta mal. - Se limito a responder, estaba de mal humor por haber fallado en aquello, y sus ganas de hablar con el mayor eran nulas.

- Bueno... tiene arreglo, si no lo intentas de nuevo jamás sabrás si hubiera salido bien o mal. - Decía mientras que con sus manos fácilmente completaba el cisne de papel para dejarlo tal y como había intentado Mike antes de tirarlo desesperado. - ¿Puedes ver? Esta bien, tal y como tu querías. - Se agachó a la altura del rubio y extendió su mano en frente de este para que tomara el papel o cisne.

Al principio Mike dudo un poco al tener aquel pedazo de papel en frente pero al fin y al cabo termino aceptando aun algo nervioso y tomando aquella cosa en sus manos. Lo inspecciono unos momentos y luego sonrió asombrado.

- ¿Cómo lo hiciste? - Su enojo y miedo por el otro se fueron por unos momentos por el asombro que tenía, las habilidades de Mike. Exe eran asombrosas.

- Bueno, puedo enseñarte más tarde.-  Una sonrisa decoró su hermoso rostro, era una sonrisa amistosa, y ante esa propuesta, Mike no pudo negarse. 

- ¡Bien! -

- La comida esta lista, por cierto.- Se le había olvidado por completo aquel pequeño detalle de avisar que la comida estaba lista y servida sobre la mesa.

El rubio se levanto alegre y fue hacia la mesa ansioso por comer, hace unos minutos tenía un hambre horrible, pero no le dijo nada al mayor, no quería hablar con él, hasta que resolvió lo del cisne mal hecho. 

Se sentó ansioso sobre la mesa y vio cómo el castaño obscuro iba a la cocina para tomar una bebida aparte que el agua que tenía Mike en frente. Esto no le importó mucho, hasta que vio como el chico de una estatura considerable regresaba al comedor para empezar a saborear lo que había preparado. 

En el almuerzo y un poco más en confianza con su contrario, Mike, se atrevió a preguntar un poco acerca del .Exe, como el hecho de las figuritas de papel y del por qué sabe cocinar. 

El híbrido de mayor estatura trato de responder con paciencia cada una de las preguntas que el pequeño Mike tenía, sabía que tratar con el rubio no sería cosa fácil. Solía ser hiperactivo, bastante temperamental y sobre todo un, chillón.

Así que se preparó mucho antes para poder tratar con niños, sí, Mike. Exe estaba planeando llevarse a Mike desde hace mucho tiempo, he incluso convivió por un tiempo con bebés, niños pequeños, etc para poder lidiar con berrinches y adquirir aunque sea un poco de experiencia...

Ademas quería tener más paciencia, porque un par de veces estuvo a punto de querer estrellar a los pequeños contra la pared, pero siempre se contenía para no dañar a ninguno de aquellos lindos y tiernos retoños que estaban bajo su cuidado y el de...

Regreso de aquellos recuerdos cuando Mike comenzó a llamarlo.

- Michel... ¿puedo llamarte así? - Su cara era neutral y tan solo observaba en silencio al chico de mayor estatura ¿Era normal ponerse algo nervioso bajo la mirada de un niño? Sin duda la poca expresividad de Mike podía poner la piel de punta.

- ¿Por qué motivo quieres llamarme así? - Le regresó una mirada calmada y cariñosa, que bajo un poco el temperamento del menor. 

- Para que nuestros nombres no se confundan, tu serás Michel y yo Mike ¿te gusta? -

- Pues... es tierno.- Metió un pedazo de carne a su boca, y se quedó en silencio unos momentos hasta que vio al menor.

- Bien. - Con emoción le había dirigido esas palabras a "Michel" y sin duda este mismo se sorprendió por los algo extraños cambios de humor en el pequeño que tenía en frente.

Cuando Mike terminó se levantó de la mesa y fue a dejar sus platos en el lavaplatos, y sin decir una sola palabra regresó a la sala para estar tranquilo con sus pedazos de papel.

Michel se quedó solo en la mesa y desde su posición no podía ver muy bien al menor y lo que hacía, pero era fácil de adivinar al escuchar sus quejas por las figuritas mal hechas con el papel. 

El castaño obscuro terminó su comida y procedió a lavar los platos que se usaron en ese día, el silencio era algo que reinaba en el lugar y a Mike. Exe le agradaba, nada más el sonido de los pájaros, las hojas de los arboles que se balancean al ritmo del aire y sobre todas las cosas, el sonido del mar. Eso siempre le tranquilizaba de más.

Cuando terminó de lavar ni siquiera se había dado cuenta de ello, simplemente lo había hecho en automático, cosa rara en él. Quizá tan solo estaba distraído.

Dejo todo eso de lado y secando sus manos en su camisa se acerco a la sala para observar a Mike.

–¿Qué miras? – Preguntó recordando el hecho de que no se sentía muy cómodo con respecto a la presencia de Michel a su alrededor.

– Como intentas hacer figuras y no te salen.– Mencionó con una sonrisa algo burlona en el rostro, y lo que enojaba a Mike es que era completamente cierto, no lograba hacer nada. Michel al ver el desespero del menor tan solo se acercó (Pero aun dejando un espació prudente) y tomó un papel entre sus manos.

– ¿Qué haces? – Preguntó con el ceño fruncido levemente y viendo las manos de Michel.

– ¿Qué no es obvio? – Mike negó con la cabeza algo lento y ahora observando el rostro del mayor atentamente. – Bueno– alargo la ultima vocal. – Lo único que voy a hacer es... enseñarte ¿Recuerdas que te lo dije? – El rubio asintió y se quedó viendo atentamente las manos del castaño obscuro. 

Sonrió satisfecho al poder enseñarle algo al menor y poder pasar una tarde tranquila a su lado, conversando de vez en cuando y aprendiendo nuevas formas de animales en papel.

Ya va una semana juntos.