34;

391 64 26
                                    

Veía todo un poco borroso pero por alguna razón no podía dejar de reírme, el cuerpo me cosquilleaba.

— Tenemos que ir a casa ya, pediré un taxi ¿Vale?

— ¿Por qué hay dos tu? — dije — solo tengo un pene, no me alcanza para ambos.

Escuché la risa de Luke, quería besarlo, me pegue a el y me agache para quedar entre su cara y su cuello.

— Haces cosquillas Ty, el taxi llegará en un momento.

— ¿Por qué siempre hueles así de bien? Me encanta tu olor, podría quedarme aquí todo la vida.

Después de un rato escuché el auto estacionarse atrás de mi, volteé tambaleandome ya que mis pies no se coordinaban con mi cerebro, Luke abrió la puerta y me ayudó a entrar, una vez arriba me acurruque en mi novio mientras esté le daba las indicaciones al chófer.

— ¿Te despediste de los chicos? — dijo.

— ¿A quien le importan los otros chicos? — lo mire a los ojos — solo me importas tu Luke y y-yo no quiero despedirme de ti aún.

El sonrió y me acaricio la mejilla.

— Dormiré contigo hoy, no tienes que despedirte de mi aún.

Solté una risita que sonó hueca y lo abrace, la cabeza me daba vueltas y empezaba a dolerme.

— ¿Vas a dormir conmigo todos los días?

— Si — dijo y me dio un pequeño beso en los labios.

— Mentiroso — me separé de él — mientes, mientes, mientes.

Deje caer mi cabeza en el respaldo del asiento viendo el techo del auto.

— ¿Por qué soy mentiroso? — pregunto.

Por alguna razón en mi garganta se hizo un nudo que dolió un montón.

— Vas a dejarme ¿No? Escuché lo que le decías a Ann, ¿Vas a dejarme verdad Luke? Me dejaras aquí solo sin ti.

— Tranquilo Ty, no hablaba en serio, no voy a dejarte.

Mis ojos empezaron a arder, me sentía adormilado y algo en mi pecho dolía.

— N-no me dejes por favor, yo no voy a saber que hacer si te pasa algo. P-por favor Luke, no quiero que mueras ¿Q-que mierda?

Mis lágrimas empezaron a salir tan de repente que tuve que procesar un momento para recordar que solo era llanto.

— Ty por favor, hay un chófer ahí enfrente.

— Tranquilo muchacho, no te imaginas la clase de cosas que se ven a este horario. Consuela al chico, luce bastante afectado ¿Quieres un pañuelo?

Luke tomo la cajita que le ofrecía el hombre y me limpio los ojos con un pañuelo.

— L-Luke, perdoname, desde que éramos niños e querido p-protegerte de todo pero de esto no puedo y yo solo quiero que te quedes a mi lado t-todo lo que me resta de vida. N-no creo poder sin ti Luke, p-por favor no me dejes.

Empecé a llorar un montón, hacía un tiempo que no lo hacía y se sentía bien, tal vez solo era el efecto del alcohol en mi pero se sentía como si perdiera peso.

— M-mierda — dije — voy a vomitar.

El taxi paro de inmediato y Luke abrió la puerta, sentí mi estómago devolver y de un momento a otro ya había sacado todo lo que comí horas atrás, volví a incorporarme en el asiento mientras Luke cerraba la puerta de nuevo.

— ¿Te sientes mejor ahora? — dijo mientras me limpiaba cuidadosamente la boca.

— S-si, me siento mucho mejor.

— Toma una menta muchacho.

Luke tomo una de las mentas que el chófer le ofrecía y la desenvolvió para luego darmela en la boca, sonreí, realmente tenía al mejor novio.

Llegamos a mi casa y entramos en silencio aunque no había nadie, mi mamá tenía un turno nocturno, fuimos a mi habitación y me deje caer en la cama, sentí las manos de Luke retirar mi pantalón con gentileza.

— Aprecio el gesto cariño pero estoy tan ebrio que ni siquiera conseguiré pararla.

El me lanzo el pantalón a la cara riendo y fue a buscar mi pijama, me la puso y ayudó a acomodarme en la cama.

— Tomaré una de tus pijamas prestadas ¿Vale?

Lo vi cambiarse con atención, el cuerpo de Luke realmente me encantaba, una vez que termino se aventó junto a mi. Me volteé cara a el y lo enrolle con las cobijas mientras lo abrazaba.

— ¿Me quieres? — pregunto.

— Te amo Luke — dije — aunque mi cerebro no esté funcionando correctamente estoy seguro de eso.

El me dio un rápido beso y después se acurrucó en mi pecho.

— No te dejare solo nunca, lo prometo — dijo.

— De acuerdo — respondí.

No quería pensar en ello, no quería pensar en que podía perderlo porque en ese momento aún lo tenía.

Una mala historia mal contada. | Finalizada |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora