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Se había oscurecido afuera, la poca luz que en algún momento hubo en aquella habitación se había desvanecido finalmente, la única tenue iluminación que había era la de la luna que traspasaba por las ventanas de la cocina y el tragaluz sobre las escaleras.

En realidad no me importaba demasiado, porque justo en ese momento mi vista y mis otros sentidos se habían descontrolado, ni siquiera podía coordinarlos correctamente. Estaba recostado en el sillón, tenía a Luke sobre mi y solo me limitaba a apretar mis dientes y poner mis ojos en blanco, algunas veces soltaba algunos sonidos nasales y palabras demasiado vulgares para mencionar.

Con cada movimiento notaba que el cansancio de Luke era más y más, no quería preocuparme pero tampoco debía dejarlo pasar o podría terminar muy mal y no era una situación en la que nos pudieran encontrar. Me senté en el sillón haciendo que Luke gimiera aún más fuerte y rasguñara mi espalda, abrace su cintura con fuerza y nos invertí de posición sin salir de el.

Me miró divertido un momento hasta que empecé a dar estocadas más rápido y su cara volvió a cambiar a la de hace un momento sobre mi. Puse sus piernas sobre mis hombros para poder ir más profundo, cuando empecé a ir más rápido los sonidos que se habían creado eran casi obscenos y solo conseguían ponerme más y más.

— Joder Luke — pase mis brazos bajo sus piernas y las abrace con fuerza — me estás apretando un montón.

— ¿Te gusta? — la cara que puso Luke en ese momento me volvió loco.

Me volteé hundiendo mi cara en una de sus piernas porque si seguía viéndolo seguramente terminaría corriéndome y en realidad no quería que ese momento acabara nunca, puse mis labios sobre su piel y empecé a succionar, vi las marcas rojas en su piel y empecé a morder con un poco de fuerza.

Seguí así durante un rato, salí despacio y lo mire mientras sonreía.

— Volteate — dije, no tuve que repetirlo.

Una vez que Luke estuvo en la posición que quería, rode su cadera con mis manos y fui entrando despacio en el, empecé a dar estocadas despacio hasta que el empezó a moverse y chocar contra mi cada vez más rápido, me incline poniendo mi abdomen en su espalda, lamí mi mano y la baje para empezar a tocarlo.

Subí y baje mi mano cada vez más y más rápido, se inclino hasta que su pecho rozo con el sillón haciendo las estocada más y más profundas, lo sentí temblar y estremecerse debajo de mi para luego notar el líquido escurrirse por mi mano.

Mierda — susurré.

Salí de el y quite rápido el preservativo, empecé a tocarme subiendo y bajando rápido, vi a Luke darse la vuelta y ponerse en cuclillas frente a mi, quitó mi mano y empezó a pasear su boca de extremo a extremo provocando que mis ojos se pusieran en blanco.

— Luke para, me voy a venir — empezó a meterla en su boca despacio, tomé su cabello con mi puño y di una estocada metiéndola toda en su boca — lo siento, no lo tragues.

Después de un momento Luke tenía los ojos llorosos y respiraba con dificultad.

— Casi muero — dijo sonriendo — pero fue divertido.

— Lo siento, no quería lastimarte ¿Estás bien pequeño?

— Si — se abrazo a mi cuello — ¿Puedo ser el que da esta vez? Compre un lubricante que podría ayudarnos.

Solté una risita, no entendía como podía tener tanto aguante para eso.

— Por supuesto, tenemos toda la noche — dije.

El sonrió y yo volví a besarlo.

Una mala historia mal contada. | Finalizada |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora