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Antes de poder ver a Luke, su doctor hablo con nosotros.

— Luke está en condiciones muy graves, la fibrosis está acabando con el. Lamento decirle esto de una forma tan cruda pero necesito cuidado intensivos con Luke, de otra forma no podrá aguantar otra neumonía y mucho menos otro paro respiratorio.

Las palabras del doctor sonaban con eco en mi cabeza, me dolía todo, podría jurar que de alguna forma también me dolía el corazón, no sabría de que otra forma describir el intenso dolor que había en mi pecho.

Los sollozos de la mamá de Luke fue lo único que se escuchó después de que el doctor hablara con nosotros, Luke había tenido un montón de tratamientos, algunos más intensos y dolorosos que otros, algunos que ni siquiera yo podía soportar ver y aún así, solo empeoraba.

— ¿Podemos verlo ya? — ni siquiera sé cómo pude configurar esas palabras.

El doctor nos dijo que teníamos que esperar a que lo trasladarán de urgencias, solo lo podríamos ver a través del cristal ya que estaría en observación.

Cuando vi a Luke con un montón de tubos entrando y enredandose en el mi corazón se pulverizó, se veía tan indefenso que lo único que quería era estar a su lado y abrazarlo. Me hubiera conformado con poder tocarlo aunque sea un momento, no importa si no hubiera sido largo, no importa si solo hubiera sido un rose.

Luke paso 1 semana en observación con medicamento intravenoso, después lo trasladaron a una habitación y por fin pudimos visitarlo.

— Bueno, los dejaremos solos un momento ¿Si? Iremos a recepción a hablar con el doctor.

Sus padres salieron y lo mire, ambos sonreímos, el se veía realmente cansado.

— Hiciste que me preocupara tonto.

— Créeme Ty, lo hice intencionalmente, hacerte llorar es lo que mejor se me da.

Ambos reímos un rato, tome sus manos cuidadosamente, sus muñecas y sus brazos estaban amoratados y le dolían bastante.

— ¿Te sientes mejor? — pregunté.

— Siento como si me hubiera arrollado un camión con 20 autos encima.

— Al menos no fueron 21.

Volvimos a reír, le di un beso en su mejilla, nos miramos un rato y al final nos besamos.

— Sabes, me resistí a morir solo para poder besarte de nuevo.

— No digas eso — aunque no lo hizo con mala intención al escuchar eso mis lágrimas salieron involuntariamente.

— Oye, lo siento, no llores Ty, no era mi intención cariño.

Mire a Luke y el abrió mucho sus ojos al darse cuenta de lo que había dicho, yo sonreí.

— Dilo de nuevo — dije

Cariño — dijo.

Lo bese una vez más, después me recosté en la incómoda camilla con el, no dijimos nada y solo entrelazamos nuestras manos un rato, mire las dos pulseras idénticas.

— Mi familia tenía planeado ir a la playa, supongo que ya no iremos ahora.

El sonaba triste.

— Iremos, en cuanto termines de recuperarte iré contigo a la playa, nunca e ido antes sabes.

— ¿Cómo es que nunca has ido a la playa? Es el mejor lugar del universo, aunque la arena te entra a lugares donde no debería aún así es genial.

Sonreí y acaricie su cara suavemente.

— Me encantaría que mi primera vez fuera contigo — dije.

— Acepto, aunque ahora no puedo moverme mucho, súbete y has todo el trabajo.

El sonrió descaradamente para luego soltar una risita.

— Vete al diablo, hablo en serio, me gustaría ir a la playa contigo y ahora no me puedo sacar esa idea de la cabeza, iremos en cuanto estés listo.

Me abrazo y se recostó en mi pecho.

— Yo también quiero ir contigo, quiero hacer tantas cosas contigo — suspiro — ojalá tuvieramos más tiempo.

Ojalá tuvieramos más tiempo.

Ojalá tuvieramos más tiempo.

Ojalá tuvieramos más tiempo.

Esas palabras se clavaron en mi.

— Lo tenemos, cuando seamos viejos también iremos a la playa todo el tiempo, ya verás — bese su frente.

El levanto su cabeza y me miró, cada que veía a Luke de esa manera me hacía recordar a la primera vez que lo vi con la cánula puesta, éramos a penas niños y yo no entendía nada de lo que pasaba pero aún siendo un niño me dolió ver a mi mejor amigo de esa forma.

Prometelo — dijo.

Lo bese.

Lo prometo — dije.

Esta vez el me beso, besar a Luke me gustaba mucho, sus labios eran suaves y aunque podía sentir su cánula, aún así era mejor que cualquier otra cosa en el mundo.

Amaba a Luke, lo ame desde que éramos niños pero está vez se sentía distinto, amaba su cara y la forma en la que me besaba, amaba cuando me arañaba la espalda o cuando dejaba mis labios ardiendo, amaba tocar cada pequeña parte de su cuerpo, amaba poder abrazarlo mientras dormíamos, amaba tomar su delgada mano y escuchar cuando me decía lo mucho que le gustaba.

Lo amaba.

Estaba seguro de que cuando éramos niños el era mi alma gemela, mi otra mitad. Aunque ahora pensaba que quizá también era el amor de mi vida.

Imploraba porque nunca le pasará nada, porque lo quería a mi lado ahora más que hace unos años.

Por favor dios. Rogue mientras lo besaba. Te lo suplico, no me lo quites antes de que pueda cumplir mi promesa.

Una mala historia mal contada. | Finalizada |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora