Una mala historia mal contada. | Finalizada |

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Luke esta ahí, recostado en mi cama concentrado en los deberes de álgebra.

Yo doy vueltas en la silla de mi escritorio mientras intento recordar cuando fue la última vez que ordene mi habitación; Luke me mira, yo lo miro. Nos miramos y yo sonrió pero él no, solo me mira y muero de ganas de saber que está pasando por su cabeza en este momento.

Para mí, Luke es un claro ejemplo de perfección. Con sus ojos cafés de una tonalidad perfecta, su rizado cabello azabache y su piel clara que no llega a ser blanca.

— ¿Luke?

— Dime — Apenas me miró.

— Eres perfecto viejo.

— ¿Eso crees? — Está vez me miró con atención, solo sonreí. — Se te olvida que ni siquiera soy capaz de respirar por mí mismo.

— Eso también forma parte de tu endemoniada perfección.

— Cierra la boca y ponte a hacer los deberes Starling — me miró mal y volvió a enfocar su vista en los libros.

Sonreí, solo estaba bromeado pero había algo de cierto en ello, ver a Luke era como ver cierta belleza en la desgracia.