50;

243 43 16
                                    

La vida parecía pasar en cámara lenta o más bien, yo mismo parecía estar en cámara lenta porque todo a mi al rededor seguía llendo exactamente igual que siempre. No había asistido a la graduación, únicamente fui el día siguiente a recoger mis papeles, el examen de admisión a la universidad había sido hacía unos días y no me encontraba interesado en los resultados.

Mis citas al psicólogo era  dos veces por semana, no me desagradaban, de hecho pude hablar de muchas cosas que ni siquiera sabían que me tenían mal. El problema que persistía aun era que la mayoría del tiempo me la pasaba en mi cama bajo mis cobijas intentando dormir un poco, ya que por las noches tenía pesadillas todo el tiempo y todas ellas se relacionaban de una u otra forma con Luke, algunas dolían, algunas de ellas eran tan lindas que al despertar me sentía morir porque no eran reales, esas eran las peores.

Mi cuerpo dolía bastante, incluso en total reposo, no era un dolor profundo y aún así me inmovilitaba. El diagnóstico indicaba un cuadro depresivo severo, nada que necesitará medicación pero si algo de lo que preocuparse, o al menos algo de lo que mi mamá y Will no paraban de preocuparse.

Había dejado de sentirme triste aunque también había dejado de sentirme feliz, había llegado a un punto neutro en el cual no sentía nada, sabía que no estaba bien pero ya no estaba tan mal y eso era un avance para mí.

Me encontraba sentado en mi cama, pensando en un montón de cosas y a la vez en ninguna que realmente importara cuando mi mamá entro despacio interrumpiendo mis divagaciones, la mire y trate de sonreír aunque más bien supongo que me salió una mueca deforme, tenía un sobre en sus manos.

— Llegó está mañana, ¿Quieres abrirla? — tomé el sobre y lo mire con atención — no importa cual sea el resultado, aún hay otras opciones ¿De acuerdo cariño?

Asentí, en realidad era la única universidad que me interesaba, las otras o quedaban bastante lejos o simplemente no estaba interesado en ellas. Despegue el sobre lentamente, las manos me temblaban y habían empezado a sudarme y en secreto estaba feliz, porque por primera vez en bastante tiempo estaba sintiendo algo.

— Estimado señor Tyler — leí — nos complace informarle que a sido aceptado en la universidad Berkeley ¡Entre!

Mi mamá tapo su boca con sus manos para después reír emocionada.

— ¡Entraste! Lo sabía, cariño estoy tan feliz por ti — se lanzó a abrazarme — sabía que entrarías, que orgullosa estoy, llama a Will y cuéntale.

La sonrisa involuntaria que hacía mucho no estaba había aparecido en mi cara tras esa noticia, llame a Will y le platique, no tardó mucho en llegar y parecía estar realmente contento también.  Estábamos hablando del campus y demás cosas cuando el teléfono sonó, conteste yo.

— ¿Si?

Hola Tyreconocí la voz de inmediato — tu mamá nos dijo que fuiste aceptado en Berkeley, estamos muy felices por ti hijo. Estábamos pensando que quizá podrían venir a celebrar aquí, ya sabes, reunirnos antes de que te vayas.

— C-claro Señor Roger, estaría encantado — baje la mirada y trague saliva — los hecho mucho de menos.

Termine la llamada, mire a mi mamá y a Will.

— Bueno ¿Quién quiere ir a celebrar mi gran hazaña?

Un rato después estábamos compartiendo la mesa con la familia de Luke, su madre no dejaba de felicitarme y su padre me hablaba acerca de las experiencias que tuvo en su fraternidad. A pesar de estar con ellos en ese momento Luke no estaba en mi mente y aunque sonara cruel hacía mucho no me sentía tan bien, quizá cuando pudiera pensar en Luke sin hundirme a llorar todo estaría mejor, aunque ese escenario aun era muy lejano para mí.

Una mala historia mal contada. | Finalizada |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora