El resto del día pasó raro, Miriam no sabía porque todos los Weasley, Harry y un montón de gente de la Orden no habían vuelto. Pero decidió ignorarlo, contestó a su amiga y fue a ver cómo iba Hermione con la carta, llevaba mucho tiempo en la habitación con esa escusa.
―¿Cómo vas? ―preguntó mientras entraba a la habitación― ¿Has terminado ya?
―...Le estaba poniendo el sello a la carta ya, espero que su madre se recupere... No se merece lo que le está pasando para nada.
―Nadie se merece nada como eso... Ojalá poder alégrales la Navidad, aunque sea un poco, ¿sabes? ―dijo sincera mientras pensaba.
―Puede que podamos quizá, bueno, que tú puedas mejorarles las vacaciones... He tenido una idea ―susurró soltando la primera sonrisa que había puesto de verdad en lo que llevaban de semana, aunque fuese pequeña.
―¿Qué puedo hacer? Lo que sea...
―La madre de Amelia es... profesora de música en una escuela muggle, ¿no? ―Miriam asintió― aunque siempre haya tenido debilidad por la música, también disfruta del demás artes, como el ballet, la escultura... O como la pintura. ¿Ves por dónde voy?
―Sí... ¿Quieres que les dibuje algo? ¿Qué tienes en mente? No conozco a su madre...
―Pues estaría bien que sea algo más grande de lo habitual, como el doble de un pergamino normal... lleno de cosas alegres, como instrumentos muggles, colores vividos, algo que haga que todo se olvide... Aunque sea por un momento.
―Faltan dos días para Navidad, me pondré con ello.
Miriam al principio creyó que iba a ser difícil, luego cuando Hermione le dio instrucciones cambió de idea y pensó que sería fácil... Cuando se puso frente al pergamino, era muy pequeño, pero no podía hacer un encantamiento Engorigio porque no tenía permitido hacer magia.
Miriam se fue a buscar a su madre, Hermione se quedó mientras en la habitación leyendo, la ayuda a calmarse según ella. No sabía dónde se encontraba así que la busco por toda la casa... La casa le daba muy mala vibra, como si en cualquier momento pudiera saltar algo y atacarla.
―Miriam ―la mencionada se asustó― No soy tan feo, creo yo, ¿qué te ocurre niña francesa? ―saludó Sirius sonriendo.
―Estoy buscando a mi madre, necesito ayuda para hacer más grande este pergamino... Pero no la encuentro por esta casa, es demasiado liosa y además fea...
―Si, la casa de mis padres no es muy bonita que digamos ―afirmó soltando una carcajada.
―Pues tus padres sí que tenían mal gusto, Sirius.
―Normalmente en estas situaciones intentan echar su opinión para atrás ―se notaba que estaba divertido con la situación.
―¿Para qué me echaría para atrás si es lo que pienso? ―comentó sonriendo.
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𝐒𝐎𝐌𝐎𝐒 𝐀𝐑𝐓𝐄, dean thomas
FanfictionUna chica nueva llega a Hogwarts, extranjera. No llega en el mejor momento para mudarse a Gran Bretaña, pero eso la chica ya lo sabe. Miriam Da Costa es consciente de que Quien-tu-sabes a regresado. Pero en el colegio que va parece ser que esa no se...