x. amelia...

180 52 124
                                    

Ya iban a dar las vacaciones de Navidad en tres días, Amelia no aparecía todavía, Hermione estaba preocupada porque todas las cartas que mandaba a su amiga su lechuza, las devolvía intactas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya iban a dar las vacaciones de Navidad en tres días, Amelia no aparecía todavía, Hermione estaba preocupada porque todas las cartas que mandaba a su amiga su lechuza, las devolvía intactas.

―Hermione... ya verás que Amelia está bien, si no Dante, tú inteligente y bonita lechuza, estaría preocupada ―no le paraba decir la francesa a su amiga.

―Si... seguro que me estoy haciendo historias en la cabeza sin sentido.

―Amiga, vamos a comer y te tranquilizas comiendo un rato, ¿vale?

―¿Por quién me tomas? ¿Por Ron? ―intentó bromear―. Pero sí me vendría bien bajar y socializar un poco, no lo hago mucho desde el día de después de que se fue Amelia, hablo contigo y poco más...

Las dos fueron hacia el comedor, y como hizo Hermione el otro día, Miriam agarró del brazo todo el camino para que no se cayera.

―¡Hermione! ―se escuchó a su espalda― hace tiempo que no se te veía por aquí, ni siquiera en el ED, solo en clases y no me dabas tiempo a acercarme a ti, espero que estés mejor.

Y Harry abrazó a Hermione, pero Hermione no pudo responder el abrazo casi.

―Ron está incluso peor que tú, ya no come nada, tengo que llevarle la comida siempre y nunca se la acaba... Yo intento mantener la calma para no alertar a Ron... Pero Amelia me preocupa.

Miriam le dijo a Harry con la mirada que se callara, a Hermione no le venía bien recordar que hace una semana que no sabía nada de su mejor amiga.

―Bueno Harry, nosotras nos vamos a comer, ahora te veremos supongo.

Llegaron y ya había mucha gente sentada esperando que el banquete apareciera, y cuando las muchachas se sentaron y apareció la comida. Todo parecía ir normal pero se respiraba aire melancólico.

Dean llegó con Seamus y se sentaron cerca de las chicas.

―Hola Da Costa, ¿esta tarde vas a ir a clase de arte?

―Supongo, pero, ―se dirigió a Hermione― ¿te encontrarás bien para que vaya a clase?

―Si, si, vete por la tarde a esa clase, no hay problema ―Hermione sonrió levemente, se notaba que no podía hacerlo más.

―¿Segura? ―Hermione asintió― Pues parece que sí iré.

El día continuó lo más normal posible, mandaron deberes para Navidad y poco más.

―¿Quieres ir conmigo luego a clase de arte? ―dijo Dean acercándose a Miriam en la sala común, Hermione acababa de ir a echarse una especie de siesta y la francesa se quedó dibujando.

―Claro... ―Miriam lo aceptó distraída, dibujando.

―Vale, media hora antes de la clase de arte en el retrato de la Dama Gorda.

𝐒𝐎𝐌𝐎𝐒 𝐀𝐑𝐓𝐄, dean thomasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora