Estrechez

Capítulo 4

Era tan raro.

El estar besando a Draco era tan raro.

Pero Harry no podía detenerse. No después de que, cuando lamió su labio inferior, éste soltara un sonido sorprendido, casi un gemidito. Eso pareció tener todo el efecto contrario al que debería, enfriarlo, incomodarlo, lo que sea. Terminó chupando el labio de Draco para que abriera la boca y así poder darle un beso de verdad.

Draco tardó un poco en entender lo que Harry quería, probablemente se sentía abrumado por la forma en que los labios de Harry se movían sobre los suyos. Demandantes, ansiosos y resbaladizos. Para cuando por fin abrió la boca, Harry no dudó en introducir su lengua lo más que la posición en la que estaban le permitía. Se sintió realizado cuando Draco gimió y se aferró a sus brazos, intentando por todos los medios corresponder.

Harry se sentía tan poderoso con su amigo así, todo confundido y besado, tratando de mover su lengua de la misma forma en que él lo hacía. De algún modo la inexperiencia de Draco en esta clase de besos hizo que la polla de Harry se crispará.

Uhm, interesante.

Cuando se separó, deslizando su lengua afuera, sonrió complacido al ver el rubor en las mejillas de Draco y sus ojos húmedos. Sin mencionar que apretaba sus piernas con fuerza para que su miembro permaneciera dormido.

A ninguno de los dos parecía importarle que acabaran de besar a su mejor amigo de toda la vida.

—¿Te gustó? —preguntó Harry con el ego ansioso. La respuesta era tan obvia que no se sorprendió cuando Draco lo mató con la mirada, justo antes de asentir con la cabeza—. ¿Quieres otro? —Draco volvió a asentir, y de inmediato Harry volvió a juntar sus labios.

Y de nuevo, y de nuevo, y de nuevo.

—Lo sabía.

Cuando se separaron al escuchar aquella voz, se encontraron a Cedric —amigo de Harry, que todavía no entendía cómo, terminó viviendo con él y su madre, al igual que Hermione—, en la puerta con Theo, su pareja. Ninguno de los dos lucía impresionado por el hecho de que ellos estaban comiéndose la boca. Es más, se veían hasta contentos.

—Pensé que ibas a quedarte en la casa de Theo —dijo Harry colocándose los lentes, conciente de que Draco estaba ocultando el rostro en su cuello.

Cedric alzó una ceja.

—No me cambies el tema. ¿Desde cuándo tú y Malfoy son novios?

—No lo somos —contestó sin pensarlo.

Theo le murmuró algo a Cedric al oído que hizo al de cabello castaño reír levemente.

—Vale, vale. Eso tiene más sentido —miró a su amigo de nuevo—. Solo vine a buscar unas cosas, pero te recomiendo que suban a tu habitación por si mamá Lily llega. Vamos, Theo —le dijo a su novio y empezó a caminar hacia las escaleras.

El chico de pelinegro les hizo una reverencia corta a Harry y a Draco antes de seguir a Diggory.

Cuando escucharon la puerta cerrarse, Draco soltó una risita nerviosa.

—Ese bastardo... ni siquiera pudo fingir estar asombrado, además, ¿todavía llama "mamá" a tu madre? —preguntó.

Harry rió y le acarició la espalda, asintiendo.

—Nadie lo estaría. Te lo dije, lo único que nos faltaba era esto. Soy prácticamente tu esposo —soltó refiriéndose a lo otro.

Draco salió de su cuello y se acomodó el cabello con una mano, sonriéndole dulcemente a Harry.