Capítulo 14

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—Decidí que hoy terminaré con Ginny.

Probablemente decir eso mientras Draco, Hermione y Cedric habían estado bebiendo malteada de fresa no fuera una idea brillante. Lo comprobó cuando los tres escupieron sus bebidas en su cara, lamentablemente también le entró un poco en la boca por tenerla abierta.

Los miró enojado y con asco.

—Merlín, serán idiotas.

—Lo siento —habló Draco sonriendo— Ten —le pasó un puño de servilletas.

—¿Terminarás con ella? ¿Hoy? —repitió Hermione asombrada.

Harry agarró el puñado de servilletas y se empezó a secar la cara, asintiendo brevemente.

—Dejé que se alargara más de lo que pretendía. No quiero ilusionarla más.

—No creo que se esté ilusionando, Harry —dijo la castaña jugando con el pitillo de su malteada—. La veo bastante... tranquila con respecto a su relación.

—Igual no quiero hacerle daño. Mientras menos tiempo juntos menos le dolerá la separación, ¿verdad Draquito?

—Cállate si no quieres que te meta el pitillo en el culo.

—Oigan, guarden sus fetiches para cuando estén solos —Cedric tenía una mueca divertida—. Bueno, Harry, fue bueno mientras duró, ¿eh?

Harry y Draco miraron al castaño sin saber qué decir.

¿Se estaba refiriendo a Ginny o a lo otro?

—Hablando de todo... ¿qué harás cuando termines con Ginny? ¿Buscarás otra novia o seguirás follándote a Draco en la alfombra de la casa?

Sí, la señora que estaba comiendo en la mesa de al lado se atragantó con lo que dijo Ced, a ninguno de los cuatro les importó.

Draco le dio una sonrisa que, esperó, se viera acompasada.

—Obviamente él-

—No lo sé. Todo depende —contestó Harry con un encogimiento de hombros—. Quizás siga teniendo sexo con él, o quizás busque una chica. Lo único que sé es que no quiero tener novia más nunca en mi vida. Es mucho trabajo.

Draco miró a Harry desconcertado. Bien, quizás eran ideas suyas, pero eso no era parte del maldito acuerdo, al igual que muchas cosas que habían estado haciendo.

—Creo que deberías intentar salir con Draco —opinó Hermione.

—Concuerdo —dijo Cedric—. Es obvio que te gusta más de lo que te gusta la idea de una nueva chica que probablemente, esté igual de abierta en la concha.

—¿En la qué?

—No me mires así. Solo repito las cosas que veo en Internet.

—Tienes un talento innato para decir cosas absurdas, ¿no? —dijo Harry con tono despectivo.

El otro solo se encogió de hombros con una sonrisa.

—Saben, me estoy dando cuenta de que soy el único en una verdadera relación formal.

—¿Y eso qué tiene que ver con nada, Cedric? —preguntó Harry molesto.

—Nada, solo quería comentar que se siente bien que mi novio no tenga el culo como un túnel y que no me deje por cantar una canción sobre elfos domésticos.

—¡Viktor no me dejó por eso! —espetó la bruja batiendo las manos en la mesa.

Los tres siguieron peleando, ahora por el motivo por el que Viktor, el ex-novio de Hermione, la había dejado. Draco solo los veía, sin realmente escuchar lo que decían. Su mente estaba ocupada pensando en si Harry era un compromiso-fóbico. A decir verdad, su mejor amigo era la relación más larga que había mantenido en toda su vida, y la más fuerte. Ni siquiera sus otros amigos tenían un expediente con él de más de un año. Era extraño, porque Harry era bastante espontáneo a la hora de conocer personas, pero en su mayoría no las tomaba en cuenta para persistir en su vida.

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