Esto no está aferrado al trascurso ni a la trama de la historia, ¡espero lo disfruten!
Harry iba a matarlo.
Draco debía tener las bolas más grandes del mundo para venir a despertar a su amigo a las seis de la mañana. ¡Pero qué opciones tenía! Era su cumpleaños, por Merlín, y Draco quería pasarlo con él a cada segundo posible. Así que allí estaba, colándose por la ventana de su habitación como Harry solía hacerlo en la suya, con una mochila repleta de chucherías y regalos para su amigo.
Tras luchar como por cinco minutos con el seguro de la ventana, entró con cautela de no hacer mucho ruido. Por suerte, Harry tenía el sueño algo pesado, y según Draco tenía entendido había durado hasta las dos de la madrugada haciendo sus tareas atrasadas. Síp, su amigo estaba trasnochado y él venía a despertarlo súper-hiper-mega temprano por el mero capricho de ser el primero en felicitarlo, demándenlo.
Harry dormía plácidamente en su cama, enrollado en sus sábanas y abrazando su almohada con ambos brazos. Se veía tan pasivo. Si Draco no supiera que ese chico era en realidad un maldito pervertido dominante con una polla de casi veinte centímetros, él de verdad que lo tacharía de sumiso a veces.
Se sentó en la cama y le acarició el cabello que ahora estaba largo, llegándole hasta la nuca, y lo peor es que le quedaba de maravilla.
Se veía tan tranquilo...
—¡Potter, despierta! ¡Harry...! —le gritó en la pata de la oreja.
Harry se sobresaltó y se sentó de golpe asustado, gritando con horror al ver una silueta en su cuarto a oscuras obviamente. Buscó una almohada a tientas y empezó a golpear a Draco con ella.
—¡Intruso! ¡Mamá...! ¡Un intruso...! —gritó lanzándole la almohada y corriendo hasta el otro extremo de la habitación, tomando su varita y apuntándolo con esta.
—¡Carajo, Harry! ¡Déjame dormir! —respondió Lily desde su alcoba.
—¡P-Pero hay un violador en mi cuarto!
—¡Pues bien por ti! ¡Ahora cállate!
Draco se cubrió la boca para no reír demasiado alto. Casi podía ver a Harry con un puchero por lo anti-parabólica que era su mamá cuando tenía sueño. Se puso de pie y caminó hasta el encendedor de luz, la prendió y observó a Harry parpadear para ajustar sus ojos a la iluminación.
Cuando se puso los lentes y enfocó hacia Draco, la tensión en sus hombros desapareció con un largo suspiro de alivio. Draco sonrió y se acercó para dejar un beso en su babeada mejilla.
—Yo que me esfuerzo por ser detallista y tú gritas que soy un violador —murmuró negando con la cabeza.
Harry se cruzó de brazos.
—¿Detallista? ¿Te parece un detalle venir a mi casa a quién-sabe-qué horas de la madrugada, despertarme con un grito en el oído y darme el susto de mi puta vida? —cuestionó con sarcasmo.
Draco se encogió de hombros y rebuscó en su mochila, sacando una caja de regalo envuelta en papel —que Harry suponía, carísimo— verde.
Harry la miró con curiosidad.
—Al menos, seré el primero en desearte feliz cumpleaños, Potty.
Harry sonrió y dejó un beso en su mejilla también, tomando la caja de regalo y sentándose en la cama para abrirla con mucho cuidado de no romper el papel.
—A pesar del susto a cagar y eso, me siento bastante especial ahora —comentó mientras abría la caja—. Incluso me dijiste Potty.
—Es cosa de la ocasión, no te acostumbres —vio que Harry sacaba su regalo y lo observaba con detenimiento—. ¿Te gusta?
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Estrechez
FanfictionHarry está sexualmente frustrado. Aceptó el dejar de pensar en el sexo como algo prioritario para salir con una chica de manera formal, correcta. Cuando finalmente es novio de Ginny y deciden tener relaciones, él no está feliz de que ella no sea pr...