Decir que Harry le había dado a Draco el mejor orgasmo de su vida, sería un eufemismo. Aclararse que intentó controlar su libido, una mentira. Asegurar que no quería repetirlo, una completa basura que nadie se creería si superan lo desesperado que se había mostrado con su mejor amigo.
Joder, no podía recordar la última vez que el sexo había sido tan espectacular. Eran contadas las veces que Draco follaba al mes; sinceramente su vida giraba lejos de la satisfacción de sus genitales, a diferencia de Harry. Pero Draco no podía decir que sus experiencias anteriores hubieran sido malas, lejos de eso, él nunca había quedado con ganas de más después de correrse.
Quizás ese es el problema, pensó mientras apretaba aquel control mágico en su mano.
Estaban en la casa de Harry a punto de echar una partida de Fantastic Beasts¹ y Harry veía la pantalla con su cara de "soy un chico normal" que se le metería en el culo a cualquiera.
Draco ahogó un suspiro y miró los zapatos y camisa que Harry había comprado esa mañana. Junto a una túnica que reposaba sobre uno de los sillones.
Era estúpido, al fin y al cabo nunca le duraba nada. Tenía suerte de ser un puto mago, en verdad. Porque siempre terminaba arruinando sus ropas en sus encuentros, de alguna u otra manera.
Mierda. Ahí estaba de nuevo.
Draco quería saber cuándo había pasado a ser tan consciente de los exclusivos e irrelevantes detalles de Harry-rompe-todo.
¿No es obvio? Desde que dejaste que metiera su polla en ti, ayer.
Buen punto.
Nuevamente, se quedó quieto. Esperó y esperó, pero otra vez seguía sin sentirse indolente por haber follado con su mejor amigo, como si realmente fuera de todos los días.
Quizás lo era. Es decir... los amigos follaban todo el tiempo, ¿no? Draco no quería excluirse de ningún estereotipo. Si los heteros follaban entre sí y mantenían relaciones abiertas, él podía sentarse en la cara de su añejo —y heterosexual— mejor amigo. No había porqué sentirse culpable ni esperar tal sensación.
Le echó un vistazo al castaño, que ya había empezado a configurar la partida en el nuevo televisor.
Ellos no habían tocado el tema. No porque alguno lo evadiera, todo lo contrario, era como si ni siquiera recordaran que habían tenido sexo la noche anterior cómo un par de lunáticos pervertidos. Cómo si de verdad fuera algo de todos los días, algo normal.
¿Lo era? ¿De verdad su relación con Harry era tan liberal y espontánea cómo para hacer de menos esto? Su amigo no lucía preocupado ni tenso en lo absoluto, y era él quién tenía novia, era él quién había iniciado todo. Por razones que Draco anhelaba conocer, Harry no estaba experimentando ninguna crisis gay, aunque la sola idea de Harry preocupándose por sexo era ridícula.
Solo fue sexo. Si Harry no se alteraba mucho menos lo haría él, que era el más beneficiado con todo esto. Porque lo era. Estaba soltero pero no tenía fluidez como para ir a buscar un ligue, sus acompañantes solían ser personas conocidas que coincidían en sus calenturas. Era práctico, pero no algo que se diera tan seguido como debería querer. Harry solo había sido como- como el más exclusivo de todos, y sin dudas el mejor. Una gran polla, experimentado, era generoso al complacerlo aún cuando no se sentía atraído por ese bando, y su forma de tocarlo —cariñosa pero apasionada— era simplemente la receta perfecta para el sexo ideal.
Estaba bien. Ganar-Ganar. No había rollo y no es como si fuera a repetirse.
—Pondré el modo difícil. ¿Estás de acuerdo?
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Estrechez
FanfictionHarry está sexualmente frustrado. Aceptó el dejar de pensar en el sexo como algo prioritario para salir con una chica de manera formal, correcta. Cuando finalmente es novio de Ginny y deciden tener relaciones, él no está feliz de que ella no sea pr...