III

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"BRUNO BERGERON"

Un año había pasado.

Trescientos sesenta y ciento días.

Cincuenta y dos semanas.

Once mil seiscientas cuarenta horas un total de seiscientos noventa y ocho mil cuatrocientos minutos en total.

♥ ♥ ♥ ♥

[...]

Ya ha pasado un año desde que vi por última vez a Pol y mi pelea con Ángel. La verdad me siento un poco mal con lo que sucedió con Ángel pero también siendo honesto me había dolido lo que había hecho, ya que el sabia perfectamente que se significaba Pol para mí.

Les resumiré un poco de mi vida este año. Me la he pasado de fiesta en fiesta, follando con cualquier hombre que se me atraviese. He tratado de no mezclar mis sentimientos pero siendo honesto que sentimientos puedo mezclar si mi corazón sigue latiendo por Pol.

Mi Yaya dice que debo de dejar de ser un prostituto si mis queridos lectores me nombro prostituto mi propia Yaya. Comprendo que se preocupe por mí pero yo solamente quiero olvidar y aunque esta no sea la mejor forma, me funciona por el momento. Y aquí estoy un domingo por la noche saliendo de fiesta de nuevo con un cigarrillo en mi boca. La verdad odio fumar pero esto me ayuda a tranquilizarme cuando estoy mal, esto y el alcohol se puede decir que son mis mejores ayudantes por el momento.

Llegue al mejor antro de huertas, donde es conocido por ser un centro de diversión para estudiantes y extranjeros. Al llegar pedí mis tragos favoritos y partí a buscar alguien con quien bailar y si se daba la oportunidad tener sexo con esa persona. Como si mis deseos fueran escuchados entro un hombre apuesto de cabello castaño, pero para mi mala suerte era italiano y otro malo recuerdo llego a mi mente "Nicola" vaya forma de sufrir, maldigo mi suerte hoy.

El hombre apuesto que había entrado se acerco a mi y yo trate de esquivarlo pero para mí mala suerte o buena me detuvo del brazo

—Me llamo Alessandro y ¿tú eres?

—Soy Bruno y ya me iba — hable soltándome de su agarre

—Eres muy ardiente —hablo fuerte para mi gusto y aun así me hizo voltear a verlo, nuestros ojos se encontraron y ahí me di cuenta de que eran azules como los de una persona que conozco.

—¿Eres gay? — pregunte directamente

— Por ti puedo ser lo que quieras — sonrió — Respondiendo a tu pregunta si soy gay

—Eres atractivo — di un paso al frente — ¿Quieres follar?

—Y si te invito un trago antes.

—Soy el chico equivocado pero gracias —dije dirigiéndome hacia la salida

—¡Espera! — escuché que me grito y me detuve

— Mi auto está por aquí — señalo una esquina en donde había varios autos

—¿Y?

— Quieres follar vayamos a mi auto

Yo solo asentí y lo seguí. Al subir a su auto se me abalanzo encima y simplemente le seguí el juego una vez que acabamos acomode mi ropa y salí del auto y antes de cerrar la puerta le sonreí.

El camino para llegar a casa fue solitario, y no me refiero a que no hubiera gente caminado por las banquetas porque la verdad había mucha gente fuera, me refiero a que cada vez que tengo sexo con alguien me siento muy solitario, tan solo y el frio que hacía en este momento tampoco me ayudaba, solamente alimentaba mi soledad.

Dígame alguien hay peor soledad que ir caminando a casa solo mientras fumas un cigarrillo en una noche fría, no lo creo.

—Me siento tan solo — susurre viendo mi reflejo en una vitrina

—Bruno — alguien pronuncio mi nombre

Comencé a buscar a mi alrededor a la persona que me había llamado, pero fue en vano, no veía a nadie que yo conociera

—Bruno — de nuevo mi nombre —Aquí

Mi vista se dirigió hacia la vitrina en donde estaba Ángel quien salió y me abrazo.

—¿Bruno mi amigo como estas? — pregunto viéndome de arriba a bajo

—Estoy bien — dije volviendo a caminar

—¡Bruno! — grito Ángel pero yo solo seguí mi camino a casa

Tarde alrededor de quince minutos en llegar a casa la cual estaba vacía mi Yaya hoy tenia no se que evento y no iba a estar. Tome un vaso de agua y me tumbe en mi cama donde talle mis ojos, no supe cuando me dormí pero las alarmas para ir a la universidad me despertaron; me levante mucho a mi pesar y me aliste lo más rápido que pude al llegar logre ver a Pol después de un año de evitarlo ahí estaba parado frente a la facultad de historia. Con el poco valor que aun me queda pase a su lado sin voltear a verlo y entre a mis clases. Hoy presiento que va a hacer un día largo. 

Siempre a sido él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora